Veronica Chase (mas conocida como Ronie), una chica aparentemente normal, a quien siempre le encantó las historias sobre criaturas sobrenaturales.
¿Qué pasaría si al cumplir los 16 años descubre que ella forma parte de ese mundo? ¿Podrá con todo lo...
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Ronie: Estaba caminando por los pasillos de la escuela buscando con la mirada a Chy y Simon ~¿A dónde se han metido esos dos?~, de repente siento como dos personas me abrazan -¡FELIZ CUMPLEAÑOS RONIE!- gritan al unísono mis dos amigos.
-Muchas gracias- digo riendo -¿Lista para pasarlo genial en la fiesta de Halloween?- pregunta Chy emocionada.
-Uf lo había olvidado-.
-¡RONIE!- gritan ambos y yo suelto una carcajada -Tranquilos, no lo olvide, ya hasta se de que voy a ir vestida- digo sonriendo.
Las horas pasaron volando, cuando tocó la campanilla que daba inicio a las clases del turno tarde, me había perdido de Chy y Simon, no tenía idea de donde estaban, entré a la clase y tampoco se encontraban ahí -¿Qué estas buscando?- pregunta Shadow cerca de mi oído, el se encuentra invisible por cierto -A mis amigos ¿no viste dónde se fueron?- susurro -No- respondió.
Al final no los había encontrado y ya era la salida ~solo espero que no les haya ocurrido nada malo~pensé, luego mi madre llega para buscarme y dando una última mirada a mi alrededor para ver si no los encontraba, subo al auto.
-¿Qué te pasa Ronie? Te noto algo preocupada- dice mi madre -Es que no tengo idea de que paso de Chy y Simon, estábamos juntos en el almuerzo y cuando íbamos a clases los perdí de vista, me preocupa que les haya ocurrido algo- digo preocupada y acariciando la orejas de Shadow, que se encontraba ahora en mi regazo -No te preocupes cariño, no pienses en cosas malas, ya veras que pronto te llamaran- dice mi madre.
Llegamos a la casa y pude notar que las luces estaban apagadas, extrañada decido abrir la puerta -¡SORPRESAAAA!- gritan Simon y Chy encendiendo las luces, mi sorpresa fue enorme al verlos allí, habían decorado con globos y serpentinas de colores negro y plateado, en el centro pusieron una mesa con un pastel con dibujos de calabazas, sobre el había una vela con el número 16.
-No puedo creer que están aquí, no saben lo preocupada que quedé al no encontrarlos mas- digo corriendo a abrazarlos -Teníamos que venir a preparar todo, es por eso que desaparecimos, lo siento- dice Simon riendo.
-Pedimos permiso para faltar a las clases del turno tarde- dice Chy, luego volteo para ver a mi madre que se encontraba en la puerta sonriendo -Tu sabía de esto ¿verdad?- digo apuntándola sonriendo -Acertaste cariño- dice soltando una risita.
Observo de nuevo toda la decoración sonriendo -Muchísimas gracias por esto, son los mejores amigos y la mejor madre que podía haber pedido, gracias- digo y los tres me abrazan, nos quedamos así largos segundos hasta que digo -Bueno, suficiente muestra de cariño por hoy, que ya quiero probar ese pastel- todos ríen.
Mi madre entonces encendió las velas y empezaron a cantarme feliz cumpleaños, sin duda alguna este es el mejor cumpleaños que alguna vez tuve.
