Como una noche cualquiera, de un año cualquiera de tu vida, apagas la tele y te metes en la cama.
Escoges una canción y la pones en repetición.
Lo curioso es que esta canción te seguirá gustandando dentro de 10 años, se la cantarás a tus hijos cuando nazcan y cuando seas vieja y no alcances a recordar la letra, la tatarearás de forma imperceptible y dejarás que el río de los recuerdos te arrastre.
Pero lo importante no es la canción, lo importante es lo que simboliza.
La primera discusión contigo misma.
O la primera discusión seria podría decirse, porque no se parece en nada a cuando te debatías por que vestido llevar a la cena de fin de curso o por si preferías las ciencias o las letras.
Hay un chico. Mentira, nunca hay solo uno. Siempre hay varios. El del pelo sexy, el de la pose de modelo, es de la personalidad rebelde...
Atracción y amor.
Aunque nos enseñan que los estudios, la salud, el éxito y la familia son más importantes que el amor, lo cierto es que abandonaríamos cualquier carrera, perderíamos la vida, y nos condenaríamos al fracaso y a la soledad por uno solo de sus besos.
Suena exagerado, tal vez lo sea. Cuán estúpido es cambiar una vida feliz por un segundo con algún idiota?
Locuras por amor. Si sale bien todo será como en un cuento de hadas, pero si sale mal, te arrepentirás durante mucho tiempo. Cuánto? Hasta que el recuerdo no duela y puedas convertirlo en una anécdota con moraleja para tus nietos.
Amor, amor, amor.
Lo que todos quieren.
Lo que todos buscan.
Lo que pocos encuentran.
Aunque se puede vivir estupendamente rodeado de buenas amistades, gozando de buena salud y teniendo el suficiente dinero para satisfacer tus caprichos.
El amor no es estrictamente necesario.
Y aún así, aquel que lo ha probado prefiere la cercanía de el ser amado a el mejor de los manjares, a la mejor de las vidas, al mejor de los regalos.
Puede complementarte a la perfección, ser tu polo opuesto, ser una réplica de ti mismo...
Qué hace que nazca el amor?
Y cómo sabes que es el amor hasta que lo sientes?
Porque las mariposas en el estómago son demasiado cliché.
Y estoy segura que cada persona tendrá su propia definición de lo que es el amor.
Sé que estuve enamorada de Francisco. Puede que aún lo esté.
No fue algo instantáneo, pero enamoré de él tras observarlo. Cada cosa que aprendía sobre mi misterioso chico me enamoraba un poco más.
Pero con Jordan es distinto. Porque siento que estoy enamorada antes de estarlo.
No sé si me explico, es más dudo que lo esté haciendo.
Supe que estaba enamorada de Francisco cuando ya llevaba enamorada de él un tiempo.
En cambio, sé que estoy enamorada de Jordan antes de estarlo.
Es como si lo supiese desde el principio, desde la primera vez que lo vi.
Es entonces cuando interviene esto del destino, de las casualidades, de la suerte. Del amor verdadero.
O también podría echarle la culpa de esta intenta atracción a la ciencia.
Tal vez el olor de Jordan me embriaga.
Como si fuese una droga. Una muy adictiva.
Es ahora, a altas horas de la madrugada cuando me pregunto si estoy loca.
Si de verdad nuestro labios encajan a la perfección o son imaginaciones mías.
Me pregunto si de verdad hay un destino, y si este, en ocasiones demasiado caprichoso ha querido juntarnos.
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Huracán.
Teen FictionEl verano. Menos de tres meses de sol, playa y vacaciones. Pero el verano no es solo una estación cualquiera sinónimo de descanso, también es época de cambios, de experimentar, de mejorar y aprender. En dos meses pasó de ser tímida y callada a rebel...