Capitulo 11: es raro.

5.6K 901 251
                                    

— ¡Katsu, acá estamos! —el pelirrojo levantó la mano en un intento de llamar la atención del rubio, y así lo hizo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Katsu, acá estamos! —el pelirrojo levantó la mano en un intento de llamar la atención del rubio, y así lo hizo. Este se sentó bruscamente a su lado—. Hey... ¿qué pasó? Tardaste mucho.

— Nada.

Algo pasaba.

Kirishima sabía y conocía muy bien a Bakugou. Podía notar incluso a distancia que algo no andaba bien.

Si bien se conocían de hace tan solo una semana, Kirishima lo sentía como años de amistad.

Por lo tanto, el pelirrojo no podía mantener la calma al ver cuán raro estaba actuando Katsuki. Pero, a pesar de saber que algo sucedía, sacarle las palabras al rubio no era tarea fácil. Difícilmente aceptaba o transmitía sus sentimientos al resto; era esa clase de persona que se mantenía en su lugar y nunca pronunciaba palabra alguna. No por no querer molestar, sino por no querer actuar vulnerable frente al resto.

Kirishima también odiaba esa sensación, y por eso lo respetaba. Sin embargo, tampoco podía ignorar aquella duda que tenía.

Tarde o temprano todo sale a la luz.

— Te guardamos un sándwich y un jugo. —Izuku le entregó a Bakugou el alimento mencionado, y este lo tomó sin queja alguna. Comenzó a comer como solía hacerlo, pero su mirada estaba clavada en un punto inexistente.

— ¿Hicieron la tarea de física? Supongo que serán las mismas para cada curso, ¿no? —preguntó Rin.

— Yo te la puedo dar, Rin. —sonrió Midoriya.

Ninguno parecía notar el malestar de Bakugou. En eso sin duda alguna se destacaba Kirishima, y allí también es cuando nos damos cuenta cuán grande es la amistad entre el pelirrojo y el rubio. Fue por esto que Eijiro, con una excusa simple y bien actuada, se llevó a Katsuki consigo.

El rubio no parecía comprender porqué hacía aquello, ni siquiera entendía el porqué de su preocupación.

Acabaron en la azotea, lugar donde solo habían dos personas a la distancia. Ambos muchachos se sentaron en una banca que encontraron por allí y se mantuvieron en silencio hasta que Kirishima comenzó a hablar.

— ¿Qué te pasa?

— Ya dije que nada.

— Katsu, se que te pasa al...

— ¡Dije que no! —gritó enfurecido; sin embargo tapó su boca al notar cuán agresivo había sido con su mejor amigo.

Kirishima no sabía qué hacer, si insistir o no hacerlo—. Por favor, dime qué pasa. Te ayudaré.

— No te incumbe... después de todo, esa idiota no me dejará en paz porque tú se lo digas.

No pidió más explicaciones.
Dudó, pero finalmente abrazó a Bakugou y acarició su espalda. Sabía que estaba triste, enojado, que se sentía débil y aterrado a la vez. Podía verlo y comprenderlo bien.

— Ya... no me expliques nada. Yo te ayudaré aún sin saber qué pasó.

Bakugou se tranquilizó en cuestión de segundos. La calidez que su amigo le proporcionaba era agradable, y su corazón poco a poco comenzaba a palpitar con mayor entusiasmo.

Nuevamente se sentía extraño, olvidando por completo a Camie y su actitud decepcionante.

Sentía que estaba en las nubes, solo junto a Eijiro. Y lo agradecía. Agradecía estar solo con él, porque de cierta forma reconoció qué tan lindo era estar a solas con él.

Sin embargo, apenas correspondió al abrazo, recordó las reglas.

Recordó aquellos momentos en los cuales se quedaba observando al pelirrojo, en los cuales su corazón palpitaba, en los cuales sus mejillas cobraban vida y captaban un color rojizo.

Recordó aquellos momentos extraños y las reglas. Y por primera vez en su vida se sintió decepcionado de sí mismo.

No por haber reconocido que comenzaba a atraerle su mejor amigo, sino por haber notado que había roto una regla: "No enamorarse".

Bakugou si bien no sabía si realmente le gustaba Kirishima, pero así lo sentía.

Si eso no era amor, no sabía qué era entonces.
Pero eso no era lo importante.

Mientras se abrazaban, Katsuki podía sentir el terror de haber roto su propia regla, de estar enamorándose de su mejor amigo cuando ni él mismo aceptaba algo así.

Se separaron y el pelirrojo no dudó en sonreírle cálidamente.

Bakugou estaba en problemas, pero a pesar de ello estaba dispuesto a ocultarlo. Después de todo, él era un chico y Kirishima también.

Debía seguir las reglas.
Debía cumplirlas al pie de la letra.

Y eso requería dejar de sentir lo que sentía.
Seguro y era algo pasajero ¿no?

...

Solo Sigue las Reglas - KiriBaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora