Veronica Chase (mas conocida como Ronie), una chica aparentemente normal, a quien siempre le encantó las historias sobre criaturas sobrenaturales.
¿Qué pasaría si al cumplir los 16 años descubre que ella forma parte de ese mundo? ¿Podrá con todo lo...
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Ronie: Llegando a la escuela fui directo a mi casillero para guardar todas las cosas que tenía en el en mi mochila, entonces siento que alguien me toma de la cintura y me da un giro, suelto un grito del susto dando media vuelta para ver quien era. Veo a un tonto Tom soltando una carcajada.
-Tom si que eres un payaso- digo dandole un golpecito en el hombro.
-Puedo ser un payaso pero igual sigo siendo tu payaso favorito- dice guiñando un ojo y apuntándome con ambos dedos índices.
Pongo los ojos en blanco sonriendo, entonces me doy cuenta que ve mi casillero vacío, encarna una ceja y me pregunta -Oye ¿y tus cosas? No me digas que los cavernícolas sin sesos te las robaron-.
-No, tranquilo, fui yo quien quito todas las cosas que tenía ahí- digo poniéndome seria.
-¿Porqué quitaste tus cosas?- pregunta, de repente veo como abre los ojos como platos y dice -Ronie no me digas que piensas escapar de la escuela-.
~Ya quisiera que fuera eso, por lo menos si fuese ese el motivo tal vez me acompañarías~ pienso. -No es eso payaso, hay algo que debo decirte y no se como hacerlo- digo cabizbaja.
-Pues cuéntame del inicio, Ronie sabes que siempre contaras conmigo sea lo que sea- dice poniendo una mano en mi hombro. -Vamos, dime que es lo que pasa porque enserio que ya me estoy preocupando-.
-Bueno, tu sabes que ya hace un año que estoy aquí y que me mude a Nueva York porque mi mamá necesitaba mover de ciudad su tienda-
-Ajá, continua-
-Y pues mi madre debe mover de nuevo a otra parte su tienda y...- digo tocando mis dedos nerviosa.
-Ya Ronie, ve directo al grano, no soporto mas la curiosidad- dice angustiado.
-MEMUDAREAOTRACIUDAD- dije gritando tan rápido que las palabras salieron todas juntas, el se sobresaltó y puso una mano en su pecho.
-¿Para qué gritas? Casi me da un infarto, ¿estas jugando a ser Speedy Gonzales o que? De tan rápido que pronunciaste las palabras no te entendí una mierda- dice Tom, -A ver dilo de nuevo pero esta vez sin gritar y pronuncia despacio ¿quieres?-.
~A veces Tom me hace sentir como una niña de cuatro años~ pensé -Esta bien, Tom yo...-me muerdo el labio inferior nerviosa -Me mudaré a otra ciudad- digo mirando al suelo, todo queda en un silencio incómodo, no tenía coraje de ver su rostro, no quería ver su expresión, pero pasando unos minutos decido mirarlo.
Y ahí esta la expresión que no quería ver, Tom estaba con una cara de tristeza absoluta y veo que en sus ojos se asomaban lágrimas.
-¿Es enserio Ronie? No puedo creerlo, ¿enserio vas a dejarme con estos cabezas de fósforo? ¿Vas a dejarme solo otra vez?- dice con la voz quebrada.
-Tom lo lamento mucho enserio, pero sabes que no puedo evitar esto, desde que tengo memoria hago esto de mudarme cada un año- digo con tristeza.
-Entonces tu sabías que en cualquier momento tendrías que irte de nuevo ¿verdad?- me dice derramando una lágrima - ¿Porqué no me lo dijiste antes?-.
-Porque no tenía el coraje de hacerlo, pero no adelantaría de nada decirte antes, de la misma forma actuarías-digo tratando de todo corazón de no llorar.
-Pero tal vez hubiese estado mas preparado de esa manera, dime Ronie, ¿cuándo te vas?-
-Mañana por la mañana- respondí y aprieto mis labios.
La sorpresa inunda su rostro -Entonces mi mejor amiga se irá mañana de la ciudad y ella decide contarme un día antes- dice con decepción - Enserio Ronie creí que me considerabas mas-.
-Pues claro que te considero, eres mi mejor amigo, ademas el único amigo que he tenido-
-Si así fuese me lo dirías antes Veronica- dice exaltado y se seca sus lágrimas - Sabes te deseo un muy buen viaje y espero que puedas hacer mas amigos, que les digas antes de todo que en un año te marcharás otra vez para que no se acostumbren a tu amistad- dice con frialdad.
-Tom no seas así por favor, voy a compensártelo, vamos a hacer cualquier cosa que tu quieras ¿si?-
-Ya déjalo Veronica, ya voy a hacer de cuenta que nunca te conocí, así tal vez dolerá menos, ¡adios!- dice dando media vuelta y se va.
-Tom espera por favor, no hagas esto- le digo pero el me ignora y continua su camino hacia la salida, triste y sin querer llorar en la escuela decido irme a mi casa, total mañana ya ni estaré aquí, entonces no importa si falto a las clases de hoy.
Llego a casa entrando en la tienda de mi madre, ella vende muchas piedras preciosas y purificadoras, tiene clientes por todo el país por eso es que nos mudamos cada un año. Veo detrás de la vitrina a mi mamá, ella me mira sorprendida porque llegue a casa mucho antes de lo previsto, sin pensarlo mas corro a abrazarla, ya en sus brazos suelto unas cuantas lágrimas.
-¿Qué paso mi niña? ¿Porqué lloras?- me dice mi madre acariciando mi cabello.
-Es que Tom se enojo conmigo porque no le dije antes que me mudaría, ahora seguramente me odia y ya no querrá saber de mi- digo soltando mas lágrimas.
-Tranquila mi niña, dale su tiempo veras que pronto recapacitará y volverán a hablar, solo no te apresures ¿quieres?- me dice con una sonrisa tranquilizadora.
-Esta bien, gracias mamá- digo con una sonrisa. -Siempre eres la mejor-.
-¿Qué tal si te preparo los cupcakes que tanto te gustan? Apuesto que así te sentirás mejor-
-Uhuuuul- grito alegre, continuo muy triste por lo de Tom, pero siento que pronto recapacitará y me hablara nuevamente, mismo que sea para una despedida.
