CAPÍTULO XX

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ESTA ESPERA ME ESTÁ VOLVIENDO LOCO

Nunca en mi vida había pasado toda una noche con una mujer que no era de mi familia, sin haberle tocado un pelo. Mucho menos dormido al lado de una mujer solo para cuidar de su sueño, para asegurarme que estuviera bien. Al inicio este sentimiento de ternura, de protección, de amor que sentía por Beatriz me abrumaba demasiado porque era fuerte y desconocido, ahora me abrumaba porque tenía miedo de no poder controlar los agentes externos que podían arrebatármela.

La contemplé profundamente dormida y entendí que quería velar de sus sueños, que también eran los míos. En la noche la escuché hablar pero no entendía lo que decía. Pensé que tal vez podía tener un sueño agitado, mal dormir y en cualquier momento se despertaría por dolor a causa de un mal movimiento. Pero, afortunadamente, no tuvo problemas con el esguince de la mano, y toda la noche estuvo quietecita y durmió como un angelito.

Yo por mi parte, me levanté varias veces del sillón porque me dieron calambres. La posición en la que estaba era incómoda, así intenté varias posiciones hasta que encontré una donde me pude quedar dormido.

Se hicieron las 6 de la mañana. Escuché que alguien andaba en el pasillo y como la puerta había permanecido abierta, vi que era doña Julia. Ella se asomó y le hice señas porque quería hablar con ella sin interrumpir los sueños de Betty. Cerré la puerta tras de mí cuando salí al pasillo.

--¡Don Armando! Buenos días. ¡Ay, se ve que no ha dormido bien! Disculpe que no tengamos un lugarcito donde acomodarlo mejor. – Me dijo- ¿Quiere que le prepare algo de comer, un cafecito bien cargado?-- me ofreció—

-Buenos días, doña Julia. El café se lo acepto, gracias...Quería pedirle un favor, quiero que se encargue de Betty, que me ayude a que cumpla los tres días de descanso que le orientó el médico. Yo me voy a tener que ir a la empresa a hacer cargo de la presentación de la nueva colección a los accionistas de la empresa. Eso es hoy mismo y no podemos posponerlo.

-Está bien, doctor, yo me hago cargo de que descanse. Pero conociendo a mi Betty, no creo que quiera ausentarse de la empresa justo hoy.

-Bueno, en ese caso, me avisa y yo me encargo de ella. Ahora hay que dejarla dormir. Yo voy a ir a mi departamento a cambiarme de ropa, y luego regreso a por ella para llevarla a la clínica a que le hagan la radiografía. –le recordé-

- ¡Claro, doctor! Debería descansar un poco, lo necesita para esta noche- me aconsejó-

Don Hermes salió en ese momento, de la que supuse era su habitación. Todavía andaba en bata de dormir. Me quedó viendo un momento y luego me dijo:

-¡Buenos días, doctor! Qué mala noche pasó ¿no?, yo no la pasé mejor, créame. ¡Debería ir a descansar!--me instó don Hermes -- Nosotros nos encargamos de la niña. ¡Julia! , prepare un desayuno bien fuerte para que el doctor recupere semblante. ¿La niña cómo sigue?

-Ella está bien, está durmiendo. Hay que dejarla que duerma un rato más.

-Bien, doctor. Muchas gracias por todo, de verdad esa consulta a las 3 de la madrugada le debió haber costado un dineral.

-Bueno, eso es lo de menos. Para eso es el dinero, para cuidar a los seres que uno ama. Aunque no les podemos librar de accidentes, al menos podemos comprar una asistencia médica de calidad. – Ellos asintieron a mis palabras--

- Sin duda alguna, en un hospital hubiéramos amanecido esperando que la atendieran. –Juzgó don Hermes-

-Beatriz como ejecutiva de la empresa tiene un excelente seguro de vida, sin embargo, yo prefiero evitar los hospitales. Si el caso no lo amerita, prefiero llamar a los médicos de la familia.

YSBLF_El Noviazgo (Ira Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora