Tenía su rostro entre mis manos. No era el de aquel hombre si no el de un adolescente, no mucho mayor que yo. Su flequillo cubría uno de sus ojos en ausencia de su parche. Su piel parecía quemada y sucia, su ropa estaba rota e incluso le faltaba una parte de su zapato.
--¿que te ocurrio?-- pregunte.
--pase más de mil años en manos del bebé tiempo-- comenzó a contar. --aquí y haya el tiempo para diferente-- se abrazo a mi. --escape-- susurro contra mi oído. --iban a atraparme cuando tú-- me apartó de él y miró mi rostro. --tocaste mi mano-- bajo la vista hasta ella. --me torturaron por mucho tiempo-- se apartó de mi mirando el lugar donde su estatua aún estaba.
--Bill... Yo-- volteo para mirarme y sonrio suave.
--no puedo utilizar mi magia, al menos no aún-- se acercó a mi tomando una de mis manos. --tampoco se ocupar bien este cuerpo humano-- hizo una mueca,iba a abrir mi boca para preguntarle algo pero el puso su mano completa sobre ella. --y en caso de que te preguntes, el cuerpo que utilizaba antes era una ilusión para que Damián no se sintiera mal... Este cuerpo es real-- me soltó suspirando. En un momento miró un lugar atrás de mi.
--¿ocurre algo?-- voltee para mirar a dónde el lo hacía.
--¿te quedas en la cabaña?-- preguntó.
--eh... ¿Si?-- volví a mirarlo.
--ve-- me empujó leve.
--pero... ¿Y tú?-- comencé a preocuparme.
--que linda-- coloco su mano en mi cabeza. --no eres tan igual a mi ____ como creía, tu si te preocupas-- se burló. --solo vete, ya me volverás a ver y... Nos iremos los tres-- sonrio.
Mirándolo así, no tiene nada... Nada que ver con el Bill que conocí en Raromagedon. Su rostro de maniático sádico no estaba. Puede que lo esté ocultando bastante bien, pero...
--esta bien...-- aparte un poco la mirada para suspirar. --nos vemos-- le di la espalda para irme, avance quizás unos pasos y, no se algo me dijo que volteara, ahí seguía mirandome.
--no me iré a ninguna parte, tonta-- cerré mis ojos suspirando para comenzar a correr rumbo a la cabaña del misterio.
Sinceramente no tarde mucho en llegar, algunas luces estaban apagadas y otras encendidas, como la del sótano por ejemplo. Me alce de hombros a antes de entrar y cerrar con llave después. Subí tranquila las escaleras hasta mi habitación.
Damián estaba ahí junto a Dipper.
--mami!-- saludo al verme. --¿encontraste leche?-- preguntó levantándose en la cama. Me acerque a él sintiendo como me abrazaba.
--¿leche?-- pregunté confundida antes de abrir los ojos con sorpresa. --la leche, olvidé traerla cielo, mañana iremos ambos por ella-- bese su cabecita. Sentía la mirada de Dipper taladrarme, así que me obligue a mirarlo.
--¿de verdad fuiste a eso?--preguntó. --no es que quiera desconfiar de ti, en realidad es lo que menos quiero...
--entonces no lo hagas-- digo tomando a mi pequeño en brazos. --nunca haría algo para lastimarlo aunque... Me haya "aliado con tú enemigo..." y me mantengo aquí aunque tu tío desconfíe de mi
--¡no metas al tío Ford en esto! -- alzó la voz.
--no grites delante de Damian-- le conteste mirandolo. --ahora por favor dejame sola, tengo que hacerlo dormir...
--no hemos terminado de hablar-- me contestó.
--yo creo que si-- observe a mi niño abrazandolo contra mi pecho. --fuera.
Dipper se levantó de la cama y pasando junto a mi salió dando un portazo. Aunque fuéramos amigos, normalmente habíamos comenzado a pelear por esto.
Damian se alejo de mi un poco mirandome.
--¿estas molesta?-- preguntó una vez lo deje en la cama.
--no mi amor... Ahora sube los brazos para ponerte tu pijama, que tu tía Mabel con mucho amor te hizo.
Por la mañana, baje junto a Damián a la cocina para beber nuestro desayuno. Normalmente me levantaba antes que el resto para comodidad de Damián más que otra cosa. Le temía a Ford. Y era comprensible si lo veía pelear 24/7 con su madre.
Al entrar a la cocina me detuve en seco....
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Ella es tu madre. [Bill Cipher y tú]
FanfictionMi vida era normal. Trabajaba medio tiempo en una trampa para turistas. Tenía a mi novio y amigos hasta que, por un mínimo error, todo se fue a la mierda en pocas palabras. Hasta que, en aquella solitaria celda, un niño apareció afirmando los barr...