seis 🥀

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Villeneuve seguía siendo la aldea tranquila de siempre. Era fin de semana, día festivo, por lo que los campos se habían vaciado de los granjeros, los mercados habían cerrado, y la gente del pueblo se reunía por la noche en la plaza principal a beber cerveza y tomar unos tentempiés, bajo una brisa agradable una noche de verano.

Los niños jugaban en la fuente, refrescándose, mientras sus madres le decían que salieran del agua porque tenían que esperar a hacer la digestión.

Como siempre, la única taberna del poblado estaba llena de vecinos, sobre todo los hombres más jóvenes.

Cómo no, WooBin entre ellos.

Aquel día, el apuesto joven había cazado a un ciervo macho, bastante veterano, cuyos cuernos iba a quedarse como trofeo.

Todo el mundo reía, cantaba y bailaba. Las chicas iban detrás de WooBin, esperando que alguna de ellas fuera la afortunada de compartir algo con el joven.

Entre chistes malos y risas estrepitosas, las puertas de la taberna se abrieron de un golpe seco, provocando un estruendo, acallando las voces más cercanas a la entrada. Poco a poco, todos se callaron al ver cómo la música menguaba.

Dongyul entró despavorido al local, su rostro cubierto de mugre y su ropa sucia y rota, causa del denso bosque del que por fin acababa de salir. Le había costado una eternidad conseguir volver a casa. Philip había estado tan asustado y alerta, que se llevó al señor Kim por otro camino.

Pero ahí estaba, sediento y muerto de hambre, pero con un dolor en el corazón enorme.

—¡Mi hijo!—gritó despavorido— ¡Mi hijo necesita ayuda!

Los murmullos se hicieron presentes en la taberna.

Todos los presentes conocían quién era él; un artesano bastante senil, viudo, que nunca había hecho precisamente una vida de pueblo. También conocían a su hijo; el hermosísimo y apuesto Kim Taehyung, más conocido como el loco de los libros.

La gente cuchicheaba a su alrededor. Los ojos de Dongyul parecían estar más salidos que nunca, y su rostro, pálido como el papel.

WooBin, al darse cuenta del alboroto, y de escuchar que Taehyung necesitaba ayuda, salió entre la muchedumbre con aires de grandeza.

Como diciendo, aquí está el héroe que todo el mundo necesita.

—A ver, viejo, ¿qué le pasa a Taehyung?

Dongyul se giró hacia él. Su rostro estaba descompuesto.

—¡Una bestia...una bestia lo tiene encerrado en su palacio!

Al oír eso, los clientes se rieron por lo bajo, y unos murmullos a lo lejos que se burlaban de él.

WooBin también se rio, aunque intentó comportarse, para mantener su imagen.

—¿Una bestia, dices? ¿Qué tipo de bestia?

—¡Una! ¡Con enormes alas negras y cuernos! ¡Es el diablo!—el anciano zarandeó sus brazos en el aire, mirando a todo el mundo y al mismo tiempo a nadie.

Parecía estar mal de la cabeza.

—¿Y cómo ha acabado Taehyung en manos del diablo?—musitó el chico, claramente riéndose de él.

—¡Por mi culpa! Yo debería ser el que estuviera en la celda, pero mi hijo se sacrificó por mí. ¡Tenemos que ayudarle!

Pero nadie le estaba tomando en serio. Es más, algunos le siguieron el juego, para ver qué más barbaridades decía.

Beauty and the Beast》KookV (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora