Veronica Chase (mas conocida como Ronie), una chica aparentemente normal, a quien siempre le encantó las historias sobre criaturas sobrenaturales.
¿Qué pasaría si al cumplir los 16 años descubre que ella forma parte de ese mundo? ¿Podrá con todo lo...
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Gloria: Estaba muy feliz por encontrar a mi mejor amiga después de tanto tiempo, desde que se marchó, hace 16 años, no la había visto.
A pesar de que hubo varias oportunidades para poder vernos nuevamente como las reuniones de la hermandad, el firmado del tratado de paz, mismo así no nos vimos mas, siempre tenía yo un impedimento que no me permitía ir.
Fue maravilloso encontrar a Amanda y conocer finalmente a su niña, cuando Ronie se fue aprovecho para poner algunas cosas al día con Amy- Tu niña esta preciosa Amanda, te felicito, pero no pude evitar notar el diferenciado color de sus ojos, nunca había visto alguien con ojos violeta-.
-Pues que te digo, los doctores dijeron que se debe a un trastorno genético, aunque la verdad creo que se deba a algo relacionado a lo que somos, seguramente pronto lo sabremos, ya falta poco para que Ronie cumpla 16- dijo Amanda algo preocupada.
-¿Estás preocupada por lo que pueda pasar cuando Ronie se convierta en bruja no?- ella asiente cabizbaja -Tranquila Amy, veras que todo saldrá bien, después de todo tendrá como instructora a la reina de las brujas, ¿qué podría salir mal?- digo tratando de animarla.
-Gracias y supongo que tienes razón, hablando de eso, quería proponerte algo, se que cuando te lo pedí tenias miedo por ser una responsabilidad muy grande, pero mismo así nunca deje de pensar que eres perfecta para ser mi mano derecha, mi escolta, ¿aceptas? Dí que si por favor Go- dice haciendo un puchero y juntando las manos.
Suelto una risita -Sabes creo que ya estoy preparada para ser tu escolta, acepto el reto mi Reina Amanda- digo haciendo una reverencia.
-Muchísimas gracias enserio y ya no me trates así, es muy extraño viniendo de ti- dice con una cara de disgusto, ambas acabamos riendo. ~Que bueno es esto, parece como los viejos tiempos~ pienso.
Ronie: Luego de probarme el uniforme que por cierto es hermoso y me queda perfecto, vuelvo al despacho de la directora, antes de abrir la puerta escucho como ambas están riendo. ~Es tan tierno saber que son mejores amigas, me recuerdan mucho a Tom y a mi~pienso, entro entonces al despacho.
-Ya volviste Ronie, dime ¿que tal te quedó el uniforme?- dice Gloria con una sonrisa -Me quedo estupendamente bien, es muy lindo- respondo.
-Me alegra que te haya gustado, Ronie quiero que sepas que si necesitas algo durante el año escolar no dudes en acudir a mi ¿esta bien?- dice guiñando un ojo -Claro que si directora- digo con una sonrisa.
-Bueno ya es hora de irnos, gracias por todo Gloria, vamos a mantenernos en contacto, tenemos muchas cosas de que hablar- dice mi madre riendo -De eso no hay duda- responde Gloria riendo igual -Fue un gusto verlas, nos vemos el lunes Ronie -Nos despedimos de la directora y nos dirigimos a casa.
...
Pasaron los días y finalmente llego la fecha de mi primer día en Magicdale high, estaba muy entusiasmada y ansiosa, por lo que no pude dormir muy bien por la noche, pero mismo así no perjudico mi buen humor. De un salto me levanto de la cama, me doy una ducha y al salir me visto el uniforme que tanto me gustaba, me peino el cabello dejándolo suelto, me maquillo un poco, tomo mi mochila y bajo al comedor para desayunar.
-Buenos días mami- digo tan solo verla.- ¿Qué te parece mi uniforme?-.
-Te queda hermoso hija, es como verme en un espejo cuando tenía tu edad-dice sonriendo. -Ven a desayunar, no quieres llegar tarde a tu primer día ¿verdad?-. Al terminar de desayunar, fuimos al coche listas para ir a la escuela.
Ya en la escuela cuando pasamos toda la gran ruta antes de llegar al edificio, veo que en la escuela hay demasiados alumnos, creo que es la escuela con mas alumnos que he asistido -Suerte mi niña en tu primer día, espero que puedas hacer mas amigos como Tom-.
-Gracias mamá y ya veremos, adiós- bajo del auto y me hundo en esa multitud de alumnos, no puedo evitar notar que todos giran para darme un vistazo, ya hasta estaba acostumbrada a esas miradas cada año por ser la nueva siempre, pero se que mas me miran extrañados por el tono de mis ojos, ¿Porqué no pude tener un tono normal? Entre al edificio ignorando todas las miradas y me dirijo a la secretaría para que la señora Gertrudis me pueda dar mi horario e indicarme cual será mi casillero.
Teniendo todo lo que necesito empiezo a buscar mi casillero, gracias a Dios no me fue difícil encontrarlo, todos los casilleros tenían distintos colores y el mío era de un color morado, guarde algunas cosas y cuando lo cierro veo que hay alguien recostado al lado mirándome fijamente con una sonrisa de lado.
-¿Perdiste algo?- pregunto encarnando una ceja -Sí, mi corazón- dice ese chico rubio, me limito a poner los ojos en blanco y a continuar mi camino, pero este me detiene tomándome el brazo, doy media vuelta mirándolo molesta -¿Se puede saber que rayos quieres? Y ya suéltame, no me gusta que me toquen- digo estirando el brazo.
-Ai tranquila muñeca, solo quiero presentarme, me llamo Justin Mclean y ya que eres muy bonita, te daré la honra de darte mi número- dijo con una sonrisa pícara guiñando un ojo ~¿Pero este quién se cree? ¿El rey de los estúpidos?~ pensé -Pero por favor ni que fueras Christian Grey para querer tanto tu número, deja de hacer el ridículo y déjame en paz-.
-Pero que mala eres, ¿no sabes acaso que estas hablando con el chico mas popular de Magicdale high? Cualquiera quisiera estar en tu lugar ahora mismo, deja de hacerte de la difícil- dice poniendo una mano en mi mejilla, en lo que yo tomo su mano y la tuerzo, el tal Justin empieza a quejarse de dolor- Oye, oye detente me lastimas, te dejaré en paz lo prometo- entonces lo suelto -No te cruces mas en mi camino- le digo y me voy.
-¿Qué fue eso Justin? ¿Quién es esa chica? Es muy linda- dice un chico -Es nueva, se quiere hacer de la difícil pero pronto caerá a mis pies como las demás ya veras Grover- dice Justin con ademan de grandeza -Así se habla amigo- dice Grover palmeándole la espalda.
