[XV] Un amor del pasado hace daño

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Sasa se había levantado temprano para dar un paseo por la villa, yo en cambio al día anterior me habían enviado de misión de trasladar al enemigo de la misión anterior a Houziki, me encontraba por casa haciendo diversas cosas y luego salí en busca de ella, me dirigí directamente al mercado, suponía que estaría allí viendo cada tienda, ya que en el en pueblo donde vivía no había tantos puestos como en las villas principales.

La busqué con la mirada hasta que pare la vista en ella que se encontraba parada en medio de la calle y no parecía tener buena cara, se encontraba con un anbu, que nunca había visto en mi vida, pero en cuanto ví que extendió la mano con signos de violencia, de un ágil movimiento pero llegaron Mei y Konohamaru sensei con Koei y Maru a cuestas, Konohamaru sensei le había cogido la muñeca al individuo para que no golpearse a Sasame, cuando me acerque aparte a Sasame y entre los tres lo inmovilizamos de inmediato, le retire la máscara anbu y pude ver a un chico pelirrojo con una extraña cicatriz en el rostro, me miro por un momento con cara burlesca y después volvió la mirada hacia Sasame.

¿¡Este es por el que me dejaste Sasame?! -Alzó la voz el pelirrojo en forma de enfado. -

Mire por un momento a Sasa sin saber que decir para luego fruncir el ceño cabreado, el individuo seguís hablando de malas maneras incluso la insultaba y la faltaba al respeto, me estaba sobre cargando de una manera que ni yo había reaccionado propinándole un golpe con la mano enfundada de chakra rompiéndole el tabique nasal de una.

En cuanto le rompí la nariz oí a Koei reír soltando una carcajada.

Jajaja ahí tienes tu merecido niño. -Soltó Koei mientras jugaba Maru con sus bigotes. -

Sasa seguía detrás de mi con la mirada baja sin decir nada, pero al final habló dejándonos a todos preocupados.

Tu me tratabas mal Ryogi, eso no era amor, no me querías, me dabas problemas y cuando conocí shikadai volví a enamorarme como una niña.
-Soltó de golpe llorando. -

Había apoyado su rostro enemigo espalda y había puesto sus manos agarrando mi chaleco joujin con fuerza, la oí por un momento sollozos por lo que me di la vuelta en el sitio y la aprete contra mi intentando que dejara de sollozar, no quería escuchar más sollozos, la bese la frente y para cuando iba a advertir al individuo que la había molestado, desapareció al instante.

Mei, konohamaru, shikadai, lo siento. -Se disculpó limpiando sus lágrimas con una amplia sonrisa. -

Ambos adultos nos miraron sonriendo y Koei nos miro también con una sonrisa.

Para eso estamos preciosa. -Dijo el zorro sonriendo de oreja a oreja. -

Sasame se echo a reír, agarrando mi brazo mirándome de reojo para luego ver al pequeño Maru, tenía el pelo medio pelirrojo y marrón, la expresión de ojos de Konohamaru y los ojos de dos colores distintos uno lo tenía azul y el otro verde, el pelo lo tenía corto como konohamaru.

Vaya así que este es Maru, shikadai no me dijo nada. -Dijo acercándose al pequeño saludando a este. -

Maru había reaccionado asustado al no conocerla hasta que su padre le dijo que era la tía Sasame y para hacer la cosa más divertida añadido que era mi esposa entre risas, tanto como Sasame y como yo nos sonrojamos mirando a otro lado para luego volver la vista hacia ellos, que les pareció divertido la escena.

Koei solo reía y puso cara pervertida mirándome, lo mire por varios segundos y lleve mi mano hacia mi rostro pasandola por este algo avergonzado.

El zorro giro la cabeza y miro también de aquella manera a su antigua anfitriona que inmediatamente puso la misma cara y me miraron ambos cómplices de lo que a saber que estarían pensando.

Bueno nosotros nos vamos. -Habló Konohamaru agarrando a Maru por una parte, a Koei de la cola arrastrandolo y a Mei sensei del brazo comenzando a caminar en el sentido contrario a nosotros. -

Al final nos despedimos pensando pobrecitos como se los lleva así, me gire y mire a Sasame que comenzó a esquivarme la mirada, quería hablar de lo antes sucedido contarme la historia detrás de ese problema con ese chico, pero su tartamudeo no la dejó, además había mucha gente de por medio en la calle que era cotilla y por lo que se ve en el Fondo seguía la desaparición de mi padre, así que de como un famoso se tratara me tenían el ojo echado encima viendo o comentando "Como se las gasta el heredero del clan Nara. " O comentarios de ese tipo, que ni eran de ayuda y por supuesto tampoco de agrado.

La agarre de la mano con una amplia sonrisa, a lo que ella agradeció devolviendome esta más tranquila y continuamos lo que ella había dejado hace un rato, seguimos con su pequeño paseo, mirando cada tienda o puesto para distraernos de aquella trifulca de hace un momento.

Al rato volvimos a casa y Sasame dio un largo suspiro.

Shikadai el... antes de conocerte... -Balbuceo inquieta. -

Saliste con el, no pasa nada, solo espero que no se meta. -Hable con rostro sombrío. -

Sasame me miro para hablar con un susurro triste.

Eso espero, yo te quiero a ti Shikadai. -Se encogió de hombros para desviar la mirada avergonzada. -

Pasaron las horas para que la noche se hiciera presente, el sueño nos podía y más aún las emociones sobre todo a sasame por lo que había pasado, al rato nos encontrábamos acostados, ella abrazada a mi echa un ovillo, mientras le acariciaba el pelo suavemente hasta que note que se quedó dormida al rato.

A las horas note como si alguien nos vigilará desde la rama de un árbol Por lo que me levante y me asome a la ventana, la abrí de par en par y apoye mis manos en el borde mirando hacia el árbol de donde note aquella mirada y sin ver nada ni a nadie, volví a cerrar la ventana.

Me acosté otra vez y quede totalmente dormido. A la mañana siguiente desperté cansado, no dormí bien algo me hacía estar alerta, no por mi si no por Sasame tenía miedo de que la pasará algo y más si ese individuo andaba suelto por la villa.

Para cuando Sasame despertó sonríe y me acerque a darle un beso en los labios acercandola hacia mi sujetando la casi por los glúteos para atraerla, veía como se sonrojaba pero me seguía el beso con una amplia sonrisa rodeandome el cuello, pocos minutos después la invite a desayunar en la tienda de dangos de la villa, allí cuando
cogimos mesa, un camarero nos cogió el pedido pero cuando mire a Sasa para comentarle una cosa la note con la mirada baja inquieta.

Oye Sasa ¿Estas bien? -Extendi mi mano hacia su rostro levantando su rostro desde el mentón con una sonrisa cálida. -

Ella cogió mi mano con cariño acariciando con las suyas esta, llevando sus labios hacia mi mano depositando un pequeño beso para luego mirarme a los ojos.

No Shikadai, el camarero me da la sensación que es Ryogi. -Dijo apenada. -

Al escucharla frunci el ceño cabreado, ¿Nos estaba siguiendo? me pregunte a mi mismo, para cuando el camarero llegó y sirvió el pedido lo mire alzando una ceja.

¡¿Ryogi!? -Dije su nombre entre dientes sin dejar de mirarlo. -

Este rápidamente saco de su bolsillo una bola de humo tirandola contra el suelo para poder escapar del establecimiento, en visto de eso intente agarrar a Sasa para no perderla, al encontrar su mano entre tanto humo, la cogí apegandola a mi y salimos de allí, ya en la calle cogiendo bocanada de aire limpio mire a todos lados, pues había desaparecido por completo.

Sasame me sujeto de la manga algo alterada y enterró su rostro en mi sollozando.

¿Volverá a atacar? -Me pregunte en un susurro. -

Ahogado •Nara Shikadai•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora