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Domingo

06 de Mayo

Florencia

Definitivamente nunca más voy a tomar.

He dicho eso tantas veces...

Me levanto del suelo y miro a mi alrededor, todo cochino lleno de vasos y mucha gente en el suelo.

Me miro y cacho que solo tengo sostenes, por suerte sigo con mi short.

Quizas que wea hice anoche...

Me voy al baño que por suerte está desocupado, cierro la puerta y me miro al espejo.

Definitivamente me veo como el pico...

Frunzo el ceño porque tengo el labio partido, me lavo la cara y hago mis necesidades.

Cuando salgo del baño me voy al living.

—Tshoa, yo te juraba muerta— la ignoro y me tiro al primer sillón que veo.

Cierro los ojos hasta que siento fuertes dolores de cabeza, además del dolor corporal.

—Nunca más voy a tomar, lo juro— ni siquiera me muevo para mirarla.

—Uf, si me dieran plata por todas las veces que eh escuchado eso, sería multimillonaria, a lo Kylie Jenner, ah.

Se hecha a reír de su chiste culiao fome, mientras yo recién me giro para quedar boca arriba y tomar atención de donde estaba y lo que ella estaba haciendo.

—No lavas la loza en tu casa, pero si en casa ajena, ¿Quién mierda te entiende?

—Tengo cualquier hambre, y no hay ninguna weá limpia para comer. Agradece que estoy lavando loza para las dos conchetumare, ni tu harías este sacrificio.

—¿Hay aspirinas o algo para la caña?

—¿Qué weá, tengo cara de niñera? — niego, aunque no me vea porque me está dando la espalda. Suelta un suspiro —No había, pero fui a comprar, están en mi bolsillo.

Me levanto del sillón y me acerco a ella y le doy un beso en la mejilla en señal de agradecimiento.

—¿Atrás o adelante?

—Florencia De las Mercedes, que cochina— ruedo los ojos, pero me ahorro los comentarios —Atrás.

Cuando encuentro las aspirinas, saco un vaso de los que ya estaban lavados y lo lleno con agua.

Me tomo la aspirina. Enjuago el vaso y lo dejo donde estaba.

—Un gracias seria lindo, prácticamente soy tu mamá weon— suelto una risa, mientras me dirijo hacía el sillón.

Es verdad, siempre se preocupa por todo.

—Aunque mi mama me habría despertado con tal de que no duerma en el suelo.

Me tiro en el sillón boca abajo, nuevamente.

Suelta una risa sarcástica pero no dice nada.

Trato de acordarme de algo que haya pasado anoche, pero no lo logro.

—Compañera, anoche te pegaste EL SHOW, le bailaste a medio mundo. Yo hasta perdí la cuenta de a cuantas personas te comiste, de hecho, te pusiste a pelear con una mina porque te comiste con su pololo. Lo único que te falto, fue tirarte a la piscina en pelota.

No me sorprendí, ya me lo estaba imaginando, pero puta que dio vergüenza.

—¿Sabes dónde podría estar mi celular?

Funeral CuliaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora