Merlin ~ Un nuevo Destino

11° La rapidez de la Bruja

Era de noche, la luna estaba ahí para reflejar los hermosos rayos de luna. Yo dormía junto con Daphne en mi habitación hasta que de repente escuché una voz en mi cabeza.

Decía: "continúa" una y otra vez. Yo me extrañé, me dolía mucho la cabeza. Comencé a quejarme y Daphne se despertó.

—Martha, ¿qué te ocurre? —me dice ella desde su cama. Yo seguía con el dolor de cabeza.

—"¡Encuentra a Morgana, rápido!" —Dijo aquella voz en mi cabeza. Pude escuchar que era una voz de niño pequeño. Decidí levantarme para investigar. Mientras detrás mía Daphne se encontraba mirándome extrañada.

Salí al pasillo y estuve mirando a ver que veía.... si podía averiguar quién era esa voz.

Miré y vi a dos sombras por el pasillo. Decidí acercarme.

Vi que uno era un hombre vestido de caballero, pero sabía que no lo era ya que podía sentir su magia... aquel aura era distinta.

Miré y habían dos hombres vestidos de caballeros por delante de él mientras cargaban un barril.

Yo me extrañé, ¿qué hacían aquí?

De repente sentí una mano detrás mía, miré y era... Merlin.

—Ven. Vamos a seguirlos. —Me dijo Merlin mientras seguía andando. Yo seguí con él para saber quiénes eran.— Van al aposento de Morgana.

—¿Cómo sabes eso? —pregunté. Aunque sabía muy bien que lo había oído a través de la mente... al igual que yo.

Hizo como que pensaba— Intuición —dijo él y reí. Seguimos persiguiendo a esos hombres.

Vimos como se pararon. Nosotros observábamos lo que hacían.

Pude ver como abrieron el barril y del barril sacaron a... ¿Mordred? El chico druida estaba metido en aquel barril. Merlin y yo nos miramos extrañados. ¿Qué hacían aquí?

Vi como el niño comenzó a correr hacia una escalera para arriba. El hombre le seguía detrás.

Merlin me miró— Debes volver a tu aposento. Yo avisaré a Arturo. —Dijo Merlin mientras salía corriendo.

Yo miraba como cruzaba la esquina del pasillo. Yo decidí ir a mi aposento. Cuando llegué vi a Daphne y estaba enojada.

—¿Dónde fuiste? He estado preocupada —dijo ella.

—Lo siento. Escuché voces en mi cabeza y tuve que salir para ver quién era quien hablaba. —Dije mientras entraba y cerraba la puerta.

—¿También puedes oír voces a través de la mente? —preguntó ella. Yo asentí.— ¿Quienes eran?

—Un niño druida amigo de Lady Morgana y un hombre que iba con él. —Dije con cara todavía pensativa y de preocupación.

—Conozco esa cara... ¿son gente buena o mala? —dijo ella.

—No lo sé... eso tenemos que averiguarlo. Se verá mañana lo que ha pasado...

Nos tumbamos y de repente escuchamos cómo las campanas de alerta comenzaron a tocar.

Asaltamos las dos desde nuestras respectivas camas. Luego nos miramos preocupadas. ¿Qué irá a hacer aquí ese niño? ¿Qué querrá? Debo tener cuidado.... la advertencia que me dijo aquella vez Kilgharrah no será abandonada.

Al día siguiente...

Era por la tarde y fui al aposento de Arturo para darle el almuerzo.

Cuando entré no vi a Arturo, si no a... ¿Morgana? Estaba hablando con Merlin. Me uní a su conversación.

—Sí, entrena a diario. A la misma hora siempre. —Escuché que decía Merlin. Me acerqué a ellos. Me miraron.