Holaaa, nuevo caaap jaja este es en parte una continuación del anterior, necesito seguir dándome un trasfondo a la adicción de Valerio, entenderla y explicarla. Prometo que en el siguiente capítulo se reanuda la acción jeje
También me han expresado su preocupación por un final feliz, spoiler: yo no puedo vivir sin finales felices así aque si habrá, pero también es las mejores historias lo más duro viene justo antes de ese final. Aún quedan varias capítulos
Les dejo también una canción muy importante que use como referente total para este capítulo y como siempre gracias infinitas por su apoyo, sus comentarios y su visión sobre cómo se está tratando el tema de las drogas en la historia es de las cosas más motivadoras e inspiradoras que he podido leer. Si quieren compartirme alguna experiencia o consideran que sobre ese tema hay algo por explorar seria muy feliz de escuchar. Gracias de nuevo, espero les guste
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Me despierto de nuevo, el calor llena la habitación y estoy segura de que es cerca de medio día. Después de que Valerio se acostara a mi lado me costó algo volver a conciliar el sueño, aunque finalmente lo logré, el sentir su presencia, estuviera asustada, molesta o lo que fuera, igual me seguía relajando mucho. En este momento yo me encontraba observandolo dormir, respiración pausada y boca algo entreabierta. Olía un poco a cigarrillo y a alcohol, y no se había puesto tampoco la pijama. Estaba volviendo a aquellos malos hábitos, estaba dejándose llevar de nuevo por ese instinto autodestructuvo que yo sólo puedo atribuir a su inmenso dolor. Valerio siempre había sido una persona muy sensible, pero que además se había visto sometido a todo tipo de soledad, despedidas y desapego. Por otro lado, también es muy positivo, no sé si es un mecanismo de vida, pero estas cosas juntas han hecho que suela reprimir o ignorar mucho ese dolor. Cuando yo tenía casi 16 años y él tendría unos diecisiete, descubrí que estaba consumiendo drogas. Me encontraba sentada en el estudio de mi padre terminando un trabajo, eran aproximadamente las cuatro de la mañana y escuché como algo se caía en el piso de abajo, lo ignoré, seguramente Rocío, quien trabajaba en mi casa se había levantado a tomar algo. Seguí concentrada en mi trabajo pero pocos minutos después escuché la puerta del estudio abrirse, giré mi cabeza y lo vi, recostado contra el marco de la puerta con aquellas poses suyas que solo emanaban confianza. Valerio levantó la comisura del lado derecho de su labio, sonreía burlón.
-Siempre tan trabajadora- dijo y volvió a sonreír
-¿Qué estás haciendo?- le pregunté algo disgustada. Él ya llevaba unos meses descontrolado, salía entre semana, el fin de semana, llegaba a la hora que se le daba la gana y aunque mi padre había intentado establecer límites, muchas veces no estaba para hacerlos cumplir, como en ese justo momento, de nuevo estábamos solos. Además de eso, estábamos en exámenes finales y no quería ser interrumpida.
-Nada, acompañando a mi pequeña hermanita en su desgraci- se burló y empezó a caminar hacia mi. Yo torcí los ojos tratando de ignorarlo y volví a mirar al computador. Pronto lo sentí detrás mío y besó la parte de arriba de mi cabeza. Seguí ignorándolo -¿por qué tan tensa?- preguntó, estaba buscando sacarme de quicio. Él mientras tanto se acercó a mi oído y siguió provocándome -sabes que puedo ayudarte con eso- un escalofrío me recorrió, el tenerlo cerca siempre le desestabilizaba, en especial en momentos como este, en los que se veía irresistible con su look desaliñado y parte de su pecho al descubierto. Por unos momentos me dejé llevar por el contacto, sus labios apenas rozaban mi cuello, pero cuando sentí el olor a alcohol salí de mi transe. Me volteé y lo empujé.
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Los días raros
Fanfiction"Todos los días a su lado, la mayoría de veces no sé que está sucediendo, a los ojos del mundo parecemos no tener sentido, pero aquellos días raros son los mejores de todos" Cuando Valerio a punto de morir la única que está a su lado, como siempre...