Rotos, aterrorizados

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Puedo ver a Valerio al otro lado de la mesa, roto, aterrorizado. Sus ojitos llenos de lágrimas, su cabello desordenado. Siempre consideré que mi hermano es de las personas más valientes que he conocido, él siempre se atrevió a ser el mismo, a pesar de lo que opinaran sus padres. Valerio también se ha permitido sentir, muy profundamente, algo que incluso lo ha llevado a hundirse en sus adicciones, y aunque esto es totalmente reprochable, yo no he podido enfrentar mis sentimientos en muchos momento de la vida. Otra cosa que jamás he podido enfrentar es a mi papá, un hombre controlador, frío, exigente, siempre pensé que podía contra todo, contra todos, pero por más que quiera a mi padre, nadie me asusta como él. Siempre pensé que mi hermano podría enfrentarse a él, aunque en muchos casos yo busqué protegerlo de dichas confrontaciones, incluso me interpuse en aquellos momentos en los que los castigos se volvieron físicos, momentos en los que Valerio tampoco se quebró. Pero aquí está, frente a mi, casi temblando, jamás lo había visto así. Los últimos días habían sido caos, los últimos meses solo han sido caos, pero esto superaba todo.

Después de la fiesta de San Valentín, después de amanecer junto a mi hermano, decidí retraerme de nuevo. Me desperté con el suave toque de sus dedos sobre mi cabello, solo podía verlo a él, me abrumaba, mi pecho se hinchó

- Te amo Valerio- su mano se detuvo, sus ojos me atravesaron como puñales, por unos segundos no dijo nada- Te amo, pero no estamos listos para esto. Tú sigues consumiendo drogas, yo sigo siendo una niña caprichosa, aterrorizada como para jugársela por nosotros, y sin la capacidad de confiar en ti, aun- mi voz se quebró, mi vista se tornó borrosa por las lágrimas - te amo más que a nada, más que a nadie, pero el amor a veces no es suficiente-

Mi hermano me mira, también con lágrimas en los ojos, suspira - siempre es lo mismo contigo Lucrecia, escusas, pero esta vez entiendo, tu elección quedó clara- dice con algo de rabia, respira profundo y sigue hablando- pero entiendo, todo lo que nos dijimos anoche, todo lo que nos ha dolido no se soluciona pasando juntos una noche, apreció que esta vez al menos sigas aquí cuando despierto- pasa saliva con dificultad- como te dije, eres mi hermana, y aunque eso jamás me ha importado, creo que en este momento, viviendo en esta casa, si es un problema. No podemos estar juntos, es cierto, siempre voy a estar aquí , como tu lo has estado para mi desde que tengo memoria- beso mis labios suavemente- solo no me saques de este sueño ya, quedate conmigo estas últimas horas.. -

Mi corazón de rompió en mil pedazos, justo como está sucediendo en este momento. Una semana después de la fiesta de San Valentín, Valerio y yo llegamos al colegio solo para ser recibidos por un montón de miradas, miradas de asco, de desaprobación. En ese momento mi celular sonó, era Carla - Lu, ya lo saben, todos... - mi cuerpo se congela, Valerio y yo no hablamos tanto después de aquella noche en la terraza, pero aún así seguimos viniendo juntos a clase y él, como siempre, sigue estando en la total capacidad de leerme - Lu ¿que pasa?- en ese momento se nos acerca corriendo Nadia

-Alguien ha publicado en instagram, al parecer desde una cuenta falsa, un video de ustedes dos en el bar, el día de San Valentín- ella se encuentra muy agitada, yo la verdad no puedo escuchar muy bien tampoco, me siento hundirme, la oscuridad me consume- yo de ustedes no entraría... - termina Nadia. A mi hermano parece no importarle esa recomendación, me toma de la mano y avanza.

Todos a nuestro paso susurran, cuando llegamos al final del corredor Valerio sigue tirando de mí hasta que quedamos parados en las escaleras y el empieza a gritar

-¿Que miran? Partida de chismosos, busquense una vida y dejen de opinar sobre la de los demás--

-depravados- se escucha un grito, no puedo identificar quien es, estoy en shock, quiero correr, llorar, pero no les permitiré verme flaquear, solo me puedo limitar a quedarme quieta, detrás del cuerpo de Valerio, la única barrera entre el mundo y yo

-Piensen lo que quieran, la verdad es que soy adoptado--miente- siempre lo hemos sabido--sé que está mintiendo por mi, porque no estoy lista para que nadie sepa nuestro secreto- y si, puede ser raro que exista algo entre hermanastros, pero estoy seguro de que todos aquí han hecho cosas iguales o peores. Partida de hipócritas, alguien vuelve a mencionar esto y se las verán conmigo y con Lucrecia, ya saben de lo que somos capaces-

Muchos se quedan callados, pero siento la mirada punzante de personas que me importan.

