- Jinho hyung, hoy lo vi algo distraído ¿pasó algo? - Shinwon preguntó, con clara preocupación -.
- Algo así - Suspiró - Mi soulmate, al parecer está teniendo varios problemas - Se abrazó a sí mismo -.
- ¿Qué te ha mostrado? - Preguntó -.
- Pues - Inhaló y exhaló antes de continuar - Me ha mostrado los momentos en los que se ponía a llorar - Mordió su labio - Escuchar los sollozos de tu soulmate no es algo bonito - Una pequeña lágrima bajó por su mejilla. Rápidamente la limpió - Quisiera poder ayudarlo - Su voz se quebró -.
Shinwon lo abrazó, y el mayor lloró.
Su soulmate era un chico muy tierno y alegre, siempre lograba sacarle una sonrisa. Todo lo que transmitía también era muy positivo en su vida. Sentía una hermosa calidez en su pecho, que derretía su corazón y lo ayudaba a mantenerse tranquilo y en paz.
Pero últimamente lo vio decaído, sus sentimientos se volvieron sombríos y tristes, y su dulce sonrisa ya no estaba. Ahora lo veía y sentía angustia y dolor, como si clavaran una daga en su corazón, muy lenta y dolorosamente. Su soulmate no estaba bien y se lo estaba haciendo saber.
Desde que su soulmate y él empezaron a comunicarse a través de visiones intentó localizarlo, pero era bastante complicado, podría estar en cualquier lado, y como no sabía su nombre, las cosas eran aún más complicadas.
Su madre siempre le dijo que el destino mismo los juntaría, y en el momento en que lo vea y escuche su nombre, sabrá que lo encontró. No tendría problemas con eso, si es que su soulmate no se sintiera tan mal en estos momentos.
Pero de cierta forma tenía sentido: siempre que intentaba localizarlo, algo ocurría y no se lo permitía, como si el destino mismo no le dejara estar cerca de aquel hermoso chico.
Sus sollozos habían parado y su respiración se estabilizó. Shinwon limpió las lágrimas restantes de sus mejillas y le dedicó una pequeña sonrisa, tratando de reconfortarlo de alguna forma. Jinho se sentía feliz de tener a Shinwon en su vida, aunque sea fastidioso, sabía que siempre estaría para él en cualquier momento que lo necesite.
Decidieron salir a caminar un rato, el mayor necesitaba algo de aire fresco.
Fueron tranquilamente en un cómodo silencio hasta una pequeña plaza, que se encontraba cerca del departamento del menor.
Se sentaron en un banquito, sintiendo el fresco aire de esa tranquila mañana en sus rostros. Jinho sonrió, se sentía muy bien.
Se la pasaron conversando un rato, hasta que les agarró algo de hambre. Fueron hasta un pequeño café que se encontraba a un par de manzanas de la plaza. Al entrar se encontraron con el hermoso aroma a café y deliciosos postres. Se sentaron en una pequeña mesa cerca de una ventana, esperando a que los atendieran.
En eso llegó un chico muy alto, "Wooseok" según decía en su uniforme.
- ¿Qué desean ordenar? - Preguntó cortésmente. El mayor lo pensó un poco -.
- Un simple café con un cupcake, por favor - Lo anotó -.
- Yo un latte con una medialuna - Sin darse cuenta, hicieron bastante contacto visual -.
Se formó un pequeño silencio incómodo, Jinho fingió toser, provocando que salieran del trance en el que se encontraban. Con nerviosismo Wooseok anotó los pedidos y prácticamente corrió a la cocina. Shinwon se quedó mudo, con una expresión sorprendida en su rostro.
- ¿Qué sucedió, Wonie? - Preguntó Jinho, algo preocupado por aquella reacción -.
- Wooseok... - Susurró, con la mirada perdida -.
Jinho iba a hablar nuevamente, hasta que Shinwon se levantó de repente y se asomó a la puerta de la cocina.
- ¿Wooseok? - El mencionado volteó a verlo, con lágrimas en los ojos -.
