Novios.

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Narra Eliza:

Cuando me despierto el sol ya ha salido, no hay nadie en casa, mis padres ya han ido a trabajar. Bajo a la cocina y miro el gran reloj que cuelga en la pared, las 12:07. Maldigo en alto, después de la charla con el director no puedo permitirme volver a llegar tarde.

Hay una nota en la nevera, es de mi madre.

"Hemos llamado a la escuela diciendo que estabas enferma, puedes quedarte en casa.

No hagas ninguna locura."

- Menos mal-suspiro. Me preparo el desayuno y lo tomo viendo la tele. Cuando acabo pongo los platos en el lavavajillas. Subo a mi cuarto y me vuelvo a meter en la cama, mi móvil comienza a vibrar y me despierto. Es Cameron.

- Hola-digo aún medio dormida.

- Hola-no es la voz del pelirrojo, si no la de Austin.- Verás... sé que estás enferma pero...

- No estoy enferma, me he quedado dormida.

- Vale, mejor, mucho mejor-exclama- ¿Puedes ir a casa de Jordan?

- ¿Estás de coña?

- No-dice serio.

- ¿Para qué?

- El médico ha dicho que deben vigilarlo durante los próximos días, por si sufre un mareo o algo así.

- ¿Y Anne?

- Se le ha muerto un primo y tiene que ir al entierro.

- Ah... Lo siento.

- No me lo digas a mí, díselo a ella.

- ¿No hay nadie que pueda quedarse con él?

- ¿Crees que si lo hubiese te llamaríamos a ti?-voy a meterle ese tono por el culo.

- Dáme mi teléfono-escucho reclamar a Cameron- Eliza, por favor-no sé porque piensa que pedírmelo él va a ser diferente.

- Quiero dormir.

- Pues vete en pijama y duerme allí.

- Me gusta mi cama.

- ¿Sabes la cantidad de veces que podrías faltar sin justificación de tus padres si estuvieses saliendo conmigo?-maldito cabrón, me conoce.

- No vamos a ser novios-digo divertida.

- A mí a quien te lleves a la cama me da igual, yo seguiré teniendo una vida sexual tan activa como hasta ahora, pero oficialmente seremos novios.

- ¿Y tendré que ir a todos los partidos y a todas las fiestas?

- Sí.

- No sé si merece la pena.

- ¿Estás segura? Podrías faltar a todas las primeras horas, por no hablar de la popularidad.

- No me importa la popularidad.

- Ya tienes mi oferta, ahora tienes que decidir si aceptas o no.

- ¿Todas las fiestas? ¿Todos los partidos?

- Todos los partidos, a las fiestas solo sería necesario que fueses un par de minutos, para que te viesen conmigo.

- Todos sabrían que me pones los cuernos.

- ¿Y?

- Vale, tu ganas, trato hecho. Voy ahora para casa de Jordan-cuelgo. Estoy sonriendo, no sé si estoy contenta o enfadada. Es un mezcla de emociones. Contenta porque podré domir un par de hora más a lo largo de la semana, enfadada porque Cameron Monaghan ha conseguido chantajearme.

Me lavo los dientes y cojo las llames del coche, dijeron que podía ir en pijama. Estoy algo ridícula pero la opinión de Jordan no me importa lo más mínimo.

Cuando llego a su lujosa casa Anne ya me está esperando fuera. Me saluda con la mano.

- Buenos días Anne-me da una nota.

"Está durmiendo en su cuarto, tiene el desayuno ya preparado".

- Okay. Adiós Anne-subo las escaleras y entro en su cuarto. Está dormido, voy a por el desayuno y se lo coloco en el escritorio.

- ¿Qué haces aquí?-pregunta cuando estoy a punto de salir de su cuarto.

- Me han pedido que te cuide.

- ¿Y Anne?

- Se ha muerto un primo suyo.

- ¿De verdad te piden a ti que me cuides? ¿No saben lo mucho que te odio?-suspira- ¿Qué haces en pijama?

- Estaba durmiendo.

- ¿No has ido al instituto?-niego con la cabeza- No deberías haberte quedado hasta tan tarde en el hospital.

- ¿Sabías que estaba allí?

- Cuando me desperté estabas dormida.

- ¿Por qué no me despertaste? ¿Sabes la bronca que me echaron mis padres por tu culpa?

- Me hacías gracia, estás ridícula durmiendo-le echo el corte de manga, maldito desagradecido.- Dame la bandeja con el desayuno-empieza a comer, demasiado rápido. Se acaba el café, el zumo, las tostadas, la manzana y el plátano, las dos magdalenas en menos de un minuto.

- Si comes tan rápido te pondrás enfermo.

- De momento no me ha pasado nada-le recojo la bandeja y la vuelvo a colocar encima del escritorio. Me quedo de pie mirándolo- ¿Qué haces?

- Observarte. Es lo que me han pedido que haga.

- ¿Desde cuando somos novios?-pregunta con las cejas levantadas.

- No sé de que me estás hablando.

- A la mañana siguiente una enfermera me dijo que mi novia había estado desde que llegué hasta que llegó Anne conmigo. Sabía que eras tú porque te vi, de otro modo habría pensado que fue Cara, aunque sería un comportamiento extraño en ella.

- Se lo dije para que me dejanse entrar a verte.

- Nadie te pidió que te pidió.

- Cameron y Austin lo hicieron.

- Me parece que tendré que hablar con ellos seriamente.

- Como quieras-bostezo.

- ¿Estás cansada?

- ¿A ti que te parece?

- Puedes tumbarte en mi cama, pero que sea la última vez que dices que soy tu novio-hago caso, me tumbo, tengo sueño, y ni si quiera mi orgullo supera a mis ganas de dormir.

- No creas que quiero ser tu novia.

- ¿Por qué no ibas a querer serlo?

- Lo único bueno sería el sexo, y ni eso. Como persona no me gustas una mierda-no sé si no responde o si me he quedado dormida.- Además, ya tengo novio.

- ¿Quién es?-se rie.

- Cameron.

- No.

- Sí.

- ¿Por qué? ¿Quire destruír su reputación? No pienes que por estar con uno de mis mejores amigos tengo que llevarme bien contigo.

- No es lo que piensas. Es un trato, yo venía a cuidarte y a cambio nos hacemos novios y puedo faltar a las clases que yo quiera.

- ¿Por qué te quedaste?-pregunta varios minutos después.

- Si te morías, ¿quién iba  hacer tu parte del trabajo?

- ¿Solo eso?

- La jungla necesita a su rey-supongo que no lo ha entendio, pero yo me quedo dormida. Raro, ¿no? El año pasado habría matado por dormir al lado de Jordan y ahora, al lado del tío más guapo del instituto, el más deseado, el rey de la jungla, solo pienso en dormir y en lo mucho que me gustaría que el fuese Francisco.

Huracán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora