⚠️Capítulo 7⚠️

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Damián jugaba con uno de sus tantos peluches en el suelo de la sala mientras yo veía una película en la TV. Bill se había ido a Raromagedon hace unos 10 minutos.

Había ocurrido algo urgente con alguno de los presos. Sinceramente espero que estén bien.

Baje la mirada a Damián quien solo levantó la suya y me sonrio. Suspiré suavemente abrazando un almohadón subiendo mis pies -no sin antes quitarme los zapatos- poniéndome en posición fetal.

Pronto poco a poco el sueño fue ganandome por lo que solo cerré mis ojos dejándome caer en los brazos de morfeo. Estaba muy cómoda. No se cuanto abre dormido... Solo se que al despertar todo estaba a oscuras y ya no me encontraba en la sala.

--Damián... -- me senté para mirar al rededor. Me encontraba en la habitación de Bill.

--esta dormido-- se escucho a mi lado lo que me hizo voltear a mirar. Bill estaba ahí, sin camisa y solo pantalón de pijama. Ahora que me doy cuenta su pecho estaba lleno de tatuajes extraños. --se preocupo cuando te vio con los ojos cerrados-- mencionó. --cuando llegue voló a abrazarme mientras lloraba, te iba a empujar del sora para que reaccionaras, pero te veías muy tranquila dormida-- volteo a mirarme.

--pobre... -- susurre.

--no sientas pena por él, es fuerte pronto quizás tome mi lugar-- volvió a mirar el techo.

--aún así sigue siendo un niño-- me acosté nuevamente a su lado mirando el techo.

Ambos nos quedamos en silencio viendo. Incluso llegué a creer que se había quedado dormido pero cuando saco uno de sus pies de las sábanas me hizo entender que no.

--¿te has enamorado?-- preguntó de la nada.

--Si, de alguien especial para mi-- dije copiando su acción. Hacía calor. --supongo que tu igual-- voltee para mirarlo.

--Si, supones bien-- él también giro su rostro hasta mi.

--luego de ella, ¿te acostaste con otras mujeres?-- pregunté de curiosa.

--sí-- respondió. --sólo algo de una noche con otros demonios y personas... -- alzó los hombros. --¿y usted señorita?-- giro su cuerpo completo hacia mí. --¿sigue siendo virgen?-- sentí mis mejillas rojecer.

--no tengo por qué decírtelo-- hable, sus ojos se entrecerraron a causa de una sonrisa que apareció en su boca.

--Tú boca miente, tu mente no-- dijo. --aunque no hace falta ni entrar en ella para darme cuenta, nadie te a tocado.

--Bueno, y estoy orgullosa de eso-- lo observe. --y dejame decirte Cipher, si tuviera que perder mi virginidad, no sería contigo--

--recordare esas palabras _____-- dijo divertido. Hice un simple "Hum" para darle la espalda.

--vamos, no te enojes, solo hablamos-- tomó mi hombro de volviéndome a mi lugar mientras se apoyaba en su codo y ponía su cabeza sobre su mano. Lo quedé mirando unos segundos. --cuándo amanezca, quiero que vayamos a Raromagedon-- hablo. --Damián esta creciendo y necesito que practique sus poderes, aunque al ser mitad humano le retiene un poco.

--oh! Ahora recuerdo!-- me voltee hacia él. --no estabas en casa, y cuando me levante era un triangulo bebe-- con mis manos hice su tamaño --era muy pequeñito-- reí con ternura. Bill solo me quedó mirando para así sonreír.

--¿cuánto tiempo duró así?-- preguntó.

--de cuándo desperté a cuando lo tuve en brazos unos cuantos segundo, pero no se de cuanto antes estaba asi-- puse mis manos como almohada.

--ya veo-- hablo. --estoy orgulloso de él, pero aún no me acostumbro a tener un hijo, después de todo solo tiene 3 años de vida.

--la verdad es que si, pero lo haces bien... A tu manera-- observe su ojo visible.

--¿a mi manera? De todas las formas lo hago bien-- dijo sonriendo.

--eh... Si-- hice una mueca mirando a otro lado.

Cuando Bill iba a agregar algo más, la puerta de la habitación de abrió y unos pequeños pasitos sonaron en el suelo. Ambos levantamos la cabeza viendo al pequeño Damián subirse a la cama por los pies de esta.

--papi! Tuve una pesadilla-- hablo gateando hasta nosotros. Tanto yo como Bill a la vez abrimos las sábanas para que el se metiera entre nosotros. --Soñé con 6 dedos! Él te alejaba de nosotros...junto a Pino!-- Bill frunció el ceño al oírlo.

¿Pino?.... ¡Dipper!

--Maldición... -- lo escuche decir.

--Solo fue una pesadilla-- dije abrazando al pequeño rubio. --intenta dormir ¿si?-- acaricie su cabeza mientras se acurrucada contra mí. Comencé a tararear una canción de cuna para que le fuera más fácil.

Me encontraba algo inquieta por la reacción de Bill. Cuando Damián se durmió observe al rubio mayor.

--¿sucede algo?-- pregunté.

--los demonios no tenemos pesadillas, si no cosas que vienen a futuro, predicciones...-- hablo cerrando sus ojos mientras se masajeaba el puente de la nariz. --pero no debo preocuparme, puedo cambiar el Futuro.-- me volteo a mirar. --Duérmete, debo hacer algunas cosas-- se levantó de la cama.

El pánico entró en mi en breve.

--Bill!-- lo detuve. --Eh... Llevanos contigo-- le dije.

--No-- se negó. --mañana vendré por ustedes-- sin más se cambió ropa y salió rápido de la habitación. Tengo un muy mal presentimiento.

Me mordí el labio.

Dipper solo espero... Que si no te a encontrado, no lo haga, y si lo hizo, que no te mate.

Lo conocí apenas llego a Gravity Falls puesto que yo ya trabajaba en la Cabaña del Misterio. Nos hicismo amigos y poco después, novios. Era feliz con él ademas que a ambos nos gustaba lo mismo, resolver los misterios del pueblo.

Nunca me encontré con Bill.

Solo conocía cosas de él por lo que él diario decía, más nada hasta que apareció Ford y él me explico lo demás. Desde entonces había comenzado a temerle...

Ahora, no se que siento por él ¿cariño? Me molesta mucho y hace bromas que no me gustan pero me divierten. Me siento confundida.

Abrace aun más a Damián besando su cabeza para cerrar mis ojos y hacerle caso a Bill. Sinceramente me costó quedarme dormida, pero la fin y al cabo lo logre luego de un rato intentándolo.

Por la mañana, Damián fue quien me despertó diciéndome que tenía hambre. Como todas las mañanas me levante tomándolo en brazos llevándolo a la cocina para preparar dos tazones de cereal con leche.

Luego me bañaria y cambiaría ropa. Lo mismo haría con Damián. Tomé una cucharada de mi desayuno cuando un portal se abrió dejándome ver a Bill con una sonrisa grande en su rostro. Damián al verlo lo saludo yo solo lo mire.

--Buen día, ¿están listos para ir a Raromagedon? hoy será un día divertido-- dijo afirmando su bastón.

--Debemos arre....

Un chasqueo de sus dedos me hizo callarme. Damián ya estaba vestido al igual que yo. Hice una mueca.

--¿decías?-- preguntó.

--o callate.

Ella es tu madre. [Bill Cipher y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora