Estúpidos trabajos.

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Narra Eliza:

Aburrida, monótona y cansina clase de historia contemporánea del Señor Smtih.

- Tendréis que entregar el trabajo al final del trimestre, constituirá el 40% de vuetra nota total.

- ¿En grupos o individualmente?-pregunta Melanie. La típica chica que no baja de 10 y que preferiría perderse el cumpleaños de su mejor amiga a llevar la tarea sin hacer.

- En grupos de 4.

- ¿Podemos...?

- Yo mismo los escogeré-interrumpe el profesor a Melanie- Jason, Dylan, Kathy, Julia; Robert, Jack, John y Taylor; Megara, Justin, Michael, Allison, Cara-continúa diciendo nombres- Y vosotros mismos-levanto la cabeza. Maldita sea, los de la última fila. Austin el graciosillo, Jordan el hipócrita, Meghan la conformista y yo.

- Yo no quiero ir con la foca-dice Jordan y se escuha una carcajada generalizada.- No hay suficiente comida en mi casa y no quiero correr el peligro de que se coma el trabajo.

- Paso de ir con este idiota, prefiero un cero-grito, todos me miran con cara de sorpresa. Se estarán preguntando quién me creo para desafiar al rey de la jungla.

- No tenéis elección, es obligatorio, si no suspenderéis la metería-suelto un gruñido, lo cierto es que no puedo permitirme sacar un cero, mis padres me matarían. Así que no me va a quedar más remedio que hacer el trabajo con ellos.

- ¿Quién te crees para hablarme así?-suelta una risa hueca- ¿No sabes quién soy? ¿De verdad quieres que tu reputación empeore aún más microtetas? ¿No te basta con ser conocida como la tía más pringada del instituto? ¿Quieres que les cuente a todos las mil y una patéticas formas con las que intentaste llamar mi atención?

- ¿Crees que me importa una mierda lo que hagas o dejes de hacer?

- ¿Perdona? ¿Que has dicho?

- ¿A parte de estúpido también eres sordo?

- ¡Basta! ¡Basta!-grita el profesor- Como no os calléis os castigaré sin recreo hasta final de curso.

- No es mi culpa que esta pringada no sepa cerrar la boca.

- ¡He dicho que ya basta!-grita, estoy segura que lo han escuchado en todo el pasillo.- Podéis sentaros en grupo y comenzar a organizar en trabajo-acerco mi mesa a la de Meghan como 'señal de paz'.

- ¿No vais a acercaros?-pregunta esta tímidamente.

- Dijo que podemos, no que tengamos que hacerlo-responde Austin.

- Señor Buttler, no era una sugerencia. Le recomiendo que se siente al lado de sus compañeras o no jugará esta liga-Jordan y Austin acercan sus pupitres, una sola amenaza que conlleve perderse uno solo de sus estúpidos partidos y se les cambia la cara. Corren rumores de que hace ya varios años el Señor Smith dejó a uno de los jugadores sin la final, pero solo es otro rumor, además puede que un jugador cualquiera pueda ser castigado por una gran gamberrada pero no el capitán o el subcapitán, son demasiado importantes para el equipo. Tendrían que quemar el edificio o robarle el coche a un profesor, y aún así tendrían muchas posibilidades de salvarse.

- Bueno...-comienza a decir Meghan.- ¿Dónde y cuándo empezamos?

- Tú no pones un pie en mi casa vaca, no puedo permitir que hundas el suelo de mi mansión-creo que no hace falta que aclare quién ha dicho esto.

- Si no puede aguantar su peso no creo que pueda considerarse una mansión.

- Como se nota que nunca ha entrado en tu casa-se ríe Austin. Como no pare de emitir ese agudo y espantoso sonido no tendré más remedio que abofetearlo.

- Gente como ella no es bien recibida.

- ¿A qué te refieres con gente como yo? ¿Personas que no tían la cabeza vacía y no se creen el centro del universo?

- No, pringadas absolutas de baja categoría social-me mira con las cejas levantadas como suele hacer, le sostengo la mirada pero no contesto, por el bien del trabajo, por el bien del grupo, por su propio bien y por el mío. Necesito una buena nota.

- Me da igual donde lo hagamos pero todos vamos a participar por igual y vamos a esforzarnos-comparten una sonrisa cómplice. Estúpidos ególatras mal criados acostumbrados a que el resto les hagan el trabajo- No estoy de coña-digo y suena incluso demasiado serio para mí- No voy a trabajar para que os llevéis el mérito. Las cosas no funcionan así, no conmigo. Estoy dispuesta a decírselo al profesor. Ser una absoluta pringada como yo tiene sus ventajas, ¿sabes? Añadir chivata a la lista de adjetivos que ya me acompañan no puede empeorar mucho mi ya horrible reputación.

- Meghan estará encantada de hacer nuestra parte-dice Austin.

- ¿No es cierto Meghan?-técnicamente es una pregunta pero suena más como una amenaza.

- Yo...yo-la miro enfada suplicando que esta vez no se conforme con aceptar lo que ellos dicen- Lo haré sin problemas-suena el timbre, me levanto arrastrando la silla. Estoy harta, harta de que ese idiota se salga con la suya.

- No me gustas-dice en bajo, pero no lo suficiente para que no lo escuche- Me das asco-me acerco a él, me pongo de rodillas y acerco mis labios a su oreja.

- No me importa una mierda.

Huracán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora