Capitulo O8: tonto hijo de pitufo.

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Las clases se complicaban cada vez más

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Las clases se complicaban cada vez más. Esa sensación tan molesta que te decía que no llegarías para el examen estaba estresando la mente de Katsuki.

La biblioteca estaba llena, las aulas eran ruidosas y el patio de la escuela estaba cubierto de luz solar, el cual era inaguantable.

Básicamente el lugar perfecto para estudiar no existía, Bakugou no encontraba aquel sitio en el cual pasar sus horas de estudio. Empeoraba aún más la situación el saber que debía estudiar para historia, una materia que no hacía más que darle ganas de dormir a pesar de estar en medio de la guerra.

Su día empeoraba cada vez más, y la única opción que le quedaba era o irse a su casa o subirse a un árbol y quedarse allí hasta el final del día.

— ¡Hey, Rubio! —una voz llamó su atención. Volteó y se encontró con la persona en la que estaba pensando: Eijiro Kirishima corría sonriente hacia él. Llevaba más de tres libros en su mano izquierda y con la derecha saludaba a su mejor amigo.

Bakugou sonrió.

— Cálmate, no quiero que me vean reír cuando te caigas.

— Ja ja, que gracioso. —bufó sarcástico, intentando cobrar el aire y la energía perdida—. Bueno, en fin. ¿Quieres que estudiemos juntos?

— No gracias, eres una molestia. —giró sobre sus pies y comenzó a caminar en el sentido contrario, aunque realmente lo único que quería hacer era molestar al pelirrojo—. ¡Estudiar historia es mucho mejor que estar contigo!

— Conozco un lugar.

Katsuki se detuvo; la palabra "lugar" no hacía más que repetirse en su mente una y otra vez, como un disco rayado. Caminó rápidamente hacia Kirishima y rodeó sus hombros con su brazo derecho.

— ¿... Qué lugar? —sonrió inocente. Rezaba mentalmente para que Eijiro no se hubiese tomado muy a pecho su bromita anterior.

— No te lo diré. —el pecho del rubio dolió de repente—. Soy una molestia, mejor y dejarte tranquilo ¿no?

Claramente estaba jugando con él.
Pero no pudo evitar sentirse mal.

Bakugou, a lo largo de la semana, había descubierto cuán divertido y emocionante era pasar sus días con Kirishima. Había descubierto cuánta dependencia tenía hacía el pelirrojo, ya que sus días los pasaba mayormente con él y solo con él.

Si, existían Rin e Izuku, pero en cierto punto comenzó a considerar a su mejor amigo como la tierra que siempre había necesitado.

— Bah, sabes que estaba bromeando. —rió, aunque a decir verdad comenzaba a sentirse nervioso.

— Tal vez, pero una vez arrancada la flor, esta no vuelve a crecer de la misma forma. —Kirishima lo miró con una expresión seria; causaba escalofríos ver a alguien tan alegre como él con una mueca inexpresiva y oscura.

El rubio dejó caer su brazo derecho, y arrepentido de sus palabras, hizo una reverencia de noventa grados frente a Kirishima.

— Lo siento. —nunca había hecho algo así, se sentía extraño. Ni con Camie había experimentado aquel sentimiento de culpa.

Se levantó con cierta lentitud, mientras su rostro se apagaba lentamente. Aquella necesidad de molestar a Eijiro había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos, cosa que se sentía completamente nuevo.

— Tonto. —comenzó a oír la risa de Kirishima, aquella risa contagiosa y obsesiva que solo él tenía. Luego pudo sentir el tacto de una mano sobre su cabeza, la cual comenzó a revolver el cabello que este tenia.

Conectó sus ojos con los del pelirrojo, los cuales estaban cerrados gracias a su sonrisa. Las mejillas de Kirishima estaban pintadas de un lindo rosa, y sus dientes estaban a la vista.

Era increíblemente tierno, y Bakugou comenzaba a sentirse nervioso, aún más al saber que él mismo se veía como un cachorro siendo mimado por su dueño.

— ¿P-Pero qué....?

— Nunca podría enojarme contigo, Katsuki. —calmó su risa, y observó al rubio a los ojos—. Es imposible. Eres simplemente un tonto muy agradable. Ahora vamos, que debes aprobar historia.

Dejó de revolver su cabello, y comenzó a caminar hacia la dirección por la cual había llegado.

Claramente Bakugou debía seguirlo, pero aquel desconcierto que el pelirrojo le había dejado estaba causándole una sensación extraña, que le impedía moverse.

Reaccionó y comenzó a correr hasta quedar junto a su mejor amigo cuando lo escuchó llamarlo por su nombre.

— ¡Katsuki Bakugou, debes aprobar historia hijo de pitufo! ¡Ven ya!

..... ¿Hijo de pitufo?




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¿Dudas?
Voten, lo apreciaría mucho 🥺.
Continuará.

Solo Sigue las Reglas - KiriBaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora