- ¡Jimin!
Un fuerte grito interrumpió la tranquilidad de la casa cuando cierto chico de cabello castaño se lanzó sobre su mejor amigo, aferrándose a él como si no hubiera mañana.
Todos los demás se unieron al abrazo, incluso Jeongin de mala gana.
- Tae, te extrañé demasiado -sollozó el omega jalando los mocos.
Taehyung estaba igual que él, con los ojos llorosos pero aguantándose por su dignidad.
Uno a uno, Jimin fue estrujado entre los brazos de sus amigos, incluso Jungkook estaba ahí, quien no dudó en alzarlo en el aire y dar un par de vueltas con su cuerpo.
- Te extrañaba, tonto cachorrito.
El sonrojo de Jimin se hizo presente cuando la mano del alfa se posó en su cabello para despeinarlo. Posteriormente notó cómo su mirada brilló al ver a Taehyung entrar en el salón con un recipiente lleno de chatarra. No sabía si era por la comida o por su atractivo amigo.
Jin apretó sus mejillas con cariño, recordándole que debía comer más ya que estas casi desaparecían. Namjoon fue casi igual, sólo que recordándole cuánto lo extrañaron.
Se sentía en casa, tranquilo. Amado y comprendido.
La pérdida de su padre no había sido nada fácil para él; luego de un par de meses estando en Busán, la razón por la que había ido al fin llegó: pasó los últimos momentos de su padre en vida, sosteniendo su mano con lágrimas saliendo sin control.
Pensaba que sus amigos no iban a lograr entenderlo. Ese era un momento que él tenía que vivir solo con su hermano, era íntimo y personal. Deseaba vivir el poco tiempo que le quedaba al mejor alfa del mundo, como cuando eran pequeños y sólo eran ellos tres contra el mundo.
Ahora sólo tenía a Taemin y a sus amigos, la familia que necesitaba. Nada más.
El ceño fruncido de Jackson no desapareció en ningún momento. Jimin lo notó, se sentía incómodo.
- Hey, guapetón -bromeó, entrando en la cocina donde alfa buscaba unos vasos- ¿Sucede algo? Tienes cara de querer matar a alguien.
Jackson sonrió como era de costumbre, poniendo los vasos en la repisa y acercándose a Jimin más de lo normal. Acorralándolo contra la platera.
- Cuando veníamos para tu casa, pensé que aquí olería a ti -susurró, por instinto tomándose el atrevimiento, sin pensar, de hundir su rostro en el cuello del menor.
Jimin se estremeció por completo.
- ¿Y n-no es así? -logró formular, mordiendo su labio inferior para no soltar ese suspiro que rogaba por salir.
Jackson negó con la cabeza, alejándose de él y retomando su tarea de los vasos.
- Huele a alfa posesivo, alguien que definitivamente quería marcar este lugar -su sonrisa, esta vez, estaba cargada de tristeza-, y se mezcla perfectamente con tu olor. Como si fueran el uno para el otro.
Jimin sabía lo que él quería decir. Ese lugar olía a Yoongi. Todo estaba impregnado de su olor: el sofá donde dormía, la cama donde dormía, incluso el comedor donde dormía.
Una pequeña sonrisa burlona se pintó en sus labios inconsciente cuando recordó la vez que el alfa estaba tan agotado de estudiar que se quedó dormido babeando toda la mesa. Él se había sentado a su lado, acariciando su cabello.
Ah, ¿De qué color lo tendrá ahora?
- Minnie, ¿Tienes una botella?
El pequeño omega salió de su ensueño, observando a Jeongin verlo curioso.
- S-Sí tengo, ¿Para qué la necesitas?
- Oh, es que están empezando a llegar los invitados y Jin me dijo que los alcoholizaramos lo antes posible.
- ¿Qué? -Jimin se atragantó con su propia saliva, dándose cuenta que la casa estaba inundada en música y el ambiente comenzaba a cambiar- ¿Invitados?
Jeongin bufó, tomando una botella de vodka de la alacena.
- ¡Fiesta, Jimin! -dijo como si fuera lo más obvio, volviendo por donde había llegado, pero con alcohol.
- Ay, no...
El pequeño susurro de Jimin, completamente atónito, se perdió en los gritos emocionados de los chicos al ver a Jeongin con la botella.
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「Tonto, tonto alfa」❁ yoonmin.
FanficJimin es un omega caprichoso y necesitado de atención, Yoongi es su intento de alfa rudo.