HATED FAME | YOONMIN

Veintisiete

- Y -

- No sé en qué momento nos convertimos en el puto detective Conan, pero admito que es divertido – digo llevándome ambas manos a la cintura. Costó un montón arrastrarlo para atarlo a una silla.

- No está muerto, ¿verdad?

Jungkook ha estado temeroso desde que Yongmin cayó inconsciente. No deja de pasarse los dedos por el cabello y caminar de un lado a otro con los nervios a flor de piel.

- No – respondo mirando fijamente al chico atado – ¿Quieres ver?

- ¿Qué harás? – muerde sus uñas – ¿Qué haremos ahora? Cuando dijiste que vendríamos a por él no pensé que lo dejaríamos medio muerto atado a una silla.

- Hay que hacerlo hablar. Y no está muerto ¿quieres tranquilizarte? – palmeo su espalda como si esto no fuera nada más que un juego – Pero si te soy sincero, no sé qué hacer en estos casos. No he visto muchas películas, ¿y tú?

Jungkook niega con miedo irradiando de las pupilas – En las películas de terror esta es la parte donde torturan al chico y mueren todos.

- No soy el maldito payaso de SAW – piqueteo el cuerpo de Yongmin con un palo que hallé tirado por ahí – Menos mal no le diste el golpe en la cabeza, de lo contrario no podríamos sacarle información.

Lanzo una risotada al vernos en esta situación. Ninguno de los dos sabe qué demonios hacer con un chico atado.

- Deberíamos despertarlo y charlar con él.

- Sí claro, y también deberíamos tomar el té – bromeo echando un vistazo a todas las herramientas que tiene amontonadas a mi derecha – Lo despertaré. Intentaremos hacerlo hablar y si no tienes las mismas ganas que yo de meterle un fierro por el culo, grítale.

- Está bien. Estoy listo – asiente.

- Bien.

De una patada en la cara tumbo al adormecido chico que no tarda en soltar un quejido lastimero.

- ¡¿Pero era necesario que lo despertaras de esa forma?!

- ¿Ya viste que no estaba muerto? – vuelvo a acomodar la silla en su lugar. Su nariz está sangrando a chorros – Despertaste, ¿dormiste bien?

Me mira furioso luego de escupir un montón de sangre a mis pies – Los mataré.

- ¡A quién vas a matar tú, pobre diablo! – río dándole un puñetazo en la nariz que mancha mi mano. Jungkook inmediatamente me mira con cara de ''se lo merecía'' y sigo hablando – Nos vas a contar todo acerca de lo que le hicieron a mi novio, ¿entiendes? Y quiero saber quién mierda está a cargo de todo esto.

Yongmin niega con la cabeza.

- ¡Habla! – grita el pelinegro girándose a mirarme – ¿Está bien así?

- Sí, Jungkook – vuelvo a prestarle atención al mugroso que tenemos al frente – ¿Estás seguro de no querer decir nada? Porque en esta pocilga tienes muchas cosas entretenidas con las que podríamos jugar.

Inmediatamente Jeon me mira con los ojos como platos.

- ¿Quieres que hable? – sonríe con los dientes enrojecidos – ¿Quieres que te cuente lo mucho que me puso cuando pasé mi lengua por sus mejillas húmedas y calientes? Se me pone como una roca de solamente recordar lo suave que se sentía su piel bajo mi mano. Su trasero, sus curvas, mi mano paseándose bajo su ropa interior...

- ¡Yoongi! – Jungkook me detiene de ambos brazos – ¡Para! ¡Suelta eso!

Quiero enterrarle este destornillador por los ojos. Quiero empujarlo tan dentro que mientras rompe tendones, músculos y nervios, termine saliéndole por el culo.