Hola a todxs, volví
Han sido unos meses muy agitados, estoy terminando las tesis de mis dos carreras y por eso no he podido actualizar. También quise esperar a ver que rumbo tomaba la historia de Lu y Valerio esta temporada, la verdad no me gustó. Voy a integrar varias cosas de la tercera temporada, pero eso será más adelante. Por ahora, la historia sigue en donde les dejé la última vez. Gracias por sus votos y comentarios, aprovechare estos días de cuarentena para actualizar. Espero subir otro capítulo esta noche
Pd: Les dejo una canción que creo puede acompañar muy bien los pensamientos de Valerio en este capítulo
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Tomo la mano de Lucrecia y nos apresuramos por la escalera, estamos desesperados por llegar a casa. Cuando llegamos a la entrada del bar hay una aglomeración de personas que nos impide el paso. Nos abrimos paso entre la gente como podemos y cuando logramos salir vemos también unos carros de policía parqueados al frente, en cualquier otro momento me parecería inquietante, pero la verdad, en este momento solo puedo pensar en lo mucho que deseo estar con Lu. Buscamos al chofer y subimos al carro. Dentro de él conservamos la distancia, mi hermana se recuesta sobre el la silla y me mira fijamente a los ojos. Es muy difícil no besarla cuando me mira así. El camino a casa me parece eterno, y cuando finalmente parqueamos y nos dirigimos a nuestras habitaciones el chofer nos mira inquisidoramente, a lo que Lu responde despidiendolo de manera condescendiente. Después de eso subimos muy de prisa y entramos a mi cuarto, empezamos a besarnos, pero tomo el rostro de Lucrecia entre mis manos y la alejo levemente, me siento perdido en el océano que son sus ojos, ella me mira con la misma intensidad y siento un escalofrío atravesar todo mi cuerpo.
-¿Todo bien Val?- susurra sin apartar la mirada y siento como mi amor por ella me consume. El maquillaje de su rostro ha ido desaparenciendo y solo queda la expresión de inocencia de la que me enamoré hace ya muchos años
-Todo está perfecto- sonrio y beso suavemente sus labios- solo necesitaba estar seguro de que esto es real- el tenerla de nuevo entre mis brazos, la intimidad, la adoración, es demasiado bueno para ser real, en especial tras estos meses llenos de oscuridad.
-Tú... esto...- Lu aparta la vista y baja sus manos por mi pecho- nosotros... es lo más real que tengo y he tenido desde hace mucho tiempo- Estas palabras y sus caricias hinchan mi corazón. Consumidos por este amor nos entregamos una vez más al otro.
Esa noche, con mi hermana dormida entre mis brazos, recuerdo aquel momento en el que supe que no podía vivir sin ella. Yo acababa de cumplir 15 años y eran las vacaciones de verano, recuerdo sentir una ira muy profunda en esos meses, estaba siendo enviado de un hogar a otro, de internado a internado, ninguno de mis padres se quería hacer cargo de mi. Un día, mi padre había llegado estresado de su trabajo y había decidido cogerla contra mi, después de gritarme por un rato se fue con mi madrastra a una comida de negocios. En un ataque de rabia tomé uno de sus autos y empecé a manejar a toda velocidad por la ciudad. Como era de esperarse, choqué, y a la única persona a la que se me ocurrió llamar fue a mi hermana de trece años. Una niña muy pequeña, que a pesar de eso, siempre tenía una solución para todo. Volví a casa como pude, cuando llegué mi hermana estaba en el parqueadero, envuelta en una bata con orejitas de conejo, pero no debajo de ese disfraz de inocencia, se escondía toda una estratega, que en ese momento me miraba con desaprobación.
-No bajes del auto, vas a llevarme a una farmacia. Vamos a fingir que tuvimos que salir corriendo porque tuve un ataque de asma y que por tu preocupación chocamos. Luego diremos que para ese momento ya se me había pasado, y que decidimos solo comprar un inhalador y volver a casa a esperar a que mis padres volvieran- Lu siempre había sido muy ingeniosa, pero creo que su deseo de cuidarme siempre, la había vuelto una excelente mentirosa. No importaba yo que hiciera o que tan furiosa ella pudiera estar, siempre encontraba una excusa, una historia, para que mi padre no me castigara, Lu siempre me había cuidado, de verdad, ella es mi vida.
Cuando desperté ella seguía allí,a mi lado, esta vez no había huido. Su cuerpo desnudo pegado al mío, su cabello infinito desplegado sobre mi almohada. Yo solo podía pensar en mí sueño, en lo que implicaba que ella siguiera aquí a pesar de todo, después de tantos años, después de tanto dolor. Es cierto que nuestra relación no es convencional, para muchos puede ser incluso tóxica, pero nadie nos entiende como el otro, nadie ha estado ahí siempre. Lucrecia no sólo es mi familia, en muchos momentos ha sido la única razón encuentro para seguir vivo, es literalmente, mi vida. Podremos lastimarnos, alejarnos, salir con otros, traicionarnos, pero por algún motivo, siempre se reduce a esto, los dos, solos, entregados al otro.
Lucrecia soltó un pequeño gruñido, seguía dormida. Yo acomodé sus mechones de pelo y trate de volver a conciliar el sueño. Mi padre volvería esta noche, así que no nos quedaba mucho tiempo para poder estar así, juntos, en paz. A pesar de que la situación en ese sentido seguía siendo tensa, puedo estar feliz porque al menos Lu y yo estamos mejor. Aun hay mucho dolor entre nosotros, la traicione, ella también me ha traicionado a mi, no nos hemos podido perdonar, pero es bueno saber que ella aun me ama tanto como yo la amo
Punto de vista de Cayetana
Alguien había entrado al bar y había robado varios celulares. Uno de esos era el mío, y aunque a este montón de niños privilegiados con los que estudió parece no importarles, no primero, no podía permitirme perder otro teléfono, y segundo, pero más importante, en mi celular estaban todas mis conversaciones con Polo sobre aque trofeo que tantos problemas nos había causado.
La policía no había tardado en llegar, aunque yo la verdad no quería que estuvieran aquí. Ordenador a quienes administraban el lugar que nos permitieran ver las cámaras de seguridad a ver si reconociamos algo o a alguien. Los primeros en entrar a la sala de las cámaras fuimos mi novio y yo, al parecer éramos los más afectados por el robo. Un hombre encargado de la seguridad del local empezó a pasar por todas las cámaras del lugar y todo lo que habían capturado en esa noche. Nada...
-¿ya revisaron la terraza? - preguntó otro hombre que trabajaba en el lugar- muchas veces los ladrones entran por ahí. El encargado de ayudarnos puse la grabación de esa noche... Mi s ojos no podían creer lo que estaban viendo, el bolso que sostenían mis manos cayó al piso y Polo al lado mío se tensó tanto como yo.
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Los días raros
Hayran Kurgu"Todos los días a su lado, la mayoría de veces no sé que está sucediendo, a los ojos del mundo parecemos no tener sentido, pero aquellos días raros son los mejores de todos" Cuando Valerio a punto de morir la única que está a su lado, como siempre...