Narra Eliza:
Llego tarde, hace menos de tres meses esta situación me habría provocado auténtico pavor, pero ya no. La inseguridad y cobardía para mí ya son cosa del pasado.
La entrada del instituto está desierta, el timbre ya ha sonado, ahora todos deben estar sentados en sus respectivos pupitres escuchando el "pequeño discurso" (entre comillas porque seguramente durará toda la clase) que nuestros tutores han preparado para motivarnos, asustarnos, o por lo que sea que lo hayan hecho.
Tonterías. Eso es lo único que van a decir. Una hora entera de "tenéis que respetaros", "la educación es la clave de la vida", "sin estudios no conseguiréis nada", "compañerismo", etc. Es irónico y vergonzoso que intenten impartirnos valores molares cuando ellos no nos respetan y en muchos caso no se respetan a ellos mismos, hablan de educación y ellos son unos mal educados, han estudiado y odian su actual trabajo. Pero lo más bochornoso es lo del compañerismo, si ellos no son capaces de llevarse bien con el profesor de la hora siguiente ¿cómo vamos nosotros a hacerlo con el del pupitre de al lado o el de la clase de en frente?
Camino, mis converses machan el impoluto suelo, se nota que es el primer día. Dentro de poco estará lleno de papeles, envoltorios de comida e incluso escupitajos.
Es fácil distinguirlo, su espalda ancha, su pelo rubio y su característica pose de malote. Demasiado pijo para los gamberros, demasiado guapo para los frikis, demasiado alcohólico para los intelectuales. Pertenece a la especie de los engreídos, musculosos, borrachos y populares jugadores de football. Los reyes de la jungla.
No me sorprende que lo hayan echado el primer día de clase, el mal comportamiento es habitual en ellos. Aún así son demasiado importantes como para que el profesorada aplique represalias más graves. El football mueve gran cantidad de dinero en America, si ellos están contentos y despreocupados juegan bien, si juegan bien ganan y eso es lo que aparentemente todos quieren en este maldito instituto.
Cuando me acerco levanta las cejas, lo ignoro. Unos pocos meses atrás le habría preguntado que hizo, habría sido perder el tiempo pues habría respondido algo como: "¿Qué te importa pringada?", o "No es asunto tuyo friki". Pero ahora no me importa, y no le daré la oportunidad de demostrar esa supuesta superioridad que cree tener.
Suena el timbre, el pasillo se llena. Gritos, comentarios estúpidos, empujones. La jungla.
- Gorda-dice Jordan.- Gorda asquerosa-sus insultos van dirigidos hacia Meghan, también conocida como la foca de cuarto grado. Ella se gira con los ojos llorosos.
- ¿Qué pasa Jordan?-dice en un susurro casi inaudible. El año pasado, cuando era otro animal estúpido y hipocrita de la jungla me habría reido, otra forma patética de intentar llamar la atenciónde Jordan sin éxito.
- Me han echado por tu culpa maldita vaca.
- Yo... yo había llegado antes. Tú nunca te habías sentado en la última fila-es sabido que Meghan siempre se sienta atrás para llamar menos la atención, siempre está alerta, preocupada por si alguien hace un chiste sobre su peso. Jordan no tiene sitio fijo, simplemente se sienta al lado de la chica con la que se ha encaprichado esa semana.
- Te dije que era mi sitio. Si no fueses tan gorda y vaga te habrías levantado.
- Lo-lo siento-la empuja y cae al suelo provocando un ruído sordo. Todos se giran y se forma un círculo. "Gorda", "vaca", "penosa", susurra la gente. También hay algún "pobrecita" pero están en minoría.
- Que sea la última vez que no me obedeces foca estúpida-ella sigue en el suelo tirada, le tiendo la mano y la ayudo a levantarse. Jordan me mira con asco.
- ¿No te da asco tocar a esta ballena?-pregunta con repugnancia.
- No.
- Tal vez podría donarte algo de grasa para rellenar el sujetador-me desabrocho el primer botón de la camisa vaquera y dejo que admire mis recién adquiridas tetas. Uno de los muchos regalos que me ha proporcionado este verano.- Con que la microtetas se ha operado-dice y algunos se ríen.
- Ajá-respondo- Una pena que aún no existan los implantes de cerebro. A ti te hace falta uno urgentemente.
- Zorra estúpida-me limito a sonreír. Sus palabras no tienen ningún efecto sobre mí. Acompaño a Meghan al baño y limpio el maquillaje que las lágrimas han corrido. Mientras lo hago me pregunto cómo era tan estúpida. ¿Cómo pude ser una de las muchas chicas que lo idolatran a cambio de ser ignoradas? ¿Cómo me pude reir de la crueldad con que trataba al resto estudiantes? ¿Cómo puede ser otra esclava del rey de la jungla?
ESTÁS LEYENDO
Huracán.
Teen FictionEl verano. Menos de tres meses de sol, playa y vacaciones. Pero el verano no es solo una estación cualquiera sinónimo de descanso, también es época de cambios, de experimentar, de mejorar y aprender. En dos meses pasó de ser tímida y callada a rebel...