HATED FAME | YOONMIN

Veintinueve

- J -

- ¿Qué hacemos aquí? – pregunto con cierta mala espina perforándome un pulmón. Yoongi se ha detenido frente al hospital y, por lo que sé, no tenemos ningún motivo para estar aquí. Pensé que iríamos a Hannuk luego de recoger algo de ropa.

- Visitar a un amigo – responde Jungkook desde los asientos traseros. Tanto Yoongi como Jungkook se colocan el cubrebocas antes de abrir la puerta y bajar.

- Ponte el tuyo – avisa ajustándose la gorra – Hay periodistas rondando.

¿Por qué estarían aquí? ¿Acaso ocurrió algo de lo que no estoy enterado?

Taehyung es el único que tiene el rostro descubierto. Una parte dentro de mí anhela poder salir así a la calle, pero desde que soy novio de Yoongi eso no puede ser. Es algo mínimo, pero qué más da.

- Bien – hago caso con Yoongi acercándose por mi derecha. Me abre la puerta, me coge de la mano y me acomoda la gorra de lana escondiendo algunos mechones de cabello bajo ésta. El color rosa está desapareciendo y mi cabello natural se está manifestando otra vez.

- Vamos.

No digo nada mientras nos adentramos en el hospital por un camino alternativo a la puerta principal. Dentro parece ir todo normal, salvo afuera; afuera parecía que un montón de gallinas estuvieran picoteando desesperadas un poco de maíz. Fue un comentario bastante campesino, pero eso me recordó verlos asomados por la puerta.

- Deberíamos ir por las escaleras – dice Taehyung observando al grupo de personas esperando el ascensor.

- Vayan ustedes – Yoongi habla en voz baja sin soltar mi mano – Jimin tiene el pie dañado. No haré que suba las escaleras.

- Está bien. Nos encontramos arriba – asiente mi mejor amigo – Vamos, Tae.

- Sí.

Ambos chicos caminan rumbo a las escaleras en lo que nosotros esperamos que el número marcado arriba de las puertas metálicas indique el primer piso.

Todavía no sé qué hacemos aquí.

- Si te seguía doliendo debiste decírmelo – cuchichea mirando el piso – Veremos a un doctor.

- ¿Qué? – la idea de tener que volver a ver a un médico no me gusta – No hace falta.

- Veo cómo cojeas. Han pasado casi dos meses desde tu lesión y sigues con dolor, eso no debería ser normal.

- Sí que lo es – discuto – solo necesito hacer un poco de reposo y listo. Estando con papá forcé mucho mi pie y por eso ahora me duele un poco, pero no es algo para alarmarse.

Las puertas se abren dejando que las personas entren apresuradas como si fuera el único viaje que hará el ascensor en lo que resta del día. Con Yoongi entramos, pero hay tanta gente que nos mira extraño como si fuéramos dos sospechosos que me jala hasta un rincón y les da la espalda pegado a mí como un escudo.

La panza me hace cosquillas apenas nuestras miradas se unen. Estoy tan enamorado de sus ojos rasgados y profundos que siempre que los miro me saca un suspiro. En realidad, estoy enamorado de todo acerca de él, pero lo que sin duda me vuelve loco son esos pequeños detalles que tiene conmigo como una caricia en mi mejilla, una mirada llena de amor, las miles de formas que tiene para sacarme una risa cuando estoy triste o sus dulces palabras susurradas a media noche cuando cree que estoy dormido. Cada uno de ellos son inmensos tesoros que guardo en mi corazón.

Te amo.

Quiero que mis ojos le hagan saber lo mucho que lo amo y agradezco que sea la única persona capaz de hacerme sentir yo mismo otra vez. Estando sólo no me sentía yo, era otra persona, sin embargo con él soy Jimin y me siento tan amado como nunca.