HATED FAME | YOONMIN

Treinta y cinco (Final)

- J -

Diez años después

Me impresiona toda la energía y la poca capacidad para mantenerse quieto que tiene este niño, bueno, lo normal, tiene cinco años. Le observo saltar de un adoquín a otro con un nuevo dibujo colgando de su mano derecha. La hoja tambalea como la bandera de los piratas animados que ve en televisión, está un poco arrugada, pero no por eso deja de ser una obra de arte.

- ¡Papi, date prisa! - me apresura corriendo para coger mi mano. Es precioso. Nunca me cansaré de decirlo, mi hijo es precioso. Su cabello castaño cae un poco por su frente contrastando con su piel blanquecina, su nariz es pequeña y tiene unos mofletes regordetes que quiero comérmelo a besos todo el tiempo - Tenemos que pegar mi dibujo en la neveva.

- Se dice nevera, Jisong - le corrijo sacando las llaves de casa.

- Papá va estar muy sorpendido - estira sus pequeños brazos hacia los costados como si entre ellos hubiera un espacio gigantesco - ¡Todo esto de sorpendido!

No puedo evitar sentirme contagiado de su alegría. Siempre está muy feliz de mostrarle sus dibujos a Yoongi porque éste le celebra hasta un simple garabato con crayones.

Mientras caminamos hasta la entrada, rodeados por cerezos ya florecidos debido a la primavera, mi pequeño se echa a reír tapando su boca como si hubiese recordado alguna maldad de las suyas. No si asustarme por ello o no porque la última vez que reía de esa forma empapó al gato con crema para las manos y mi bola peluda ya no está para fastidios, menos con ahora diez años. Está mayor, aun así deja que Jisong le haga maldades.

- ¿De qué te ríes?

- Era un sequeto, pero el tío Tae ya lo sabe así que te lo diré - vuelve a reír por lo bajo arrugando su dibujo sin notarlo - ¡SunHee besó a un niño!

Me echo a reír interesado en el cotilleo - ¿De verdad? ¿La viste?

- ¡Con mis popios ojos! - señala con una mano sus hermosos ojos miel - ¡Incluso la maestra la vio!

Creo que ya puedo hacerme una idea de la expresión de Jungkook cuando se entere. Ese tonto siempre ha sido un padre sobreprotector con su pequeña hija diciendo que el que se atreva a tocar a su princesa será asesinado.

- ¿Y tú besaste a alguien también? - me intereso. Me echo a reír con ganas cuando mi hijo me mira con asco.

- Guacala - enseña la lengua - A mí no me bustan esos juegos y SunHee le dio un beso a ese niño poque perdió. Fue muy gaciosa la cara de su papi.

- ¿De Taehyung?

- Del tío Kuky, ¡el tío Tae le hizo así en la cabeza! - empuña sus manos y las baja de golpe como si quisiera hacerle daño al aire - ¡Así, papi! Poque la maestra le contó y se volvió loco. Yo me reía mientras esperaba que me bucaras.

¡Demonios! Me quedé atascado en la carretera y llegué algunos minutos tarde a recogerlo, de no ser así no me habría perdido el golpetazo que le dio Taehyung al chiflado de mi mejor amigo.

- ¡Papá ya toy aquí! - grita echando a correr por la casa cuando abro la puerta.

En dos segundos desaparece de mi vista y tiro su mochila de nubes al sofá para ir a la cocina por un poco de agua. Esta mañana he tenido mucho que hacer planeando las presentaciones que haré cuando regrese de nuestro viaje y no he descansado ni un poco. En lo que le di de desayunar a los niños, luego el viaje hasta el centro de la ciudad, atender las llamadas del extranjero y buscar a Jisong en el colegio, no me ha dado tiempo siquiera para llamar a mamá y felicitarla por lo bien que le está yendo en su empresa.