「Tonto, tonto alfa」❁ yoonmin.

Capítulo 22

Jimin abrió lentamente los ojos. Sentía que había dormido por meses, y el dolor de cabeza que tenía lo atormentaba.

Con un pequeño gruñido hundió su rostro en la almohada, pero algo llamó su atención.

Ese algo le hizo sentarse en la cama de golpe. ¿Acaso era...?

Volteó ligeramente al sofá que se encontraba en la esquina de la habitación. Su ceño fruncido indicaba esa confusión creciente en su cabeza.

¿Estaba soñando? Sí, seguro que sí.

Yoongi pronto dejó de masticar el cereal que había introducido en su boca segundos antes. Sus pequeños ojos gatunos se quedaron fijos en aquél omega.

Podía decir que era la casa más chistosa y tierna que había visto en él, desde hace tanto.

- ¿Es un sueño, cierto? -balbuceó el chico, su cara había pasado a una especie de obra abstracta. Yoongi odiaba no poder leer sus expresiones porque eran malditamente confusas.

El alfa bufó, dejando su cereal a un lado y observándole con una ceja alzada.

- "Ti imi Min Yiingi iris in idiita" aprende a escribir al menos.

Las gorditas manos de Jimin fueron a sus ojos, para frotarlos, estupefacto. Su corazón parecía que saldría de su pecho por su boca sólo para buscar a ese alfa.

Ese alfa... que parecía sacado de un basurero. ¿Qué era esa ropa?

- Eso es... ¿sangre? -cuestionó el omega, señalando la mancha en la camisa del rubio.

Yoongi dudó por un momento.

- Estoy seguro de que es ketchup -con miedo, pasó el dedo sobre la mancha y luego lo llevó a su boca. Un fuerte suspiro salió de su boca- Gracias al cielo lo era.

La pequeña sonrisa en los labios de Jimin comenzó a crecer, para dar paso a una adorable risa bajita. Estaba totalmente nervioso, sentía que temblaba y sudaba como cerdo. Sus mejillas estaban pintadas totalmente de un fuerte rosado, y no paraba de reír.

Yoongi se limitó a observarlo, sin pensar en mucho, honestamente. Sólo se sentía extasiado por ese sonido.

El sonido tan precioso de su risa.

Era extraño, de cierto modo. Yoongi había decidido no hacer nada para recuperar lo que sea que tuviera con Jimin, por eso el cambio de ropa, por eso la actitud callada y seca. Él había ido sólo a corroborar que el omega estuviera bien, que no hubiera muerto por intoxicación alcohólica o algo así.

Pero ahí estaba, sintiendo sus piernas temblar al escuchar la suave risa de Jimin. Su alfa rascaba su pecho con violencia, quería salir y tomar lo suyo. Olerlo, besarlo, lamerlo, morderlo. Estaba enloquecido, su pecho se inflaba de tal manera que Yoongi no podía contenerlo, era algo mucho más fuerte que él.

La mirada que Jimin le daba, sus ojos brillantes que gritaban tanto, pero su boca cerrada, ya no había risas, sólo miradas que expresaban demasiado y nada a la vez.

Jimin fue el que dio ese paso tan necesitado. Con la manta envolviendo su cuerpo, caminó hasta Yoongi, el aroma a limón inundó su nariz de una forma embriagante.

Sabía que Yoongi estaba igual o más ansioso que él, su aroma literalmente lo estaba atrayendo.

Se sentó en su regazo, sin recibir rechazo. El alfa estaba quieto, hasta parecía que no respiraba. Pronto, se encontró cubriéndolos a ambos con la manta, su rostro hundido en el cuello del rubio, simplemente escuchando su corazón y absorbiendo su aroma.

Era como si silenciosamente sus lobos estuvieran acariciándose, Yoongi hasta sentía la necesidad de lamerle el rostro enterito. Contrario a eso, sólo se limitó a hundir su nariz en el cabello del omega, callado.

Todos los demás estaban afuera de la casa, en el jardín, observando completamente molestos la fachada.

- ¿Qué se supone que hagamos ahora? -se quejó Hyunjin, sentándose molesto en el césped.

- Allá adentro apesta a feromonas, ni muerto me quedo ahí un segundo más -Chan repitió su acción, siendo secundado por Jeongin.

Los brazos de Hoseok estaban en su cintura, con el pecho inflado. Se sentía tan orgulloso que la enorme sonrisa en su rostro ni siquiera lo dejaba hablar.

- Ese tonto, tonto alfa -susurró, riendo bajito sin ser percibido por los demás.