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Los dos corrían hacia el paradero que tanto habían buscado, tenían hambre, tenían sed, estaban cansados y levemente heridos, así que aquel lugar con pequeñas tiendas y fogatas era como un magnifico oasis para ellos.

Sonic para no perder tiempo en quejarse de su raspón se enrolló en sí mismo y se deslizó por el camino, asomando la cabeza de vez en cuando para no perder la dirección ni tampoco chocar con algo. Por el otro lado, Tails recordó a Scrappy y lo vio cerca de ellos enfocando cámara, saltó hacia él y lo tomó para llevárselo evitando así una posible búsqueda a la medianoche.

Por cada segundo que pasaba mientras ellos corrían todo lo que su cuerpo les podía permitir, los detalles del lugar se fueron haciendo más visibles. Como ya se había mencionado antes, la tierra estaba repleta de carpas como hogares, algunas fogatas y antorchas a sus costados, aunque en este momento no estaban encendidas por ser de día, sin olvidar a sus habitantes, todos tejones sin excepción alguna, más hacia el horizonte se podía ver un enorme campo lleno de cultivos que iban a la mitad, probablemente perteneciente a ellos.

Entrando al mismo tiempo, posaron como si de película de acción se tratase haciendo un escandalo en el centro de la tribu, Sonic heroicamente dijo:

─¡Que nadie se alarme, ya llegaron los refuerzos!-Al pronunciar eso, no pudo evitar susurrar emocionado hacia el contrario: ─Siempre quise decir eso.

─¡Sonic!

─Entendido, no es el momento.

Poco a poco se empezaron a dar cuenta de que las cosas no eran como ellos se las imaginaban, no había ninguna "catástrofe". Los aldeanos sólo hacían sus labores cotidianos como lavar sus ropas o recoger comida más allá de lo visible, los más pequeños corrían y jugaban como cualquier niño haría. Viendo todo esto, el erizo añadió:

─¿Dónde está el ...caos y el fuego?─El mayor veía la gente pasar y las decoraciones que mantenía algunas zonas con curiosidad. Muchos de los que pasaban a su lado empezaron a hacer muecas extrañadas, ellos nunca antes habían estado ahí.

Eran literalmente unos intrusos, pero con esos cuerpecitos que tenían poco les importaba a los demás.

─Oiga, disculpe.─Tails se acercó a una aldeana que cargaba su hijo en su espalda somnoliento, cuando vio que tenía toda su atención dijo rápidamente:─ ¿Me podría decir el estado actual de este lugar?

─Ehh...─estaba demasiado extrañada hacia la pregunta, era básicamente como hablar con un desconocido y preguntar en que año estaban.

─Deja que yo me haga cargo.─Sonic se interpuso entre los dos, alardeando enfrente del más chico.─QUE-RE-MOS SA-BER POR QUÉ RA-YOS ES-TO NO ES-TÁ EN RUI-

─Entiendo lo que dices.─La mujer pareció ofendida, cruzándose de brazos.

─Oh, entonces no se han encontrado con nadie como...¿de esta altura?─El adolescente se paró de puntillas, levantando el brazo lo más que pudo.─tiene un bigote muy chistoso, traje rojo, googles y una voz rara... Hace chistes malos y habla como si todo el mundo le importase.

─Mmm... Chistes malos, ¿eh? Creo que ya sé de quien hablan. ─la contraria posó su mano en su mentón, pensativa, hasta que después de un rato se decidió en dar indicaciones a los extraños turistas.─Creo que ayer se fue, pero realmente no dijo a donde ni cuando regresaría.

─Espera, ¿ustedes son... amigos o algo por el estilo?─esta vez fue Miles quien preguntó lo que ambos estaban temiendo.

La madre tejón no respondió ante aquella pregunta, sin embargo parecía nerviosa o ir a prisas a un lugar, pues volteaba la mirada a otras direcciones, esto lo notaron el dúo y cruzaron miradas confusas. Al momento en el que decidió abrir los labios, mencionó con un deje despreocupado:

Speed me up IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora