Buscando el amor

Nos amamos

Piper

¿Por qué siempre que intento llevar una vida normal de pareja con Alex las cosas se van al carajo?
Ahora estoy aquí, en medio de sala de mi casa, con una Alex en el jardín seguramente enojada y con una Maritza diciéndome que podríamos  recordar viejos tiempos. ¿Recordar viejos tiempos? 
A Maritza la conozco desde que era pequeña, ser hija de Nora hizo que tuviéramos una relación de amistad muy cercana, quizás en algún momento hubo besos, pero nada especial. Siempre la he visto como una amiga, aunque ella parece creer otra cosa...

Intento ir tras Alex, pero Maritza me detiene, todavía no entiendo por qué no presenté a Alex como mi novia, estoy segura que mi bebé de ojos verdes está librando una batalla de inseguridad allá afuera.  Me enfrento a Maritza y le hablo con sinceridad.

Piper: Maritza, no sé a qué viene todo esto, siempre hemos sido amigas, no sé a qué te refieres con "podemos recordar viejos tiempos" -hice unas comillas con mis manos-. Tú y yo nunca hemos tenido nada. 

Maritza: Vamos, Piper, es una broma ¿o acaso te dañé el chance con tu amiguita? -dice mirando la puerta del jardín por donde Alex salió-.

Piper: Esa amiguita, como tú la llamas, es mi novia y te pido por favor respeto para ella, qué lástima que después de tanto tiempo de no vernos ahora tengamos que encontrarnos en estas circunstancias...

Maritza: ¿Tu novia? Nunca la presentaste así, al menos que tengas vergüenza de ella. -Me miró burlona-

Piper: Al parecer nunca has dejado ese lado malicioso tuyo.  Te voy a pedir que te retires de mi casa, no quiero que interrumpas mi tranquilidad con  mi novia. -Maritza me miró extrañada, quizás nunca se imaginó que yo pudiera decirle esto.- Y solo para que te quede claro: no me vergüenza, Alex es lo más lindo que he tenido y la amo como no tienes idea-.

Maritza: Pensé que éramos amigas....

Piper: Y lo somos, pero no te voy a permitir que vengas a mi casa a poner en duda el amor que siento por esa mujer que está afuera y además que hables mal de ella, así que por favor retírate y cierra la puerta cuando te vayas... -Me fui dejándola absorta con lo que le dije, lo único que quería era abrazar a Ale y, pedirle disculpas, al salir al jardín la encontré de espalda, perdida en sus pensamientos, me acerqué y puse una mano en su hombro, ella se tensó y yo hablé...

Piper: Alex... -Se giró, sus ojos estaban llorosos, me dio tristeza ver sus ojitos triste, luego me miró para decirme que se iba. La tomé del brazo y la abracé, ella quiso empujarme, pero no la dejé, la apegué más a mi cuerpo, besé su cuello, su hombro, empezaba a relajarse, luego puse una de mis manos en su mejilla, la miré y la besé, sé que su cabeza es un mar de dudas, quizás piensa que la voy a dejar o que voy a traicionarla como la imbécil de su ex, pero Alex debe saber que la amo y que no haré nada por lastimarla. Corté el beso, le mordí el labio inferior y ella apretó sus ojos, pegué su mi frente contra la suya y le hablé con firmeza...

Piper: No te vas a ir a ningún lado porque estás conmigo, porque eres mi novia, porque te amo, porque viniste por mí, porque no voy a permitir que las rabietas de un niñita, que no sabe ni lo que quiere, vengan sembrar dudas en tu cabecita. Te amo, mi amor, te amo... Entiéndelo!  -Abrió sus ojitos, tomó mis mejillas y me besó cálidamente, luego se separó-

Alex: Di otra vez que me amas...

Piper: Te amo, te amo, te amo...  -Volvió a besarme y me tomó por la cintura para levantarme y girar con ella, después me bajó y me miró-