CAPÍTULO VII

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LA LLAMADA DEL FRANCÉS

16 de febrero 2002

Don Armando y yo tuvimos hoy un momento muy íntimo en la oficina que me hizo estremecer. Creo que si Patricia Fernández no hubiera llegado, yo hubiera cedido a sus caricias. Él está en todo momento pendiente de mí y yo de él, cuando pienso que es imposible amarlo más, me doy cuenta de que hoy lo amo más que ayer.

Ayer en la noche estuvo jugando de buena gana a las cartas con mi papá, nunca pensé que mi papá iba a querer tanto a un hombre para mí como quiere a don Armando. Si hubiera tenido forma de inmortalizar esa escena, lo hubiera hecho. Me propuse entonces comprarme una cámara instantánea.

Esa mañana llegué a Ecomoda en el carro de don Armando. Freddy estaba en recepción, eso quería decir que Mariana estaba arriba en junta con el cuartel. Hice la pregunta como si no supiera la respuesta- ¿Mariana, dónde está?

-Mariana no ha llegado, mi estimada presidenta. –respondió Freddy.

-Qué raro, Mariana es muy puntual.

-Así mismo es doctora Pinzón, pero que la reina del bamboleo no siente sus posaderas en esta recepción se debe a un suceso de fuerza mayor.

-¿Qué le pasó? – pregunté, preocupada.

-Esa información la desconozco. Pero usted sabe mi doctora, a veces uno escucha cosas que no quiere escuchar, y escuché decir a mi reinita que ayer Marianita la morenita recibió una llamada importante y tuvo que salir fuera de Bogotá.

-La llamada que le había revelado las cartas-murmuré.

-¿Qué llamada? –preguntó Freddy, inquieto.

En ese momento Aura María venía saliendo del elevador.

-¡Betty! Mija, venga que la estamos esperando arriba. Hay junta del cuartel urgente.

-Pero ¿Qué pasó? ¿Qué pasa con Mariana?

-Ay, Mariana está bien, no se preocupe. La cosa es con usted- y se puso seria de pronto.

-¡Ah, estas qué tal, siempre me dejan picao de la curiosidad!- Se quejó Fredy.

Don Armando se había adelantado y ya estaba en su oficina cuando yo subí por el elevador. Estaban todas en el baño, menos Mariana por supuesto. Todas tenían las manos cruzadas en el estómago y una expresión de molestia fingida.

-¿Qué les pasa muchachas, por qué me ven así? –

-No lo supone, Betty- dijo Sandra- ¡Cómo así que don Armando ya le propuso casamiento y usted no se ha dignado a contarnos!

- Muchachas, no se lo tomen personal. Es que realmente nadie sabe, solo mi mamá.

-Pero... ¿y eso por qué? Acaso tiene miedo que Don Roberto lo desherede a don Armando –dijo Sofía con ironía.

-Pero si ya lo desheredaron desde hace rato ¿no se acuerdan? Después la trastada que se mandó cuando era presidente- dijo Bertha y todas se rieron.

-Dejen hablar a Betty. Deje que nos explique, algún motivo debe tener- sugirió Inesita.

-Ustedes saben que mi relación con don Armando supuestamente nació recientemente. Bueno, mi papá piensa eso. Es por eso que no puedo decirle todavía que me voy a casar, podría sospechar y no quiero eso.

-Pero si querían mantenerlo en secreto, no entiendo por qué lo gritan a los cuatro vientos en un lugar público. Mire aquí en el periódico de ayer salió.- dijo Sandra, extendiéndome el periódico donde decía ¿Se casará esta vez Armando Mendoza?

YSBLF_El Noviazgo (Ira Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora