Beauty and the Beast》KookV (Completa)

dos 🥀

Villeneuve era un pequeño poblado, donde vivía Taehyung con su padre. El pueblo en cuestión se situaba en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, cerca de Marsella y de Lyon, pero aún más cerca con la frontera territorial del norte de Italia.

Ciertamente, allí no había mucho que hacer. Había menos de mil habitantes. La mayoría de ellos se dedicaban al cultivo de maíz u otras verduras, artesanos, herreros y demás. Había un colegio solamente para los niños, ya que, a finales del siglo XVIII, en muchos lugares no modernizados las niñas no iban al colegio. Puede que en París o en Lyon sí, pero en la pequeña ciudad de Villeneuve aún les faltaban unos años para llegar a la altura de una de las capitales más famosas del mundo.

París.

Ir allí era el sueño de Taehyung. Él quería ir a la universidad, estudiar Literatura y convertirse en el mejor escritor de Francia.

Daría giras mundiales, transportándose en los carruajes más modernos y de última generación. Sería invitado a famosas tertulias de intelectuales en otros países, incluso podría llegar a ser catedrático de alguna prestigiosa universidad, y plasmar en sus clases el amor que sentía por las letras.

Porque sí, Taehyung leía como si la vida le fuese en ello. Como si le pagaran una corona por cada libro que leía. Eso, sin duda, llamaba mucho la atención de sus vecinos franceses, pues no habían conocido a un niño tan curioso y despistado como Taehyung, quien siempre parecía estar en las nubes, algo que le habían dicho desde que era muy pequeño.

A pesar de que su padre no pudiese comprarle todos los libros que quisiera a su hermoso e inteligente hijo, Taehyung iba religiosamente los viernes a la librería del pueblo. Siempre había los mismos y en muy pocas ocasiones habían renovado las prestaciones. Se había llegado a leer el mismo libro de aventuras y fantasía por lo menos veinte veces.

Pero Dios¸ es que le encantaba tantísimo sumergirse en las páginas de papel desgastado, imaginar que vivía en la época descrita, y ponerse en la piel de los personajes.

Historias de amor, de batallas y de heroicas victorias, esas eran sus favoritas. Sobre todo, los libros extranjeros.

Taehyung era tan sumamente inteligente, que había aprendido él solito a hablar diferentes idiomas, entre ellos el inglés, el italiano de la toscana y un poco de castellano. Y para su edad, eso era admirable.

Es más, con cuatro años, ya leía perfectamente.

Era el orgullo de su padre, viudo.

La madre de Taehyung murió después del parto, pero al joven siempre le había bastado con su padre, quien lo había criado maravillosamente, si bien alguna vez que otra había sentido envidia de los niños que tenían una mamá.

Pero él estaba bien. Tenía a sus libros con él.

Para pena suya, a los dieciséis años tuvo que abandonar el colegio, ya que se padre necesitaba ayuda en su trabajo como artesano. Y Taehyung apreciaba demasiado al señor Kim como para no sacrificarse por él.

Daría hasta su vida, con tal de ver a su padre tan enérgico y feliz como siempre.

A pesar de pequeños contratiempos, el joven rubio no descartaba ir a la Universidad. Estaba cien por cien seguro de que iría, cuando su padre no necesitase de su ayuda. Pero aquel momento iba a tardar en llegar.

Incluso con veinticuatro años, aún seguía esforzándose por su padre.

Pero eso nunca le impidió que dejara de leer. Por esa misma razón, el viernes justo, salió de su pequeña y modesta casa casi a las afueras del pueblo. Tenía que hacer unos recados en el mercado—ya que los viernes la plaza se llenaba de mercaderes que venían de otros poblados, para hacer trueques y conseguir los bienes que les fueran convenientes—. Además, también quería ir a la librería y probar su suerte, en busca de algo nuevo que leer.