8° Lamia

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Me desperté como cada mañana. Me dirigí al aposento del rey para darle su almuerzo.

Cuando llegué, entré y le vi pensativo sentado junto a su mesa.

—¡Hola My lord! —dije de una sonrisa. Éste me miró.— ¿Qué te ocurre?

—Una mujer... Amiga de Gwen, me pidió ayuda. —Le miré extrañada— Su aldea fue atacada por una enfermedad llamada "Peste sudorosa".

—¿Y qué vas a hacer? —pregunté. Él me miró.

—Voy a ayudarles... Es mi deber ayudar a todas las personas de este reino. —Dijo él. Yo le sonreí— Así que mañana mis caballeros partirán a la aldea.

—Está bien. Me alegro. —Después de eso me dirigí hacia la puerta del aposento para salir, pero Arturo me llamó de nuevo y volteé a mirarle.

—¿Te gustaría acompañarles en la misión? —Le miré de nuevo con extrañeza— Irán mis caballeros, Gwen, Merlin y la mujer hacia la aldea.

—¿Y por qué tengo que ir yo?

—Mis caballeros deben comer bien... Eres la cocinera —Me sonrió. Le devolví la sonrisa.— Además, tu aportación sería de gran ayuda.

—Está bien, My lord. Estaré preparada para mañana. —Dije, hice mi reverencia y salí de su aposento.

Al día siguiente...

Era por la mañana y me estaba preparando para salir. Me estaba despidiendo de Daphne.

—Ten cuidado, por favor. Y cuida también de Merlin —decía ella con preocupación. Yo le dediqué una sonrisa.

—No te preocupes... Estaremos bien, te lo aseguro. —Dije. Ella me sonrió.

Después de eso salí de mi aposento y me dirigí al patio del palacio. Allí estaban León, Percival, Gwaine, Elyan, Gwen, Merlin y aquella mujer que necesitaba ayuda. Me monté en mi caballo y salimos hacia fuera de Camelot.

《Más tarde》

Llegamos a la aldea. Vimos como la mujer se bajaba del caballo y corría para abrazarse con un hombre... Supuse que era su esposo. Luego vi como Gwen se acercó a aquel hombre y se abrazaron.

—No sé como expresar vuestra gratitud... —dijo aquel hombre. Luego él comenzó a mirarnos a todos— ¿Dónde está Gaius?

—Lo siento... Lo necesitaban en Camelot pero intentaré ayudaros en todo lo posible. —Dijo Merlin mientras llevaba colgada una bolsa de médico.

—Tememos por nuestras vidas... Necesitamos a un médico hábil y no a un muchacho. —Decía el hombre a Gwen.

—Su nombre es Merlin... Fue designado como médico por el rey en persona. —Comentó Elyan.

—¿Dónde están los infectados? —preguntó Merlin. El hombre señaló hacia la puerta de una de sus casas. El moreno de ojos azules entró dentro de la casa.

Estuvimos toda la tarde investigando los cuerpos de los ciudadanos infectados, pero no encontramos pruebas ni nada que tenga que ver. Era muy extraño... ¿Qué ocurrió exactamente?

No lo sabíamos con certeza, pero debíamos descansar para mañana seguir trabajando.... Nos quedaba mucho trabajo por delante.

《Ya en la madrugada》

Me desperté. Salí hacia fuera de la casa en la cual estaba durmiendo.

Escuchaba voces en mi interior... No sabía quién era la que me estaba hablando... Pero sentía esa presencia extraña.

Merlin ~ Un nuevo DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora