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En casa de Lin.

-Hijo mío.- dijo el hombre de la casa quien usaba gafas de sol.

-Padre mío.- dijo Lin, con cara de fastidio.

-Debo de decirte algo.- dijo el hombre.

-Y yo debo preguntarte algo.- dijo el chico.

-¿Qué?- preguntó el hombre.

-¿Qué hace ése feo acá?

Y Lin señaló a Héctor quien comía una galleta como sí fuese una rata.

-Dejando sin comida tu cocina, ¿no es obvio?- habló el rubio mientras negaba con la cabeza.

¿Por qué Lin no era un chico normal?

-Bueno... ¿qué me ibas a decir?- preguntó el chico ignorando a ésa cosa que supuestamente era su amigo.

Ahora que lo pensaba, ¿cómo rayos encontró su casa sí Hector se perdía hasta para ir al baño de tan distraído que es?

-Esto es difícil pero debo decir que eres ado...

-¡No! ¿Soy adoptado?- preguntó el chico con sorpresa.

Siempre supo que no pertenecía a éste mundo.

Seguro que fue enviado de otro planeta cuando era sólo un bebé y dos amables personas lo criaron como a un hijo.

-Eres el bebé más adorable que vi, ésa fueron mis palabras cuando te vi por primera vez.- exclamó el hombre con una sonrisa mientras Hector sacaba la lengua.

Él estaba en ése lugar por la comida, no por cursilerías.

-¿G-gracias?- susurro Lin, algo incómodo.

Su padre nunca le dijo algo así an...

¡¿Estará por ir a comprar cigarrillos?!

No lo iba a permitir.

-Y por éso fue que te quise adoptar y tristemente no pensé como te verías ahora, es más, al principio pensé que eras niña por que no se te veía el pipi.- finalizó el hombre mientras asentía.

-¡Papá!

-¡Papá troll ataca! ¡Muajajahah!

Y el hombre se fue corriendo mientras su hijo le perseguía.

Un hombre nunca va a madurar por el simple hecho de que no es fruta.

-Me disculpó por el compartimento de mi esposo y mi hijo, siempre se hacen bromas.- dijo la mujer mientras se sentaba a la mesa y veía a su invitado.

-Descuide, mi madre también me hizo una broma similar.- dijo Hector mientras lamia su plato.

-¿De verdad?- preguntó la señora.

El chico dejó el plato a un lado y asintió.

-Sí, le pregunté sí yo era adoptado y me dijo "¿por qué te iba a adoptar? No soy ciega".- respondió el rubio.

La mujer al oír éso palidecio.

Hizo una pregunta que no debía.

-.... ¿t-te gustaría algo más de comer?- preguntó la señora con una sonrisa nerviosa.

-Helado por favor.- pidió Hector de manera amable.

Y la señora fue a buscar helado para el chico quien sonrió mientras juntaba sus dedos.

-Excelente.- susurro.

Ésa mentira siempre le funcionaba para recibir cosas gratis... sólo rogaba que su madre nunca descubra que hace ése tipo de bromas o le iba a tatuar la chancla de un golpe.

Continuará...
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¡Hola!

No iba a actualizar hoy pero me dio ganas de hacer algo con el padre de Lin y salió esto.

Iba a concluir la historia aquí pero decidí hacerla más larga ya que veo que a varios les está gustando.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Hector y su vida normal (humor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora