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En la noche (19:20 hs), en casa de Héctor se realizaba una reunión de machos (pijamada) donde sólo estarían los chicos por que así lo querían (no tenían la valentía para invitar a una chica), además los padres de la Barbie con extensiones (Hector) no se encontraban, estaban de vieje por tiempo indefinido (no volverían a casa hasta que la cucaracha se vaya)

-Que raro pijama.- dijo Brian quien llevaba como pijama un pantalón deportivo y una musculosa.

-¡Mi pijama no es raro!- se defendió Lin que llevaba un pijama de cuerpo completo de Pikachu.

El de ropa deportiva lo miró y negó.

-No te lo decía a ti, se lo decía a él.- dijo mientras señalaba a Hector que estaba sentado en su cama, depilando sus piernas.

El rubio llevaba de pijama un calzoncillo... sólo éso.

-¡Cállate! Estaba intentando no mirar para no traumarme.- dijo Lin mientras cerraba sus ojos y giraba su rostro en dirección opuesta de Héctor.

Definitivamente otro trauma a su extensa lista.

-¿Y qué vamos hacer? Tenemos hasta las 21 horas para enloquecer, después a dormir porque esta belleza necesita de un sueño reparador.
Hasta podemos pedir un inflable.- dijo Hector mientras preparaba una mascarilla para ponerse.

Brian y Lin lo miraron con asombro al oír la hora de dormir.

¡¿En verdad creía que iban a estar despierto hasta tan tardé?!

No hombre, para las 20:30 a dormir.

-¿Qué creen que están haciendo las chicas?- preguntó Brian mientras se pensaba en su novia.

-¡Pff! Sólo son tres chicas aburridas, de seguro no están haciendo nada importante, sólo hablando de moda y gatitos.- respondió Hector con burla.

-Concuerdo con el insecto de clase baja.- dijo Lin mientras revisaba que videojuegos tenía su amigo.

Las chicas nunca hacen nada interesante así que no valía la pena pensar en éso.
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Mientras tanto, en Rusia.

Carla y Sam se encontraban atadas en sillas mientras un soldado caminaba delante de ella en círculos.

-Así que pequeñas...- el hombre se detuvo y las miró.- ¿dónde se encuentra su amiga?- preguntó con seriedad.

Las chicas se miraron y sonrieron antes de ver al hombre.

-Justo arriba nuestro.- respondió Sam.

El soldado miró hacía arriba y pronto una explosión inmensa hizo un agujero en el techo pasando Estrella con varios soldados mujeres.

-¡No puede ser!

El soldado sacó su pistola para disparar pero Sam le agarró del brazo y lo torció.

-¡Ahhh!- gritó con dolor.

-¡¿Cómo se liberaron?!- preguntó el hombre mientras sus hombres eran derrotados.

-¿Qué le hizo creer que estábamos capturada? Sólo éramos un señuelo.- respondió Carla mientras noqueaba a un soldado de un golpe.

Estrella se acercó a sus amigas y sonrió.

-Me disculpó por la demora chicas, necesitaba reunir refuerzos.- explicó la de pecas mientras Sam ataba al soldado como sí fuese un cerdo.

-No te preocupes, sabíamos que vendrías y lo hiciste, éso es lo único que importa.

Dijo Carla antes de las tres amigas abrazarse.

No sabían como acabaron así pero gracias a éso su amistad sería eterna.
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De regresó con los chicos, la historia realmente "importante".

Alguien llamó a la entrada así que el dueño de casa fue a ver quién era dejando sólo a sus invitados.

-Oye, ¿y sí cuando Hector se duerme agarramos una almohada y...- propuso Lin con seriedad.

Brian pareció pensarlo un poco pero luego negó.

-No, siendo él, su fantasma nos fastidiaria por el resto de la eternidad por despeinarlo al apoyar una almohada en su rostro.

Nuevamente, Brian, la voz de la razón.

-Chicos, ¿pueden bajar?
Quiero que vean algo.- llamó Hector desde abajo.

Los llamados se miraron y bajaron con confusión.

A poco en verdad encargó un inflable para jugar... sí es así, la mejor pijamada de todas.

-¿Qué pasa?- preguntó Brian mientras llegaba donde su rubio amigo.

Hector los miró y señaló a un costado.

-Un ladrón, se los quería mostrar.- respondió.

Los otros dos miraron donde señalaba Hector y vieron a un tipo apuntando con un arma.

-¡Pero que...

Tano Brian como Lin se ocultaron detrás de su amigo quien sonreía.

-Seguro que nunca vieron a un ladrón en una pijam... reunión de machos, sólo en mis fiestas sucede éso.- presumió el rubio con orgullo.

Ahora sus amigos sabrían donde está siempre la diversión.

-¡¿Por qué nos llamaste?! ¡Hijo de la remolacha!- gritó Lin con ganas de llorar.

¡No quería morir virgen de labios!

-¡S-soy pobre, lo juró!- gritó Brian mientras que en su muñeca derecha resplandecia un reloj de oro puro.

-¡Ya cierren la boca mocosos y mas les vale obedecer o no respondo!- gritó el delincuente sin paciencia (tuvo que soportar a Hector un rato así que se le acabo la paciencia)

-¿No vas a responder por que es de mala educación?- preguntó el rubio con una sonrisa mientras el ladrón gruñia y los otros dos chicos tenían ganas de llorar.

Sabían que no debían ir a casa de Héctor.

Continuará...
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¡Hola!

¿Cómo terminaron las chicas en Rusia? Bueno, es algo simple de... na, seguro no les importa.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Hector y su vida normal (humor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora