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En la casa de Sam.

Estrella y Carla decidieron hacerle un favor a su amiga y se quedaron cuidando a su hermanita de un año ya que ella tuvo que salir de emergencia (su hermanita otra vez destrozo a los chicos en baloncesto y los fue a ayudar)

Ahora la pequeña jugaba con un sonajero mientras sus niñeras la veían.

-Esto es sencillo, mas de lo que creí, hasta se comporta mejor que Hector.- dijo Carla.

La pequeña al oír eso, como si fuese consciente de lo que sus mayores hablaban, las miro por un rato y pronto se puso a llorar lo mas fuerte posible, haciendo que la pelirroja se cubra los oídos mientras Estrella alzaba a la hermanita de su hermana para intentar calmarla.

-¡Que rayos! ¡¿Con solo oír el nombre de Hector una beba llora?!
¡Te maldigo con todas mis fuerzas, Hector!- grito Carla, odiando a su amigo desde lo profundo de pulmón.

-¡Ya deja de gritar que la asustas!- grito Estrella, sin conseguir que la pequeña calle.

-¡Pero si tu también gritas!

-¡Es que no se oirá si hablamos!

-¡Pues apágala!

-¡No es un juguete!

Lo mas problemático de un bebe es no saber por que llora ya que no te lo puede decir.

30 minutos después y la pequeña seguía llorando, solo se había callado unos segundos cuando Estrella reviso su celular para ver si Sam no le envió algún mensaje.

-¡Cállate, cállate,cállate!- grito Carla, al borde del llanto.

-¡Waaaaaa!

Y la niña lloro mas fuerte.

-¡¿Por qué gritarle no sirve para que deje de llorar?! ¡Mi madre lo hacía conmigo!- dijo la pelirroja, sentándose en posición fetal en el suelo mientras cubría sus oídos.

-¡Ahora no es el momento de revivir tus traumas del pasado!
Debemos hacer que se calme antes de que Sam vuelva.

Y Estrella ya hasta se había vestido de payaso para calmar a la pequeña pero nada.

-Pues dale tu celular y ya.- dijo Carla.

-¡Éso jamás!
No le daré mi bebé a nadie.

Salvar la vida de un celular vale mas que calmar el llanto de un bebe; sabias palabras de Estrella en las que muchos estarán de acuerdo, su perezoso escritor lo esta.

30 minutos mas después.

Sam había regresado con su hermana y ahora veían a la menor de las 3, durmiendo en su cuna.

-¿Qué tal se porto?- pregunto, mirando a su amiga Estrella que por un raro motivo vestía de payaso.

-Bien... ya estoy dudando si quiero ser madre en el futuro.- respondió agotada.

Si tener un novio que aveces era infantil y olvidadizo era difícil, un bebe lo era una mas.

-¿Y Carla?

Pregunto Sam, no viendo a su otra amiga.

-Durmiendo en el suelo de la sala.
No podía hacer que tu hermana dejé de llorar así que se puso a llorar ella también y una vez que se cansó, se quedó dormida.

Y así, Estrella y Carla descubrieron que no era fácil cuidar a un bebe y le pedirían por favor a sus padres de que no tengan otro hijo.

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¡Hola!

Estoy algo ausente en estos días pero para el otro mes escribiré con mas frecuencia así que prepárense para ser molestados con notificaciones de actualizaciones de mi parte.

Escribir esto me recordó cuando aveces cuidaba a mis sobrinos de pequeños... todavía me provoca dolor de cabeza recordarlo.

Espero que les haya gustado el capitulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Hector y su vida normal (humor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora