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En una cancha de baloncesto.

Un par de niñas de no mas de 8 años estaban jugando tranquilamente hasta que Hector, Brian y Lin se acercaron, siendo liderados por el jefe del cir...¡digo!Hector.

-Muy bien, niñitas, se acabo su turno, ahora es tiempo de los grandes de jugar.- dijo el rubio de manera intimidante.

Las 4 niñas se miraron entre si y luego a los chicos.

-Si nos ganan, la cancha es suya, si pierden, nos compran helado y del bueno.- propuso una dela niña que sostenía el balón.

Hector miro a sus amigos con una sonrisa burlona, siendo imitado por ellos.

Era hora de enseñarles a esas pequeñas la enorme brecha que los separaba.
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14 minutos después.

Hector y sus amigos estaban tirados en el piso, con la mirada perdida en el cielo.

-¿Acabamos de perder... contra un par de niñas?- pregunto Brian, incrédulo.

-Estamos peor que Lin y su intento por conseguir novia.- dijo Hector.

El de rasgos asiáticos se sentó y los miro con enojo.

-¿Saben? Ustedes y mi padre que colecciona uñas de pies son la razón por la que ahora tengo una terapeuta.

-De nada.- dijo Hector con una sonrisa.

Las niñas se acercaron a ellos de manera intimidantes y ahora los tres se habían sentado.

-Muy bien, ganamos, ahora vayan a comprar nuestros helados.

Exigieron las pequeñas.

Los chicos se miraron entre si y formaron un circulo para hablar.

-No tengo dinero, solo tengo para comprar el pan que me encargo mi madre.- susurro Lin.

-Yo ya ni siquiera recuerdo como luce el dinero.
Brian es rico, que el les compre los helados.- dijo Hector, intentando de manera inútil recordar como se veía el dinero.

-Yo no soy rico, soy pobre.-Dijo Brian con enojo.

Uno hace bromas de que es millonario un par de veces y ya se la creen.

-Vives en una mansión.

-No es una mansión, es una casa tamaño familiar para 50 personas.

Escusas modernas para chicos ricos, siga leyendo mas de esta historia si quiere aprender mas de este tipo de escusas para cuando se hagan rico y no quieran pagar los desastres de sus amigos.

Hector suspiro resignado al oír eso mientras se levantaba levemente la remera.

-No queda de otra, a pagar con nuestros cuerpos.

Y tanto Brian como Lin lo detuvieron antes de que empeore las cosas.

-¿Halo? ¿Y nuestros helados?- pregunto una niña ya con poca paciencia.

En ese momento los tres amigos no sabían que hacer y estaban muy cansados para hacer una retirada estratégica.

-¡Lulu!

El grito de una chica llamo la atención de todos y una chica se acercaba al grupo de niñas.

-¡Mamá esta enfadada contigo por irte sin haber sacado la basura como te lo pidió!

Mientras esa chica le gritaba a su hermana que parecía ser la líder de las niñas, Brian miro a Hector con curiosidad mientras Lin se iba en silencio.

-¿No te hace conocida esa chica?- pregunto Brian.

-Nop, son muchas las fans que tengo.- respondió Hector mientras se arreglaba el cabello.

Brian dio un suspiro al oír esa respuesta.

¿De dónde sacaba tanta confianza su amigo?

-¿La chica del comedor?¿La que te dio su hamburguesa?- pregunto Brian, intentando que su amigo la recuerde.

Hector abrió los ojos con sorpresa y se puso de pie de un salto antes de señalar a la chica.

-¡Eres la chica cabeza de hamburguesa!- grito con emoción.

-¿Chica qué?- pregunto Brian.

¿En verdad su amigo solo recordaba la hamburguesa?

-¡Eres el chico súper drama!

Y así, una bella amistad entre dos personas que tienen pésima memoria, empieza.
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¡Hola!

Por fin le estoy agarrando la mano a esto de escribir en la computadora, y solo demore entre tres meses.

Gracias por su tiempo y espero que les haya gustado el capitulo.

Hector y su vida normal (humor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora