37

69 15 7
                                    

En la humilde casa de Brian.

El chico se reunía con sus amigos.

-Héctor, te odio y quiero que lo recuerdes siempre.- dijo Lin, mirando al rubio.

-¡Aww! Gracias hermano, siempre me esfuerzo para que tengas ése sentimiento por mi.
Pero ¿por qué me lo dices?- preguntó Héctor, alegré por saber que su objetivo de ser odiado era todo un éxito.

Puede ser difícil de creer pero en verdad no le era difícil ser odiado.

-Te lo digo por que a pesar de odiarte tanto por ser una bacteria repulsiva, no quiero que mueras.
¿Por qué últimamente molestas tanto a Sam?
¿Sabes qué ella podría mandarte derechito a la morgue sí se aburre?- preguntó el de rasgos asiáticos, llamando la atención de Brian.

Era verdad, ése día en la escuela Héctor atento mucho con su vida al molestar a Sam, hasta llevo un zorrillo a la escuela e hizo que rocie a la chica.

El rubio, se cruzó de brazos mientras sonreía con orgullo.

-Verán chicos, seguro ya lo saben pero me di cuenta de que yo, el super perfecto Héctor, siente un poco de atracción por ésa simple humana llamada Sam.

-Yo no lo sabía.- dijo Brian con asombro.

-¿Sí quiera tienes corazón?- preguntó Lin, mirando a ése tipo con asco.

-Bueno, la cosa es que molestar es mi método de seducción y estoy bien seguramente seguro que ahora también le gusto a Sam.- dijo el rubio, peinando su cabello con un tenedor.

Mientras que en casa de Sam.

La chica estaba golpeando una bolsa de boxeo, perteneciente a su padre, estando una foto de Héctor besando una hamburguesa.

-¡Te odio incesto de clase baja! ¡Te odio, te odio, te odio!

Gritó la chica sin dejar de liberar todo su estrés mientras su padre que estaba a su lado, asentía con orgullos.

¿Será qué su hija querría ser boxeadora?
Tiene mucho talento

De regresó en la humilde casa de Brian que sólo tenía un garaje diminuto para 100 autos.

-La tengo en la palma de mi mano.
Ella está loca de amor por mí.- dijo Héctor con orgullo propio por ser todo un galán.

Mientras el rubio vivía en su propia fantasía, sus amigos se miraron con pena.

Era una plaga y todo, pero no querían que muera, así que mejor le daban algo de ayuda.

Hector y su vida normal (humor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora