Nuestro amor será infinitamente eterno

Capitulo 1: sólo soy la del café

Estaba muy nerviosa, era mi primer día de trabajo en la empresa y aunque fuera desde abajo (la chica de los cafés) me dijeron que poco a poco podría ir subiendo de rango según avanzara el tiempo, como una especie de becaria.
Decidí aceptar el trabajo por muy "pobre" que fuera pero necesitaba sentirme bien conmigo misma, quería demostrar que puedo conseguir un empleo por mi misma y no por ser la hija de uno de los mayores empresarios de todo el país, quería ser libre de alguna manera y está era la única manera que tenía para hacerlo ya que a la hora de entregar mi ficha ni siquiera miraron mi apellido, simplemente me cogieron, no les importó quien fuera y eso fue una gran ayuda a la hora de decidir aceptar el puesto, el no importar de donde vengo.

"Hola me llamo Miriam y tengo 24 años, vengo de Madrid y estoy aquí para darlo todo y callar muchas bocas".
Últimamente era una de las frases que más me repetía en la cabeza, quería comerme el mundo y para eso necesitaba estar concienciada al 100%.

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-Sientese por favor, enseguida la atienden.- la chica de recepción era muy maja, la cosa iba bien mientras todo siguiera así.

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- ¡Atencion! Os presento a todos a Miriam, se une hoy a la empresa, empezará desde cero como la mayoría de vosotros pero se que va a dar mucho de si, ahora a seguir cada uno con sus tareas.

No acababa de empezar en el trabajo cuando ya sentí cuchicheos a mis espaldas, seguro que alguno de allí me reconocía y ojalá pensará de manera equivocada pero eso no era así, me Di cuenta cuando uno de los chicos se acercó hacia mi.

-Hola, ¿Miriam, no?, soy Héctor, encantado -me dijo mientras me daba dos besos- siento ser así de entrometido pero nos suenas mucho - estaba señalando al grupo de gente del cual estaba sospechando con anterioridad - ¿has salido alguna vez en la televisión o en alguna revista?.

Me parecía que me lo había dicho muy directo pero no quería sonar borde por lo que le sonreí mientras le conté de donde venía pero que no quería que me trataran de manera diferente.

Era muy majo y me presento a las otras personas, Ana, Rocio,Laura, Luis, Manu y Aitor; todos me cayeron bien al instante y decidimos quedar para después del trabajo, iríamos a dar una vuelta y despejarnos de este primer dia donde aparte de traer cafés me encargaba también de los recados y fotocopias por lo que estaba agotada.

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-¡Por Miriam! ¡Por una avance rápido en la empresa! Chin chin.- llevo la iniciativa Laura.
-Tampoco espero que sea para tanto, sólo soy la del café, de momento- dije mientras todos nos reíamos.

Durante la noche se notaba que Héctor quería algo más, no se separó de mi en todo el día y estaba tonteando conmigo, me daba pena cortarle y decirle que iba por mal camino si quería conseguir algo de mi, no es que me gustara el por así decirlo.

Me Di cuenta de una mujer a lo lejos, estaba sentada en la barra con una capucha puesta, no le había visto la cara pero había algo que me llamaba mucho la atención, aún no había descubierto el que pero estaba dispuesta a saber que era.

-Ponle una copa a este sol, se nota que lo necesita. - el camarero asintió y estuvo dispuesto a ponerle la Copa a esa mujer pero ella la desestimó sin levantar cabeza, eso sí de buena manera y se fue de allí.
Al levantarse hizo que una corriente de perfume me inundara y me hiciera perder el sentido, olía de maravilla, era una esencia única y especial, jamás había encontrado algo así, ese olor me había marcado, sería difícil olvidarlo.