Diecinueve

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- J -

Tampoco es para tanto. Olvidaron mi cumpleaños, ¿y qué? Tengo uno al año y muchos años por vivir todavía para celebrarlo. No es la gran cosa.

¿A quién quiero engañar? Ni siquiera puedo convencerme a mí mismo para que deje de sentirme triste por esto. Incluso mi propia madre se ha olvidado de mí.

- Hola – saludo a la mujer al otro lado del mesón – ¿Podría saber el estado en que se encuentra Kim SeokJin?

Maravilloso. Como no tengo nada mejor que hacer en mi día especial, vengo a ver al chico que detesto.

- ¿Es usted familiar?

- Sí – miento – es mi primo.

La mujer teclea algunas cosas en su computadora y se acomoda los lentes antes de leer – Según los registros está estable, pero no hay evolución. Por la mañana fue sometido a cirugía.

Eso no me deja tranquilo.

- ¿Eso quiere decir que no está mejorando?

- Es un proceso largo – explica regalándome una mirada apenada – Le explicamos la situación a su hermano que le visitó por la mañana. Si gusta puede esperar a la enfermera o hablar con él.

- Y... ¿Cuál es el nombre de su hermano?

La mujer de cabello rizado frunce el ceño cuando me mira – ¿Pero no me acaba de decir que usted es familiar?

- ¡Ah! – que estúpido – Sí, bueno, ya hablaré con él. Muchas gracias.

No hay día en que no la cague.

¿Cómo puedo ser tan tonto para preguntarle eso? Mi cerebro se está atrofiando de tanto maldecir a todos mentalmente.

Jungkook se las verá conmigo y a Yoongi no le hablaré en diez mil años más. No, diez mil es muy poco, ¡Cien mil años más!

Salgo del hospital echando humos y vuelvo a enviarle un mensaje lleno de emojis enfadados a Yoongi diciéndole lo mucho que lo odio cuando una notificación aparece en la parte superior de la pantalla.

Ya que estás ahí, ve y consigue una habitación. Feliz cumpleaños.

Que pesado con esto de los mensajes. Ni siquiera sé qué quiso decir, pero está muy lejos de causarme miedo otra vez porque estoy tan enfadado que ahora mismo me paso su texto por el escroto.

Guardo el teléfono con rabia. Ya está anocheciendo y me siento sólo. Creo que es mejor que vaya a una cafetería, pida un café, un trozo de tarta y me cante a mí mismo deseándome un feliz cumpleaños. Nada impedirá que me coma una tarta de fresa hoy, ¡es mi día y comeré lo que quiera!

Mi teléfono vuelve a vibrar y lo saco rápidamente con molestia. Si es ese número oculto otra vez, lo apagaré de una buena vez.

Jiminnie, no creas que me olvidé de tu cumpleaños. Te adjunto ubicación para comer porque sé que no conoces bien la ciudad. Te espero.

PD: Soy Yoongi. Se filtró mi número de teléfono y tuve que cambiarlo. Te amo.

Una chispa de emoción me recorre la cara apenas termino de leer el mensaje. Es impresionante lo mucho que puede cambiarme el ánimo de un segundo a otro.

¿Entonces estuve mensajeándole a nadie? Que bueno porque lo mandé al diablo tantas veces que ahora mi teclado lo añadió como palabra favorita.

Que nervios, ¡entonces sí lo recordó! Sonrío como un idiota queriendo abofetearme por pensar que lo olvidaría. Es Yoongi, no podría olvidarlo.

HATED FAME | YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora