—¿Vas a mirarme todo el rato?
La pregunta que Tae lanzó a Jungkook, provocó que una sonrisita apareciera en el semblante del azabache.
El rubio le daba la espalda mientras estaba tumbado boca abajo sobre la alfombra de la biblioteca, mientras leía un interesante libro sobre romance. Jungkook estaba recostado en uno de los sillones, pensando en lo perspicaz que podía ser a veces el humano.
—Puede ser—musitó juguetón, levantándose de su asiento para tumbarse sobre el cuerpo estirado de Taehyung, puesto que estaba muy aburrido. Sus brazos le aprisionaron y se sintió extasiado al oler el aroma del cabello de su compañero—. A no ser que me des un mejor plan—murmuró en su oreja, rozándole con su nariz de forma pícara.
Taehyung exhaló una risita nerviosa, sin poder concentrarse en las líneas de su libro. No mientras tenía a una pantera negra encima suya. Y menos cuando sus alas negras le rodeaban como si quisieran taparle, como si fuera una especia de escudo, una burbuja que los transportaba a otra dimensión.
Sabía a qué tipo de plan se refería Jungkook.
—La verdad, leer este libro es el plan que más entretenido ahora mismo—respondió, encogiéndose de hombros de forma fingida.
El joven pegó un sobresalto cuando sintió un pellizco en su cuello, tras la breve mordida por parte de su compañero, a modo de reprimenda.
—A mí me interesa leer otro tipo de...cosas. No ficticias, ya sabes.
Las manos del demonio acariciaron los hombros de su compañero, mientras le dejaba besos húmedos en su nuca y un rastro de su propia saliva. El cuerpo de Taehyung se erizó, respondiendo como siempre de esa forma casi química ante el contacto del mayor.
—¿No ficticias? Humm...,ahora mismo no caigo.
El azabache musitó una especie de gruñido en su oreja, antes de arrastrar el libro por el suelo y darle la vuelta a Taehyung con sus brazos, colocando una de sus piernas entre las del humano. Jungkook utilizaba sus manos como soporte, aprisionando a su compañero a ambos lados de su rostro. Una sonrisa traviesa se escurrió por su semblante, percibiendo un brillo curioso en los ojos de Taehyung.
El humano se había puesto nervioso ante la repentina toma de contacto visual. Los ojos de Jungkook siempre le sorprendían, con ese rojo escarlata intenso en su iris, como si fuera una mancha de nacimiento. Tampoco pasaban desapercibidos sus colmillitos o sus pequeños cuernos de aspecto rugoso. Y Dios, sus alas se veían siempre igual de bonitas y de limpias, caer por su espalda, firme y ancha.
Las plumas parecían ser tan esponjosas como un algodón de azúcar, y tan oscuras como el universo mismo. La forma en la que se curvaban por su espalda hasta unirse con esta, su inmensa largura que llegaba casi hasta los pies.
Jungkook era guapísimo. Y a veces esa sensación le producía vértigo. Cómo alguien podía tener un rostro tan pulido, una piel más blanca que la porcelana, con facciones tan perfectas y pómulos que terminaban en forma de pico. Su mandíbula cuadrada, los músculos de su cuello...Todo parecía ser una puta tortura.
¿Era acaso justo, que alguien fuera tan irritantemente guapo?
Jungkook se acercó lentamente hacia el rostro de su compañero para robarle un beso lento, en una clara demostración de a lo que se refería con cosas no ficticias.
Y después de ese vino otro, y otro, y otro. Y Taehyung lo recibía como si fuera el oxígeno que necesitaban sus pulmones para respirar. Jungkook apresaba sus labios y los soltaba, dejaba unas pequeñas mordidas en sus labios y luego pasaba la lengua por la zona para calmar la irritación. Los besos se extendieron un rato, como si estuvieran siguiendo el ritmo lento de una canción de piano.
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Beauty and the Beast》KookV (Completa)
Fanfic❝Un castillo maldito, una bestia y un corazón puro❞ Jungkook nunca fue esa clase de príncipe amable y empático; nació rodeado de comodidades y de gente que lo adoraba por su físico. Su alto ego y altanería lo condujeron a ser víctima de un maleficio...