Guzmán se acerca, nos mira con odio - ¿era cierto entonces? Mis celos siempre tuvieron una razón de ser... me dan asco. Tú en especial Lucrecia- sigo en shock, jamás me sentí tan expuesta--aléjate ya Guzmán, tu tampoco fuiste el más fiel- mi hermano lo empuja y mi ex parece estar a punto de golpearlo, sigo sin poder hacer nada, me siento como una inútil. En ese momento se acerca Azusena, la directora- separense ya... Lucrecia, tu madre me ha estado llamando como loca, dice que no respondes tu teléfono. Al parecer los necesitan en casa--

Valerio no hablo, ninguno hablo, camino a casa solo sujetó mi mano con firmeza. Ambos sabíamos que ya no podíamos negarlo, ya no habría escusa válida, nos iban a separar, mi padre ya no creería de nuevo en nosotros. Yo me sentía ahogada. Cuando entramos, aún tomados de la mano, unos pasos se apresuraron por la escalera y mi hermano mayor se paró frente a mí. Ni siquiera pude entender que decía mi padre entre tantos gritos. - Papá, yo la obligue, es mi culpa- fue lo único que pude rescatar de la conversación. En ese momento sentí como la mano de Valerio soltaba la mía y su cuerpo golpeaba la pared más cercana. Mi padre lo había tomado por el cuello y yo aún no podía reaccionar. Quería decir algo, quería decirle que en realidad todo había sido mi culpa, que yo había sido quien había buscado a mi hermano en primer lugar, pero no podía. Mi padre sólo se volteo a verme cuando escuchó mis sollozos intensificarse, no soportaba ver a aquel hombre que siempre he amado, ser lastimado. - Lucrecia, ¿lo que dice este tipo es cierto? ¿Abusó de ti? - En ese momento mi madre entró en la sala, vio lo que estaba sucediendo y me abrazó. Valerio me miró a los ojos, suplicante, se estaba ahogando. Yo de nuevo no pude decir nada - ¡responde! - grito mi padre y detrás de él mi medio hermano me insitó a asentir, eso hice, confirme aquella vil mentira.

Ahora estamos aquí, sentados en el comedor, lo más alejados del otro que lo permite la mesa. Mi madre convenció a mi papá de escucharnos, de darnos una última oportunidad de explicarnos. Mi papá empezó a amenazar a Valerio con llevarlo a la cárcel, el pobre temblaba. Roto, aterrorizado. Por primera vez en mi vida vi que no sería capaz de enfrentar a mi padre, como siempre lo había hecho, creo que esta vez no tenía miedo no solo por él, sino también por mi. Se lo debía, todo el día el solo me había protegido, y gracias a eso es que palabras que jamás pensé que podrían salir de mi boca encontraron su camino.

-Valerio no abusó de mí. Si folle con Valerio es porque le necesitaba, porque lo deseaba más que a nada en el mundo- lo vi llorar frente a mí, la mayor confesión de amor, la mayor prueba de mi amor hacia él. Estaba tan abrumado como yo, tal vez más. Admitir nuestro amor ante aquel que nos unía y nos separaba, nuestro padre--el amor no es un crimen- mi voz se quebró- y el no es un criminal- cuando termine de hablar sonreí entre mis lágrimas. Pude ver en mi hermano una luz diminuta, al escucharme decir que lo nuestro es amor. Me sentía agotada, mareada, aunque un poco más liviana. Sonreí con tristeza, porque por fin podía decir lo que sentía, aunque las consecuencias serían nefastas.

-Muy bien, hasta que tengas 18 tengo la obligación de proporcionarte techo y comida, pero nada más - mi padre se volteo a ver a mi hermano--tu ya tienes 19, no necesitas que te lo dibuje. Fuera de esta casa- aquel aterrador hombre salió de la habitación y sólo quedamos Valerio y yo. Nos miramos, rotos, aterrorizados. Ambos sabíamos que este era el final, pero sabíamos también que habíamos soltado un gran peso, habíamos podido confesar nuestro amor, aunque eso hubiera implicado su final. Se terminó.

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Este es un intento por arreglar la tercera temporada y hacerla coincidir con esta historia. Quiero sus opiniones, se por donde va la historia, pero me gustaría saber que piensan que puede pasar en la escuela con todo esto

Los días rarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora