Diez

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- J -

Observo a Youl agitar la cucharilla de su café con la vista clavada en la espuma. El café se ve caliente. Usualmente pediría una tarta de fresa, pero no tengo apetito. Dos minutos después Youl al fin deja la cucharilla en la taza y se acomoda en su sitio.

- ¿Hace cuánto te llegó el primer aviso?

No sé si debería estar aquí. Yoongi se irá mañana por la mañana y se supone que esta noche le prepararía una cena fantástica. Ya debería estar yendo a la tienda por algunos ingredientes.

- Hace un par de semanas – respondo jugueteando con la servilleta – La noticia de nuestro noviazgo fue debido a esta persona.

- Eso explicaría cómo es que todos recibimos las fotos en nuestros teléfonos. Es un número desconocido.

- Sí...

- ¿Qué más te ha llegado? Digo, además de las notas diciendo que te alejes.

- La fotografía de mi madre y una rata muerta. Es todo.

- Ayer por la tarde fui a ver las cámaras de la universidad, pero ninguna graba el pasillo. Son una mierda.

- ¿Qué? ¿Cómo que no? – me quejo apoyando ambas manos en la mesa – Pero si yo vi una en la mitad del pasillo.

- Lo que viste es un rociador anti incendios – bufa cruzándose de brazos – ¿No has recibido nada más en estos dos días?

- Pues...

Recibí un mensaje cuando venía camino hacia acá.

- ¿Pues...?

- Sí – respondo erguido con la mirada en el pequeño barco de papel que hice con la servilleta – Me llegó un mensaje hace no más de media hora.

- ¡¿Y por qué demonios no me lo comentaste?!

Algunos clientes se giran a mirarle con molestia. Youl está siendo demasiado ruidoso.

- Baja la voz – digo entredientes lanzándole el móvil por la mesa – Léelo.

Youl coge el aparato con el ceño fruncido. Está serio mirando la pantalla.

- Como no estás entendiendo, espero que tus amigos lo hagan por ti... – apenas termina de leer, me mira boquiabierto – Esto debe ser una broma.

- Ojalá lo fuera – digo echando un vistazo a mi alrededor. Por suerte nadie tiene su atención centrada en nosotros, pero sí un chico que se nos acerca con una sonrisa.

Muhyun se ve muy contento luciendo un delantal nuevo.

- Jamás creí que los vería juntos más de cinco minutos sin que comenzaran a darse puñetazos o insultarse – ríe dejando un café frente a mí – Es sorprendente.

- Cállate, Muhyun – gruñe el rubio – Él sigue odiándome.

- No lo hago.

- ¿Y qué hacen aquí entonces? – pregunta sentándose en una silla a mi derecha – ¿Reforzando el lazo de enemistad?

- Esperamos a Taehyung – dice Youl ladeando una falsa sonrisa – ¿Lo esperarás con nosotros?

Inmediatamente todo el buen ánimo del alto chico se esfuma.

- Tengo que volver al trabajo – explica volviendo a ponerse de pie. Me da un poco de lástima verle a los ojos porque de un segundo a otro se han vuelto tristes – Hablamos luego. Disfruten su café.

- Gracias... - quisiera decirle que se quedara, pero estoy aquí por una sola razón en particular.

Cuando Youl nota que su amigo está lo suficientemente lejos de nosotros niega con la cabeza soltando una risilla – ¿Ya te enteraste de la discusión que tuvo con tu amigo?

HATED FAME | YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora