Buscando el amor

Nada es igual

Alex

Alex: Nicky, entiende que no iré y ya déjame trabajar porque tengo muchos proyectos que concretar... -Ya había perdido la cuenta de las veces que le había dicho a mi amiga que no iría a  la inauguración del hotel de los Chapman, pero ella seguía necia-

Nicky: Alex, eres la creadora de esa gran obra, deberías ir, el mundo tiene que saber que fuiste la arquitecta de ese hermoso hotel. Además, Piper te ha enviado la invitación, ¿Por qué no ir?

Alex: Porque no tengo nada que hacer allá y,  además, tú sabes lo mal que me hace ver a Piper y no estar cerca de ella... Ahora sal de oficina, tengo muchos trámites atrasados por tu presencia aquí desde hace una hora.

Nicky: Pero, ¿Quién dice que no puedes estar con ella?

Alex: ¿Me estás jodiendo? Hace un mes que perdí contacto con Piper y eso me da a entender una sola cosa: ya no quiere saber nada más de mí.

Nicky: ¿Entonces no te dolería si la rubia decidiera tener otra relación? -Claro que me dolería,  amo a esa mujer y creo que nunca saldrá de mi corazón, pero si ella desea rehacer su vida con alguien más, yo no haría nada por hacerla cambiar de idea-

Alex: Sí, me dolería, pero aceptaría su decisión.

Nicky: ¿Y otra vez te rendirás así de fácil?

Alex: ¿Otra vez, Nicky? Por favor, no empieces con lo mismo, esta vez no caeré en tu juego psicológico. ¡Fuera de mi oficina y que nadie me moleste en lo que resta de la tarde!.

Nicky: Me iré, pero,  te juro Alex, vas a ir a Malibú, así sea lo último que haga en mi vida. Y si te tengo que encerrar en una maleta, lo haré. -Salió lanzado la puerta y diciendo quién sabe qué cosa-

No entendía la necedad de Nicky de que viajara a la inauguración del hotel. Si bien los Chapman me habían enviado la invitación, había decido no ir, Lorna iría en mi reemplazo.

Si viajo seguro me la encontraré a ella y no sé si estoy preparada para eso. Nuestro rompimiento me duele y aunque la última vez que hablamos, en esa dolorosa despedida en su casa, le prometí que regresaría, ahora no sé si valga la pena.

Pasé el resto de la tarde en reuniones con mi grupo de arquitectos, luego del hotel de los Chapman, el cual diseñé inspirándome en esa rubia, nos han llovido muchos contratos.

Antes de salir de mi oficina rumbo a mi casa, decidí tomarme una copa de vino. Mientras miraba por el gran ventanal me preguntaba si Piper todavía sentía algo por mí, hace un mes que dejó de escribirme, yo tampoco lo hice, porque no quise parecer una psicópata.

Después que salí de su casa en aquella ocasión mi vida se derrumbó, me refugié en el alcohol y sino es por Nicky, que siempre ha estado conmigo en los momentos difíciles, aún estuviera emborrachándome en cada esquina de mi departamento.

Un día me levanté y decidí que si tenía que recuperar a Piper, debía ser mejor persona y entonces cambié el alcohol por los ejercicios, ahora me paso horas en el gimnasio sacando mis frustraciones.

Nunca imaginé que esa rubia se convertiría en algo tan importante en mi vida, es como el aire para respirar, la amo tanto que me da miedo, pero no sé cómo llegar a ella. Muchas veces estuve tentada a irla a buscar, de hecho, una vez lo hice, pero cuando iba a bajarme del auto frente a su empresa la vi salir con otra rubia, iban muy cariñosas y risueñas, sentí que el mundo se me venía abajo. Sin embargo, las esperanzas de volver con ella nunca desaparecieron, porque aunque esté con alguien más, Piper no tiene ese brillo en sus ojos que se le nota cuando me miraba a mí.