Merlin ~ Un nuevo Destino

3° La pesadilla comienza

Pasaron los días y Gwen había decidido estar en el aposento de Lady Morgana porque últimamente tenía más pesadillas y eran más terroríficas.

En la noche, ella se fue y yo me dormí en la cama cómoda, me encantaba aquella cama, aunque sólo era una cama de una sirvienta a mí me parecía que era una cama muy blandita. Me quedaba dormida en cuanto me sentaba.

Narración de Gwen...

Estaba de nuevo en la habitación al lado de Lady Morgana. Ella necesitaba mi ayuda.

Estaba sentada en una silla que estaba junto a un escritorio, en frente había un espejo. Casi dormida apoyando mi cabeza sobre mis brazos. Hasta que de repente escuché un gran grito de mujer....

Me desperté de golpe y el cristal que había enfrente mía se rompió en mil pedazos y después volaron los trocitos, que acabaron esparcidos por el suelo. Yo me asusté y fui con Lady Morgana.

—¡¡Gwen!! ¡¡Ahh!! —gritaba desconsoladamente. Entré en la habitación y la cortina de la ventana estaba ardiendo. Habían llamas sobre la tela. Yo, asustada, ayudé a Morgana y salimos las dos corriendo. Avisamos a los guardias y ellos apagaron el fuego. Yo estuve muy preocupada.

—¿Qué fue aquello, Lady? ¿Quién provocó el fuego? —pregunté intranquila mientras ella estaba tensa, sentía que se preocupaba por algo.

—No lo sé. Fue la vela. La vela se.... la llama de la vela se alargó y alcanzó la cortina. —Dijo Lady Morgana temblando del miedo.

—Pero si yo la apagué. Apagué la vela antes de irme —dije incrédula. Ella me miró extrañada.

—Pues se encendió... y quemó la cortina. —Yo la miraba y estaba extraña. ¿Quién podría haber causado ese fuego?

Narración Martha...

Me desperté por la mañana. Debía levantarme temprano ya que hoy era mi primer día como cocinera del Príncipe Arturo.

Mientras me encaminaba para llegar a su aposento, miré y me fijé. En el aposento de la protegida del rey estaban el rey, Gwen, Arturo y Merlin. Yo escuché su conversación.

—Volví a entrar con las mantas y apagué la vela. Juro que la apagué. No sé que pudo pasar... —Dijo Gwen sin tener una explicación lógica. El rey le miró extrañado.

—Yo sé que fue... fue brujería. —Dijo el rey mientras miraba la cortina negra que fue quemaba por el fuego de anoche.— Alguien lo inició, no hay duda.

De repente el rey se fue, yo me escondí entre las sombras y no me vio.

—¿Espiando al rey? —Dijo una voz. Miré hacia atrás y sonreí. Era Merlin.

—Sólo escuchaba...

—No te preocupes. Todos queremos saber qué fue lo que ocurrió realmente... —dijo él y comenzó a andar junto a mí mientras hablabamos— La cámara de Morgana fue incendiada anoche. Según el rey dice que alguien lo inició... un hechicero. —Tragué saliva y ajusté mi garganta— Pero no creo que sea así.

Llegamos al aposento de Merlin y nos quedamos en la puerta. Nosotros dos nos miramos al escuchar una voz conocida de una chica hablando dentro.

Escuchamos lo que decían...

—Sé que puedo confiar en tí, Gaius —Dijo Morgana y Gaius asintió— Fui yo... yo inicié el fuego. —Comentó y Gaius hizo un gesto de incredulidad.

—Bueno... puede ser. Quizá tiraste la vela.

—No Gaius. Yo inicié el fuego.... con mirar, la llama se hizo más grande y alcanzó la cortina. ¿Fue magia? —preguntó ella asustada. Merlin y yo nos mirábamos desde afuera.