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En la escuela.

La maestra estaba parada delante de todos con Hector a su lado quien sonreía como tonto.

-El es Hector, su nuevo compañero de clases.- presento la docente.

-¿Por qué te cambiaste de escuela?- pregunto uno de los personajes secundario que quizás se vuelva recurrente en el futuro.

-Pues...

Y en ese momento la mirada de Hector quedo en blanco mientras sonreía y recordaba lo que paso.

Flash back

Hector iba llegando a su antigua escuela y vio a los maestros caminando con carteles mientras reclamaban que su causa sea atendida.

-¿Están haciendo una huelga?
Todavía quieren mas plata estos atorrantes.- se quejo el chico mientras negaba con la cabeza.

-Esa huelga no es por mas dinero.- dijo un personaje personaje secundario, ex compañero de clases de Hector.

-¿No? Explícate personaje secundario que no volverá a aparecer por que yo lo digo.- pidió el rubio, no recordando quien era ese tipo.

-No, es una huelga para que te cambies de escuela.
Ya nadie te soporta. Eres molesto y feo.

Fin del flash back

-Esta escuela me quedaba mas cerca.- respondió Hector aun confundido con lo que paso.

¿Sera qué esa escuela no se sentía digna de el y por eso no lo quisieron?

Era muy probable.

-Me aburro.- dijo un chico con rasgos asiáticos.

-Lin, compórtate.- ordeno la maestra, algo seria por ese comportamiento.

Usualmente su clase era educada y tranquila.

-No me importa el chico nuevo.- dijo Lin, el personaje secundario que si sera recurrente si no nos olvidamos de él y Hector lo permite.

-¿Disculpa?- dijo Hector mientras tocaba su pecho, ofendido.

-Lin, todos somos importantes.- hablo la maestra.

-Excepto el nuevo.- señalo Lin con fastidio.

Ese día había sido rechazado así que quería desahogarse de alguna manera.

Hector, en su limite, levanto levemente una mano dejando levantado su dedo indice.

-Muy bien, óyeme bien Daniel Sal, yo soy importante, es mas, soy el único que realmente importa en este establo de caballos de matadero.

Todos al oír eso lo miraron con sorpresa, hasta la maestra.

-¡Señorito Hector!- dijo la docente.

-Ese es mi nombre seño caballo.- dijo Hector.

Si su madre se enteraba que le hablo así a su maestra, lo encerraría en la habitación donde encerraron a la cucaracha, como castigo.

-Mi apellido es Caballero.- se defendió la mujer.

-¿Y que culpa tengo yo?- pregunto Hector con inocencia.

La mujer tenia tantas cosas que decir en ese momento pero iba a dar mal ejemplo así que mantuvo la calma.

-Por favor, vaya a tomar asiento.- pidió mientras señalaba un asiento vació.

-Que bien, ya me estaba cansando de estar de pie.

Y caminando como diva mientras todos lo veían con odio, Hector fue a tomar asiento.

Primer día en nueva escuela y ya tiene enemigos nuevos.

Solo Hector es capaz de hacer algo así de manera inconsciente.

Hector y su vida normal (humor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora