Uno

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- Y -

Camino por la casa de una habitación a otra, del salón a la cocina, de la cocina al balcón de mi cuarto. Voy despacio con la mirada fija en los pensamientos que me han atormentado toda la noche. En la mano sostengo una taza de café, que poco a poco ha comenzado a enfriarse con la brisa de la mañana y mirando el jardín vacío, no puedo evitar volver a torturarme mentalmente.

Vistiendo solo de una camisa a medio abotonar, en ropa interior y descalzo, Jimin me abraza posando su cabeza en mi espalda. Su cuerpo sigue tibio debido a que acaba de levantarse de la cama, pero sus manos comienzan a enfriarse tan rápido como mi café.

Entre sorbo y sorbo, cuento en mi mente cada una de las adversidades que me han sucedido. El chico aferrado a mí es lo más precioso que me ha pasado en la vida y yo estoy haciendo una tortura de la suya. Estoy siendo egoísta.

- Deja de atormentarte por esto – me dice con voz somnolienta – No es tu culpa.

Por supuesto que es mi culpa. Todo lo que le ha estado pasando esta última semana es mi culpa.

Apenas puede hacer su vida normal en la universidad, no puede caminar tranquilo por las calles sin que se le acerquen un montón de periodistas y apenas puede ir a su casa tranquilo. Ayer por la noche un montón de gente se agrupó fuera de su edificio y le fue imposible subir a su departamento.

Mi pesadilla se convirtió en la suya.

Sé que intenta actuar como si nada pasara, como si esto no le afectara, pero sí lo hace. Puedo ver su rostro asustadizo cuando ve una cámara y no puedo hacer otra cosa más que volver a culparme.

Ya le he hecho mucho daño y ahora transformando su vida en un infierno, me queda claro la horrible persona que soy.

Jimin no se merece todo lo malo que le he traído a su vida.

- Ve dentro. Está frío aquí afuera, puedes pescar un resfriado.

Jimin empuña sus pequeñas manos en mi playera soltando un ligero ronroneo – Ven conmigo.

- Luego – miro el líquido dentro de mi taza sin soltar vapor. Ya no hace falta beberse esto – Vuelve a la cama.

Cuando noto que su calor desaparece y pienso que me ha hecho caso, le veo rodearme para quitar con suavidad la taza fría de mis manos y dejarla en una pequeña mesa. Su cabello enmarañado y su rostro recién despertado me llena de amor.

- Cariño... - su voz ronca me da a entender que sigue teniendo sueño – Deja de pensar que me iré de tu lado por todo esto que está pasando porque tarde o temprano iba a suceder – sus manos tiernas cogen las mías y las acarician con dulzura – Si yo decidí estar contigo fue con todo y espinas, pero por favor no me apartes de tu lado porque es el mayor daño que podríamos hacernos.

Estoy casi seguro que algún día se terminará cansando de mí y toda la maraña de problemas que traigo detrás.

- ¿Volverás mañana a tus clases? – pregunto sin poder mirarle a los ojos.

- Sí – responde firme – Porque nada ni nadie impedirá que lleve mi vida como siempre lo he hecho.

El tono en que lo dice me da ánimos, pero no los suficientes para dejar de pensar estupideces.

- Hey... - me coge de la barbilla para obligarme a mirarle a los ojos. Jimin tiene unos ojos marrones profundos y rasgados demasiado seductores a pesar de estar recién despertándose – Te quiero mucho, Yoongi. Por favor no olvides eso nunca.

- No quiero esto para ti Jimin...

- Deja de ver esto como una tortura – sonríe acariciando mi mejilla – Veamos el lado positivo a las cosas, como por ejemplo que ahora podremos salir juntos sin tener que disfrazarnos, ocultarnos o inventarnos nombres falsos. Ser novio de una super estrella no es tan malo – ríe – Además he leído muchos mensajes positivos de varias personas en las redes sociales.

HATED FAME | YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora