Capítulo 20

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Harry se tragó la garganta sintiéndose repentinamente bastante reseco. El ruido de la celebración se hinchó y ensordeció: la corte había ido demasiado lejos en su bebida jovial para recordar que, como señores y damas, se suponía que debían mostrar algún tipo de decoro.

Aunque no eran los únicos.

El sorpresivo regreso de la sala del Rey hizo que Uther retirara todas las paradas. Los muchos invitados estimados incluyeron, pero no se limitaron a; varios aliados vecinos, los Señores y Damas más ricos de Camelot, y los caballeros que habían pasado largos meses en busca de Morgana.

Luego, por supuesto, estaban los sirvientes necesarios para servir una lista de invitados tan grande, aunque apenas contaban. Fue la última categoría en la que Harry cayó; También fue su inclusión en este último lo que puso su cuello y el de su hermano en tal riesgo. Habían tenido la suerte de haber escapado de la ira de Uther por haber estado en la misma vecindad que Morgana cuando fue secuestrada ... aunque ahora ...

Ahora que había vuelto y capaz de decirle al Rey lo que sucedió ese fatídico día (o al menos su versión de eso, aunque para ser justos, Merlín había amenazado su vida), tendría suerte de ver el amanecer de mañana. Uno tenía que preguntarse por qué se estaba quedando cuando sabía esto. Demonios, incluso él se preguntaba por qué todavía estaba aquí.

A veces pensaba que debería haber sido colocado en Hufflepuff en lugar de en Gryffindor; Después de todo, tenía la maldita lealtad maldita tres veces maldita de un tejón. Considerando cómo Merlín lo había tratado en el pasado (incluso si había mejorado recientemente) sabía que no le debía nada a su hermano. Ciertamente, no debería quedarse para intentar proteger a Merlín de las consecuencias de sus acciones anteriores. Pero no pudo evitarlo.

No pudo evitarlo porque, a pesar de todo, las cosas habían mejorado. Merlín se había convertido lentamente en el hermano que Harry siempre había querido ... seguro de que tenían mucho camino por recorrer, pero estaban llegando allí. Y si iba a ser perfectamente honesto; No quería dejar a Arthur atrás.

Sí, era un tonto.

Así que se quedó esperando que cayera el otro zapato ... y por cierto que Morgana lo había estado mirando toda la noche (cuando Uther no estaba mirando eso), no pudo evitar sentir que iba a caer pronto.

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Morgana entrecerró los ojos mientras observaba su acercamiento cauteloso. La agitada culpa que sentía por lo que planeaba hacer no borraba por completo la ira y la traición que aún sentía por las mentiras y las mentiras de su amiga. No, definitivamente no.

Sabía que estaba al menos igualmente equivocada sobre sus propias verdades a medias (o lo sería cuando finalmente llevara a cabo el plan; lo más probable es que fuera aún más responsable de la grieta entre ellos en ese momento), pero a partir de ahora ... ..

En este momento él estaba más equivocado que ella: le había mentido desde el momento en que se conocieron y ella no tenía dudas de que todavía lo estaba haciendo. Entonces sí, todavía estaba bastante enojada, y no estaba dispuesta a ocultar ese hecho.

Henry pareció percibir su estado de ánimo cuando su expresión se volvió aún más reservada que antes, pero a pesar de su clara reticencia, no se tambaleó en su camino. "Su Alteza" su saludo fue formal y rígido y solo acarició su propia ira.

Y todos los hombres reyes (traducción) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora