Veinticuatro

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- J -

Todo vuelve a ir mal otra vez. Llueve como si le hubieran partido el corazón al cielo y no dejan de caer rayos horribles. Nada está bien, esos feos rayos caerán sobre mí y moriré. Tiemblo como una gelatina sintiendo el agua empaparme por completo. Tengo frío, muchísimo frío y mis manos están tan heladas que podrían romperse fácilmente con el viento que circula por la calle.

- Yoongi... – sollozo sintiendo mis piernas temblar.

Oprimo mis manos mucho más fuerte sobre mis orejas con la esperanza de que así no pueda seguir escuchando los feos sonidos de los rayos asustarme desde el cielo, sin embargo cuando creo haber aplicado la suficiente fuerza como para hacerme daño, una mano las quita de su lugar y algo se posa sobre mis oídos sobresaltándome.

Ya no escucho la tormenta, oigo música.

Abro los ojos desconcertado. No entiendo muy bien lo que pasa porque no logro ver mucho debido a mis mejillas hinchadas y las lágrimas acumuladas en mis ojos como el charco en el que estoy sentado.

Una mano pálida y cálida limpia mi rostro empapado. El miedo se esfuma de golpe cuando veo a Yoongi frente a mí con un paraguas sobre mi cabeza.

Mi ángel de la guarda volvió a salvarme una vez más de esta fea pesadilla.

No llores, pequeño. Todo va a estar bien.

Cierro los ojos un segundo y cuando los vuelvo a abrir ya no estoy en el charco, si no que muy a gusto cobijado en una cama. Un fuerte sonido se oye de repente y como acto reflejo escondo mi cara bajo la sábana. La tormenta no ha cesado, incluso parece mucho más agresiva que hace un instante.

El miedo vuelve a apoderarse de mí. Detesto temerles tanto a las tormentas.

Tardo unos segundos en conseguir moverme, pero lo único que logro es flexionar mis piernas.
Otro estruendo me hace dar un brinco en mi lugar. Odio esto, quiero que el miedo se vaya. Lo odio, lo odio, lo odio...

Concentrado en mi reproductor de música mental y repitiéndome a mí mismo que ya pasará, siento un peso acomodarse tras de mí. El corazón no deja de martillarme contra las costillas cuando noto unos brazos rodearme con suavidad, atrayéndome hasta un pecho que sube y baja con tal serenidad que logra tranquilizarme.

Estoy aquí. Cuidaré tus sueños, cariño...

Yoongi cuidará mis sueños.

No llores, solo cierra los ojos e intenta dormir... Estoy aquí para ti.

Se siente tan bien cada palabra que sale de su boca. Es... cálido.

Ahora todo va a estar bien...

Todo va a estar bien...

Sí, todo va a estar bien.

Cuando abro los ojos, la luz del sol me ilumina el rostro. Suelto un bostezo que logra desperezarme un poco e intento abrir los ojos para enfocar a un grupo de patos que nada en fila al otro lado de la ventana que tengo al lado. Papá está cortando un poco de leña.

¡¿Papá está cortando un poco de leña?!

¡¿Por qué está haciendo eso?!

Salgo de la cama hecho un rayo para calzar mis zapatos y correr hacia él.

- ¡Papá! – le grito llegando a su lado con el rostro adormilado – ¡Te dije que yo me encargaría de eso! Dámelo – le quito el hacha – ¿Ya desayunaste?

Él niega con la cabeza y mira la puerta entreabierta de su pequeña cabaña – Esperaba que te despertaras para hacerlo.

Dejo el objeto al costado de la leña – Entonces vamos, luego me encargaré de esto.

HATED FAME | YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora