Midoriya sonreía enternecido al ver al pequeño Shoto jugar con su viejo traje de super héroe.
Le rompía el alma cada vez que el niño emocionado abria sus magníficas alas emplumadas blancas como las de un ángel y lloraba diciendo que era un monstruo.
Izuku sabía que Shoto estaba roto.
A pesar de ser solo un pequeño, la vida le había dado un duro golpe.
Le había hecho que ahora tuviera ese rostro inexpresivo.
¿Qué tanto había pasado?
Tan solo de pensarlo quería abrazar a Shoto y susurrarle que siempre estaría allí.
Sin importar lo hecho pedazos que estuviera ese niño.
Izuku estaba dispuesto a cortarse en el proceso si eso significaba que Shoto fuera feliz.
Porque todos merecen ser felices.
—Izuku...
—¿Qué sucede Shou-chan?
—Mire
Midoriya que leía un libro aparto la vista de las páginas para posarla en lo que ese pequeño de cabellos bicolores quería mostrarle.
—Shou-chan... —apenas pudo mencionar sin que la voz se le quebrara.
El niño mostraba con vergüenza un dibujo de Midoriya y él.
Shoto era muy grande y sostenía la mano de un pequeño Izuku.
El dibujo estaba lleno de borrones, un trabajo digno de los niños de su edad.
Sin embargo, Midoriya sonrío con la fuerza de mil soles.
Sonrío con la sinceridad de su corazón.
Sonrío al ver la sonrisa de Shoto.
—Y-yo quiero proteger a Izuku. — exclamó con voz alegre y temblorosa.
—Shou-chan... —apenas pudo murmurar el peliverde conmovido.
Shoto sentía que su rostro propio ardía.
Y su pecho quemaba al mirar con tanta fijeza los ojos del más alto.
Esos ojos verdosos y retazos de turquesa con un brillo semejante al del cielo nocturno cubierto de estrellas le miraban.
Le miraban como jamás nadie lo había hecho.
No le miraba como aquellos adultos con bata blanca que ponían agujas en su cuerpo.
Y tampoco le miraba como lo hacía su padre.
Le miraba con tanta benevolencia que se sentía un ser demasiado etéreo.
Eso que había brotado en su pecho desde que lo conoció aquella tarde lluviosa, volvió a sentirse.
Eso cálido para lo que no tenía un nombre.
Lo único que sabía era que ese momento se sentía correcto.
Estar con Midoriya Izuku se sentía correcto.
××××
El rizado veía al ya un poco más grande Shoto que luchaba sin cansancio para evitar que sus alas se abrieran al estar emocionado.
—Vamos Shou-chan no puedes evitarlo —sonreía Midoriya pasando un mechón de cabello blanco por detrás de la oreja del niño de ya unos diez años o eso parecía al menos pero en realidad apenas habían pasado unos meses, crecía demasiado rápido.
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Supervivencia A Sonrisas Asesinas /Tododeku
Fanfiction¿Cansado de no saber que hacer frente a tu crush? ¿Cansado de sentirte morir por su sensual sonrisa? Bien!! Aquí Shoto Todoroki trae la solución a todos esos problemas. Ya que al ha experimentado en carne propia lo que es tener que sobrevivir a sonr...