Capítulo Dos

32 2 35
                                    

El capitán se pasaba la mano derecha sobre su mentón en múltiples ocasiones y veía como la princesa tomaba el sol en la proa del barco con tan solo un traje de baño de algodón rosado dejando mayor parte de su piel de porcelana expuesta a los rayos del sol que eran muy potentes como rostizar a quien se pusiera bajo el mismo, pero a la princesa parecía agradarle la sensación candente del sol quemando su piel, lo disfrutaba tanto como ser el centro de atención a bordo de Lucy, ya que casi toda la tripulación a pesar de ser hombres del doble de edad no podían resistir a ver una princesa a tan poca distancia aunque aquellos marineros estaban completamente advertido por su capitán, si tan solo un mechón de la rubia cabellera de su majestad estaba fuera lugar sería motivo de un castigo, eran piratas no una bola de violadores o estúpidos.

Ya tan solo con la presencia de la princesa era suficiente problema, Thomas pensaba en una posible intercepción por parte de la marina real que sería suficiente como para destruir a Lucy y a toda la tripulación. La visita de Jocelyn fácilmente podría malinterpretarse como un secuestro a manera de venganza o peor aún, se podía pensar que los piratas habían ayudado a la niña a escapar de la torre.

— ¡Capitán! —exclamó Archie llegando por detrás del timón. —Los hombres están muy revoltosos hoy, ni siquiera han limpiado el baño u organizado la cena.

—No me sorprende. —dijo Thomas escupiendo a un costado. —Son hombres.

— ¿Qué insinúa?

—Simple naturaleza.

—No debería hablar así de nuestra flota.

—Amo a cada uno de los hombres de aquí pero dígame marinero, ¿Hace cuánto fue la última vez que tocaron a una mujer? ¿Cuándo fue la última vez que hicieron el amor?

—El último fue Caleb, si mi memoria no me falla —dijo Archie tratando de recordad aquel día. —Cuando asaltamos aquella aldea de indios en el sur de La isla real.

—La aldea de Pocahontas —confirmó el capitán. — ¿Qué hizo Caleb?

—Violo a una de las mujeres del lugar. —contestó muy apenado el hombre. —Fue toda una tragedia.

— ¿Qué le sucedió?

—Usted lo asesino.

— ¿Por qué?

—Porque somos piratas, no violadores.

—Hazles llegar el mensaje a todos los hombres —ordenó el capitán haciendo una mueca como si estuviera furioso. —No habrá excepciones.

—Como ordenes hermano.

Los secuaces de Thomas eran muy reconocidos por todos lados, muy temidos por la reputación de saqueadores, ladrones y muy disciplinados para la batalla, pero nada era perfecto y a lo largo de los años había perdido a seis hombres de su tripulación. La mitad de estos por caer honrosamente en batalla y la otra mitad murieron de patéticas maneras por cometer una falta al código del pirata que había impuesto el capitán Jones después de muchos años de ser solo piratas asquerosos. El primero quien rompió las reglas fue Lucas, quien era apenas un aprendiz que se dejó llevar por las pasiones dejando a la razón de lado, su falta fue haber asesinado a más personas que las que debía al estar en el bosque de Sherwood donde sabía que se encontraría con el arquero que asesino a sus padres, y Lucas vengándose asesino a la esposa e hija del supuesto asesino de sus progenitores, esto obviamente no cayó nada bien a Thomas quien tomó la decisión de encadenarlo a un árbol, vendarle los ojos con una pañuelo blanco, colocarle una manzana roja en la cabeza y el mismo Robín Hood debería disparar hacia el fruto, pero esa fue la primera vez que el arquero fallo su tiro hacia la manzana. Los años pasaron para que durante una expedición en Agrava Gale le robara a la princesa Jazmín, le robó su tigre para venderlo en el mercado negro. Cuando su capitán se dio cuenta de la estupidez que había hecho (robarle a los soberanos de una tierra no estaba permitido ya que era un suicidio para la tripulación, un riesgo que no debían correr) así que mientras dormía el hombre, Thomas frotó la lámpara y tan solo con deseo castigó a su hombre. Y por último fue Caleb quien violó a una mujer en la aldea de sur, este acto fue compensado con la muerte a manos del mismo capitán en frente de la derrotada líder Pocahontas quien ya había decidió trabajar para Thomas con la única condición de tener justicia por la violación de la joven mujer. Con todos estos actos el capitán logró más disciplina en su tripulación, alimento por parte de las cosechas de la aldea del sur, una alfombra mágica que le obsequio la princesa de Agrava y los servicios de Robín Hood cuando se le fuera requerido para una batalla.

El demonio de Nunca jamásWhere stories live. Discover now