HATED FAME | YOONMIN

Once

- Y -

Es sábado por la tarde y no he podido pegar un ojo en toda la noche. La incertidumbre no me dejó dormir, pero lo que tengo claro es que de seguro en algún momento de esta noche o la de mañana, mientras mi cuerpo yazga en la inerte inconsciencia, algo en mi vida habrá cambiado de repente y quién sabe si para siempre porque todavía no respondo el mensaje que me envió Jimin ayer por la tarde.

Apago la televisión y subo a la terraza envuelto en mi abrigo negro. El cielo enrojecido, como herido de muerte, es el preludio de la oscuridad que no tardará en llegar. Las nubes tapizan sobre el horizonte como un telón que desciende lentamente preparando a los espectadores para volver a sus casas. Abajo, en las profundidades de las calles, las personas se mueven con más prisa de la habitual. Es como si todos repentinamente huyeran de algo desconocido, así como yo lo hago de mi realidad. No quiero admitirlo, pero estoy aterrado.

Con las primeras gotas cayendo del cielo decido volver a mi habitación. Son casi las ocho de la noche, por lo tanto, es una buena hora para encender la laptop y conectarme vía Skype.

Entre mis contactos favoritos él no está en línea, pero sí Taehyung que no tarda en enviarme una invitación a videollamada.
Dudo un par de segundos en contestarle, pero lo hago al fin y al cabo.

- Hola hermanito.

Tal parece que la señal es buenísima porque puedo ver donde se encuentra y no es ningún lugar de mi casa. Es como si estuviera en medio de la calle.

- ¿Dónde estás? – pregunto captando que me habla desde su teléfono.

- Llegando a un parque – me enseña una bolsa llena de cosas – Fui por pinturas y algunos lienzos. Oye, te ves terrible.

- Debe ser la señal del hotel, pero yo a ti te veo bien.

- Lo decía por tu cara.

- Mi mejilla está desinflamada – explico tocando mi rostro – Ya no me duele.

Aunque es verdad que Namjoon me regañó como un loco cuando me vio.

- No lo decía por tu mejilla, ¿estás bien? Te ves... no lo sé, ¿apagado?

No he dormido bien y mi cabeza no deja de repetirme que Jimin va a dejarme apenas vuelva a Seúl, ¿quiere que sonría?

- ¿Cómo está Jungkook? – cambio el tema.

- Bien, su proyecto fue un éxito gracias a ti. Dijo que te lo agradecería en persona cuando volvieras – sonríe acomodándose en una banca – ¿Por qué mejor no me preguntas por la persona que realmente te interesa?

- Jungkook sí me interesa.

Y no miento. Podré molestarlo todo el tiempo, pero por supuesto que me preocupa el mocoso. Quiero que cumpla sus metas y así pueda darle una bofetada de éxito al imbécil de su padre que me cayó como patada en el culo.

- Claro... Ya pregúntame por Jimin, lo leo en tus ojos, quieres hacerlo.

Detesto la forma en que Taehyung sonríe creyendo saberlo todo y tiene razón.

- ¿Cómo está su pierna?

- Mejor. Ahora puede caminar y hacer sus cosas como siempre, incluso hoy creo que fue a la academia, pero usando shorts. Está comenzando a hacer frío, pero no puede usar pantalones al menos por esta semana.

- Ya...

Un silencio incómodo se forma entre ambos hasta que Taehyung lo interrumpe tras unos largos segundos.

- ¿Por qué no le has hablado?

- ¿Eh?

- Sé que intentó contactarse contigo, pero le has ignorado.