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Ambos mantuvieron un silencio por un largo tiempo, incómodos ante la presencia del otro. Sonic no podía dejar de pensar en lo que le había dicho Longclaw, y si lo que decía era verdad, entonces el estaría dispuesto a tomar el papel como el mayor, lo que menos quería ahora era ser odiado por alguien más, suficiente tenía con la presión de salvar la tribu de tejones debido a lo que él mismo causó.

─Tails─

El erizo no continuó, pues vio como el menor se levantó apresuradamente del suelo y corrió lejos de él, mordiéndose los labios para así tratar de aguantar las lágrimas.

Seguía siendo un puto bebé llorón, no importaba cuantas veces lo negara.

─¡Eh, espera!

El cánido no hizo caso alguno y siguió con su camino, a lo que Sonic trató de correr más rápido que él para alcanzarlo, pero tenía el pie lastimado, por lo que sólo consiguió tambalearse patéticamente y perder de vista al doble cola.

Suspiró con fastidio, él siempre había sido alguien muy hiperactivo, incluso se podría decir de él como un completo dromomaníaco, por lo que no poder moverse a su antojo era el equivalente a una pesadilla tan terrible como la parálisis de sueño.

Caminó pero esta vez de manera lenta, manteniéndose con ayuda de las paredes rasposas de la cueva, al ir despacio pudo darse cuenta de algunos detalles del lugar que normalmente no hacía por ir siempre a la carrera. Las estalactitas cubrían gran parte del techo como la boca feroz de una bestia, y el suelo era proporcionalmente inestable.

A pesar de la herida que tenía cerca del tobillo no podía quejarse, podría ser hasta peor, tuvo suerte de que no se lastimó el talón de Aquiles. Siguió buscando al zorro bajando y subiendo por el camino rocoso de la cueva, encontrándose al final con una luz poco visible enfrente de él, por intuición la fue siguiendo, haciéndose más grande y notoria por cada paso que daba.

Cuando cruzó llegó a un punto en donde todo su panorama cambió, a unos pasos enfrente suyo se encontraba un lago hermosamente azulado, resplandeciendo su luz en las estalactitas y todo lo que le rodeaba, gracias al brillo de las aguas, Sonic pudo visualizar a Tails a su izquierda, alegrándose de que no se hayan perdido.

-¿Por qué siento un deja vú?-el erizo fingió no saber la respuesta, haciendo irónica la pregunta.

-Déjame solo.

Su voz quebrada hizo eco en toda la zona. Sentado en el suelo frío muy por encima de Sonic, él le daba la espalda. El mayor vio por un momento la enorme roca en donde estaba para hallar una forma de subir hasta allá.

-Si que me lo pusiste difícil esta vez.-habló, refiriéndose a la distancia de altura en la que se encontraban ahora mismo.

Al saber que no podía escalar nada por la situación en la que estaba, pensó que si tal vez se hacía bola e iba a una velocidad muy rápida podría subirse a la piedra con el doble cola. Sonaba estúpido, pero el erizo no era de pensárselo mucho.

Después de planear un camino de propulsión, Sonic se enrolló en sí mismo y rodó hasta la enorme roca para invertir la ley de la gravedad, a lo que no tardó mucho en hacer efecto y caer antes de llegar a la cima.

Por la fuerza de la caída que fue tomando rápidamente, terminó deslizándose en sentido contrario sin control para finalmente chocar con las aguas de la caverna.

Tails lo miró de reojo, llamando su atención.

Tails lo miró de reojo, llamando su atención

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