Huracán.

Intrusa.

Narra Eliza:

- Bonita casa-digo y me siento en una de las sillas de su escritorio.

- Gracias.

- Meghan, ¿por qué aceptaste hacer su parte?

- Me da miedo, no podría soportar que se metiesen todavía más conmigo.

- Lo siento pero... no creo que eso sea posible. Parece que su única preocupación es amargar tu existencia.

- Puede ser peor, mucho peor. Llevan ya bastante tiempo sin gastarme bromas del mal gusto, no quiero que me vuelvan a quitar la ropa cuando esté en la ducha después de gimnasia. Ni que saquen fotos de mi cuerpo y las manden con mensajes graciosos. Puedo soportar que me manden gorda, vaca, foca... Estoy acostumbrada.

- Lo odio.

- Estoy segura de que en el fondo no lo odias y te sigue gustando-frunzo el ceño- Sí, no intentes mentirme. El año pasado lo perseguías a cualquier lado, donde estaba él estabas tú. Te reías de todos sus chistes e intentabas que te prestase atención a toda costa. Sé que parece que no me entero de nada, pero si lo hago, solo que prefiero ignorar lo que sucede.

- Antes era una idiota, no merece la pena intentar negarlo. Todos lo saben, me moría por sus huesos, llegué incluso a escribirle cartas de amor anónimas. Me gustaba de una forma exagerada, el 90% del tiempo lo pasaba pensando en él.

- Entonces te debe seguir gustando. Es imposible que en un verano pases de estar obsesionada con él a odiarlo.

- En el verano pueden pasar muchas cosas-Tom, Amanda, y Francisco vienen a mi mente.

- ¿Como qué?

- No tiene importancia-no he hablado de ellos con nadie, quiero que siga siendo mi secreto durante mucho más tiempo- Empecemos con el trabajo. ¿Sabes de qué va?

- Sí, verás, tenemos que escoger 10 sucesos importantes de la edad contemporánea, definirlos, documentarnos sobre ellos, contar como afectaros a nuestra sociedad y hacer una valoración de porqué creemos que son importantes.

- ¿Para cuándo es?

- Dentro de dos meses.

- Es muchísmo.

- He estado echando cuentas, si dedico a esto 1 hora cada día podré tener las tres partes que me corresponden para dentro de menos de un mes, después podremos corregirlo entre las dos y mejorarlo, pasarlo a limpio y hacer la presentación en el ordenador.

- No, no, no, no, no, no. Me niego. No vas a hacer su parte.

- Ya les he dicho que sí, no voy a llegar mañana a clase y decirles que he cambiado de idea.

- Vas a decírselo hoy. ¿Tienen entrenamiento?

- No, hoy no.

- ¿Dónde podré encontrarlos?-pregunto, pero es una pregunta para mí misma.

- En casa de Jordan, siempre están allí. Sus padres nunca están.

- ¿Cómo sabes todo eso?

- Por-por-por nada-se sonroja. No creía que Meghan fuese una acosadora. Ni si quiera yo cuando estaba completamente obsesionada con Jordan me sabía su horario. Pero no soy quién para juzgarla, hice cosas peores por el amor de ese estúpido.

- Coge las cosas, vamos a casa de Jordan-me cuesta convencerla pero lo consigo, incluso le grito. Estoy frustrada, cansada de que se salga con la suya, cansada de que aterrorice al alumnado sin consecuencias. Jordan y Austin van a hacer este trabajo como que me llamo Eliza.